SWITCH MOBILITY
Switch añade más dudas sobre su fábrica de autobuses en Valladolid y renuncia a la licencia de obras
La empresa comunica al Ayuntamiento que aplaza hasta 2026 su decisión sobre la factoría / El alcalde confía en que, pese a todo, el proyecto salga adelante
Parecía evidente que algo no marchaba en el proyecto de la empresa india Switch Mobility para montar una fábrica de autobuses eléctricos en Valladolid y este lunes se confirmó que la megafactoría tendrá que esperar, si es que al final llega.
En una carta enviada por Switch al Ayuntamiento, la empresa anuncia que aparca la decisión sobre su implantación hasta 2026 a la vista de la situación del mercado del vehículo eléctrico. Lo más alarmante, sin embargo, es la renuncia a la licencia de obras que le concedió en su día el Ayuntamiento. La falta de pedidos parece que está detrás de la decisión de la empresa, que llegó a tener contratados en Valladolid un equipo de técnicos e ingenieros -ubicados, por cierto, en la Agencia de Innovación del Ayuntamiento- cuando parecía que la instalación se daba por hecha.
Valladolid
Reclaman 330.000 euros a Isabel Pantoja por la cancelación de su concierto en Valladolid
Íñigo Arrúe
El anuncio lo hizo este lunes el alcalde, Jesús Julio Carnero, quien mostró su comprensión ante el comunicado de la empresa dado que «es evidente que el mundo de la electrificación tiene unas incertidumbres claras y es lógico que la decisión de la empresa esté condicionada». Pese al retraso que supone la nueva fecha y las dudas que genera un proyecto sobre el que ya planeaba la incertidumbre, Carnero manifestó su «confianza total y absoluta» en que al final se materialice, aunque añadió que no le corresponde a él responder por qué el proyecto no es ya una realidad.
En la carta, firmada por Mahesh Babu, Ceo de Switch, quien visitó Valladolid en febrero de 2023, la empresa señala que se ve obligada a «replantear objetivos y adaptar el calendario de actuación a los tiempos del mercado» y añade que «son sustancialmente diferentes a los previstos cuando se puso en marcha el proyecto en 2021».
Uno de los párrafos más llamativos es aquel en el que señala que la decisión de aplazar el proyecto «tendrá algunas consecuencias prácticas en la tramitación de licencias y obtención de permisos», lo que obligará «a dar un paso atrás respecto a lo ya conseguido, e incluso a renunciar a licencias ya obtenidas», aunque añade a continuación que esto «no implica ninguna renuncia al proyecto, sino simplemente adaptación a las nuevas circunstancias».
El 19 de octubre de 2022, el Ayuntamiento aprobó en la junta de gobierno la concesión de la licencia de obras para la construcción de la fábrica, la única otorgada a la empresa hasta el momento, a la que ahora renuncia. El concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona, dijo ayer que de haberlo pedido la empresa se la habrían mantenido y recordó que se han firmado caducidades «con diez años».
También resulta curioso el último párrafo en el que, tras agradecer la colaboración del Ayuntamiento y del Gobierno, concluye: «Esperamos que en el futuro podamos retomar esta colaboración que, de forma tan satisfactoria, ya nos había llevado a poner la primera piedra de un proyecto en el que habíamos puesto todas nuestras ilusiones». Switch habla del proyecto en pasado, como si lo dieran ya por zanjado, pese a que en la misma carta afirman que no renuncian.
Switch tiene comprados los suelos de la antigua azucarera de Acor en la carretera de Santovenia y el 18 de marzo de 22 se puso la primera piedra en una ceremonia que revistió la parafernalia de las grandes ocasiones, con la presencia del entonces alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, pero ya no hubo más piedras.
Antes, en diciembre de 2021, Puente presentó el proyecto y anunció la llegada a Valladolid de la empresa, con mayoría de capital hindú, para invertir 100 millones de euros y montar una fábrica de autobuses eléctricos que crearía 5.000 empleos directos y otros 2.000 indirectos. Algo así como una nueva Renault. Incluso se anunció que las obras de la fábrica de autobuses empezarían en verano para, un año después, en junio de 2023, contar ya con los primeros vehículos.
La previsión, y así lo dijo la presidenta de Switch Iberia, Eva Driessen, era presentar el modelo de autobús que se construirá en la planta vallisoletana en el Salón del Automóvil que se celebrará en París en junio de 2023., pero ni una cosa ni la otra
Desde el Ayuntamiento se recibió la llegada de Switch a la ciudad como un maná, al que luego se sumó el anuncio de otro macroproyecto, la fábrica de baterías eléctricas de Inobat.
Y si el consistorio puso la alfombra roja, como parecía lógico, para un proyecto de tal envergadura, también la Junta de Castilla y León firmó un protocolo con Switch para garantizar su implantación en la Comunidad y creó un grupo de trabajo con los directivos y la Consejería de Economía y Hacienda
Al final, ninguna de las expectativas creadas se cumplió y ahora se aparcan hasta 2026 «las decisiones relacionadas con el proyecto vallisoletano». Demasiados incumplimientos, demasiadas dudas e incertidumbre para que un proyecto sea creíble.