Cuando Valladolid se convirtió en Venecia

¿Venecia o Valladolid? Esta es la sensación que pudo recibir alguna que otra persona con la imagen mostrada ayer por la ciudad, donde una tormenta hizo que el agua llegase hasta las rodillas a los vallisoletanos, que coches se inundasen en túneles o que irrumpiese en restaurantes como un compañero más de tertulias. Las consecuencias de 30,4 litros por metro cuadrado que recibió Valladolid y por los que hay que remontarse a un 17 de septiembre de 2019 para recordar algo parecido.

Pudo haber sido una noche en la que el río Pisuerga se hubiese convertido en el Gran Canal de Venecia y en la que varios se pudieron haber vestido de gondoleros improvisados. Porque sí, unas gotas de lluvia pueden ser predecibles, pero que el agua te pueda cubrir casi la mitad del cuerpo no lo dicen ni las agencias de meteorología. Pero el caudal del Pisuerga esta vez ni se inmutó, mientras túneles, bares y restaurantes trataban de sobrevivir al poder de la naturaleza.

También lo sufrieron viviendas, garajes y trasteros, inundados por una tromba de agua que fue calificada de "torrencial" por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya que en apenas 10 minutos se llegaron a recoger 5,8 litros por metro cuadrado en Valladolid. Y cómo no, los Bomberos de Valladolid siempre al rescate, llegando a realizar hasta 48 intervenciones durante la noche, mientras que la sala de operaciones del 1-1-2 de Castilla y León gestionó un centenar de avisos.

Entre incidentes, la fortuna se puso de lado de los vallisoletanos debido a que que en los tres accidentes viales que hubo durante la noche no hubo ningún herido. De hecho, Sacyl únicamente tuvo que atender a una persona que sufrió una una herida en la cabeza tras caerse por la lluvia.

Pero no tan agraciado fue quien transcurría por el túnel de La Circular en el punto álgido de la tormenta, lo que conllevó la actuación del servicio de Bomberos rescatar a una joven del interior del vehículo. Pero no solo el de San Isidro permanecía anegado por el agua, sino también los pasos inferiores de la integración, el de Andrómeda y el de Panaderos, que se inundaban y era necesario cerrarlos al tráfico. 

Y si hablamos de suerte, los organizadores del Conexión Valladolid tampoco pudieron presumir de ella al tener que cancelar parte de su cartel al quedar inutilizados los equipos de sonido y luces necesarios para el festival.