Peligra la reapertura de Galerías Rondilla al quedar desierta la compra del mobiliario

Suele decirse que algo o alguien está ‘gafado’ cuando los problemas se le acumulan y algo así sucede con las Galerías Rondilla, cerradas a principios de 2022 para su remodelación y sin abrir todavía pese a que estaba previsto que los trabajos durasen nueve meses.

Ahora, con las obras ya terminadas, cuando parecía que la reapertura sería una realidad para la campaña navideña, un contratiempo imprevisto pone en riesgo las previsiones del Ayuntamiento, al tener que licitar de nuevo la compra de parte del mobiliario tras declarar desierto el contrato para el suministro de vitrinas y mostradores.

Fue en octubre del pasado año cuando la junta de gobierno del Ayuntamiento aprobó la licitación del suministro, instalación y puesta en servicio de equipamiento de las galerías. Con un presupuesto de 418.070 euros, el 80% fondos europeos y el resto aportado por el Ayuntamiento, el paquete de equipos incluía las cámaras frigoríficas, los mostradores y las vitrinas para los puestos del nuevo mercado.

Ya en su día se adjudicó el contrato para la adquisición de cámaras frigoríficas, pero faltaban otros dos lotes de equipamientos y, aunque se presentaron cuatro ofertas, al final ambos se declararon desiertos por no cumplir ninguna de ellas las prescripciones técnicas recogidas en el pliego de condiciones.

La pregunta ahora es si las galerías de alimentación, ubicadas en la calle Moradas, estarán equipadas para abrir por Navidad o los vecinos de La Rondilla tendrán que esperar todavía más una reapertura que ya acumula un retraso considerable.

El concejal de Comercio, Mercados y Consumo, Víctor Martín, asegura que no han perdido «ni un día» y ya tienen en marcha el nuevo procedimiento, por la vía de urgencia, «para que pueda salir cuanto antes» y poder adjudicarlo, si no hay nuevos problemas, a finales de agosto. Con este horizonte, la equipación del mercado podría completarse entre septiembre y octubre.

«Vamos a hacer todo lo posible y sigo apostando por estar en plazo», añade el concejal, aunque admite que tener que licitar de nuevo, previo paso por la junta de gobierno, «es un contratiempo».

Claro que la equipación no es la única cuestión pendiente y tampoco parece la mas importante cuando todavía están por cubrir 15 de los 18 puestos con los que contará el mercado tras la renovación. Tres de los puestos ya están asignados a otros tantos industriales que aguantaron en las galerías hasta el cierre y ahora continuarán, pero hay que captar otros 15 interesados, una tarea que no parece fácil, aunque el concejal afirma que las condiciones son interesantes y espera que haya candidatos.

A diferencia del mercado del Val, donde los industriales tienen el puesto mediante concesión por un periodo de cincuenta años, en las Galerías Rondilla el adjudicatario pagará al Ayuntamiento un canon anual de 154 euros por metro cuadrado. Dado que habrá puestos de dos tamaños, de 15 metros cuadrados y de 28, la cantidad a desembolsar oscilará entre 2.310 euros y 4.322 euros al año. Además, el adjudicatario deberá correr con los gastos comunes que corresponden a todos los industriales, como la luz, y los de mantenimiento del puesto.

La campaña de captación irá en paralelo a la tramitación del nuevo contrato para los equipamientos e incluye una visita de los interesados a las galerías, aunque tendrá que ser sin vitrinas y mostradores.

Abiertas desde hacía décadas como mercado tradicional de La Rondilla, cuando a comienzos de 2022 los industriales supervivientes recibieron el aviso para cerrar, ante el inminente comienzo de las obras, sólo permanecían activos 14 de los 50 puestos. El declive fue consecuencia de un cúmulo de circunstancias en el que se mezclaron la crisis económica, la jubilación de algunos industriales y el traslado de otros en busca de un emplazamiento más atractivo.

Los trabajos se adjudicaron en febrero de 2022 con un plazo de ejecución de nueve meses, pero pronto se comprobó que las bajantes estaban en peores condiciones de lo esperado, lo que obligó a una intervención completa para garantizar el buen estado de las canalizaciones. Aunque debían haber terminado en el anterior mandato, no fue hasta el pasado 7 de mayo cuando el Ayuntamiento recibió la entrega de los trabajos, el procedimiento formal cuando una obra está acabada.

Con un coste de 1,7 millones de euros, tras un modificado del proyecto que obligó a poner otros 200.000, los trabajos de renovación dotarán a las galerías de un aspecto muy diferente al que tenían hace dos años y medio. De entrada, los 50 puestos se han visto reducidos a 19 para así ganar en amplitud y comodidad para los usuarios a la hora de hacer las compras. En la parte exterior, la fachada original desapareció para dar paso a grandes ventanales que permiten ver el interior del mercado, a modo de escaparate.

La intervención en la techumbre es, quizá, lo más innovador. El techo raso que había es ahora una cubierta vegetal, al estilo de la que hay en la marquesina de la plaza de España.

Además de la renovación exterior, habrá un cambio drástico en la distribución de los puestos. Junto a los tradicionales, carnicería, pescadería, frutería y charcutería, entre otros, la previsión es incorporar una panadería, que existió pero cerró, y dos bares, uno más del que había, también cerrado.

Ya el pasado año se anunció también que el mercado abriría en Navidad, la de 2023, pero la falta de suministros obligó a retrasar la previsión hasta febrero de 2024, fecha que tampoco se cumplió.

Ahora está por ver si a la tercera vez se cumple la previsión y abre para la próxima campaña navideña.