Diario de Valladolid

La nueva estación de tren de Valladolid avanza con las catas para sacar el proyecto este año

La actuación no se desarrolla dentro de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad y es responsabilidad de Adif, que trabaja ya en la redacción y licitación de la obra

Máquina para realizar catas en la estación de trenes

Máquina para realizar catas en la estación de trenesPHOTOGENIC

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Las primeras catas sobre el terreno para construir la nueva estación de trenes de Valladolid ya están en marcha, con vistas a licitar el proyecto a finales de este año. Una máquina perforadora trabaja desde hace días en la plazoleta que se abre junto a la entrada principal de la terminal para realizar los primeros sondeos.

Se trata, según detallan las fuentes a las que ha tenido acceso este periódico, de la segunda fase de las catas que vienen realizándose desde la semana pasada y está previsto que concluyan esta misma semana.

La nueva estación Campo Grande estará junto al edificio actual y es una obra exclusiva del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif, independiente del proyecto de integración del tren. Es decir, no será una obra que se desarrolle dentro del convenio de integración ferroviaria de Sociedad Valladolid Alta Velocidad. Es sólo responsabilidad de Adif que trabaja ya en en la redacción y posterior licitación de la obra. Ahora da los primeros pasos para construir unas instalaciones que guardarán semejanza con la terminal madrileña de Chamartín.

El anteproyecto se remonta a febrero de 2022 y contempla una estación elevada, con el vestíbulo situado varios metros por encima de los andenes, de manera que este espacio se reservaría para la espera de los viajeros, además de tener un uso comercial, tal y como ocurre en Chamartín.

La nueva terminal ocupará parte del espacio de lo que fue la estación gourmet y el anteproyecto contemplaba también la rehabilitación del edificio actual de viajeros, con la posibilidad de implantar usos comerciales y de restauración en la planta baja, dejando las superiores para oficinas de Adif o espacios de coworking.

La plaza de la estación nueva tendrá un diseño accesible y habrá zonas de sombra con vegetación, pérgolas ajardinadas y una iluminación integrada en el diseño de la plaza.

A mayores, se construiría un aparcamiento bajo la estación de trenes actual con 675 plazas, y unos metros más adelante, en la misma calle Recondo, también podría erigirse un segundo edificio cuya finalidad aún no está definida, aunque todo apunta a que podría albergar oficinas.

Con independencia de la licitación del proyecto para ampliar la estación, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible adjudicó el pasado mes de abril, por 29 millones de euros, IVA incluido, la construcción de la segunda vía de alta velocidad ferroviaria al norte de la estación de Valladolid-Campo Grande. Esta actuación reforzará y ampliará la capacidad de la estación como nodo de alta velocidad del corredor norte para responder al incremento de tráfico previsto por la extensión de la red y la liberalización del transporte de viajeros.

El doble de vías

De hecho, el nuevo proyecto de ampliación y reforma de la estación de tren de Campo Grande se prevé duplicar la actual playa de vías de la estación. En estos momentos cuenta con tres de ancho internacional, vías de Alta Velocidad, y dos de ancho ibérico. Con la nueva estación se pasaría de estas cinco vías a las 10. De éstas, seis serían vías UIC (de ancho internacional), con lo que se ganarían tres más de las que hay en la actualidad, y cuatro de ancho ibérico, frente a los dos existentes en este momento.

Más que el paso subterráneo previsto para sustituir el viaducto del Arco de Ladrillo, la nueva estación de trenes sí que puede ser un obstáculo para la idea de recuperar el soterramiento, que viene reclamando el Ayuntamiento, con su alcalde Jesús Julio Carnero a la cabeza. Y aquí el desarrollo de la obra es exclusiva del Administrador de Infraestructuras Ferroviaria y está fuera del convenio de la integración.

El pasado mes de abril, tras la propuesta del ministro de Transportes, Óscar Puente, para que la estación de tren pase a denominarse Concha Velasco, el alcalde se mostró de acuerdo con la iniciativa de su antecesor, pero reclamó que la terminal estuviera soterrada, en consonancia con su defensa del soterramiento. No tendría sentido soterrar el tren y que la estación estuviera en superficie, tal y como proyecta Adif. Carnero señaló entonces que «el Ayuntamiento tendrá que decir algo en este asunto y quiere que la estación, como el resto de las vías, esté soterrada» y añadió: «Vamos a seguir luchando para modificar el convenio y que la estación Concha Velasco sea soterrada».

La estación no está incluida en el convenio de la integración y parece evidente que ni el Ministerio de Transportes ni Adif tienen intención de modificarlo: ni para incluir el soterramiento ni para que la nueva estación Campo Grande se construya bajo tierra. Carnero reitera que se opondrá a todos aquellos nuevos pasos y túneles incluidos dentro del proyecto de integración que puedan ser incompatibles con el soterramiento y considera que el previsto para sustituir al de Arco de Ladrillo puede serlo, pero su capacidad de maniobra está limitada en actuaciones que, como la nueva estación de trenes, son competencia exclusiva de Adif.

El anteproyecto presentado en febrero de 2022 para la estación de trenes incluía, además, la nueva terminal de autobuses, que ocupará parte de los terrenos de los antiguos talleres de Renfe, de manera que ambas estarán comunicadas. Y como colofón, entre ambas discurriría una calle, también elevada, al mismo nivel que la estación de tren, que salvaría la vía para llegar a Delicias. Con esta calle de uso exclusivo para peatones y ciclistas se pretende que el barrio de Delicias esté comunicado con el centro.

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