Diario de Valladolid

Tromba de agua

La tormenta convierte el restaurante Suite 22 en una 'piscina': "Algo así no lo hemos vivido nunca"

El gerente y chef, Emilio Martín, asegura que "el agua corría como un río" en su local, lo que provocó que su equipo y una veintena de clientes tuviesen que huir

Fuente: E.M.
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Valladolid

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Copas a rebosar, platos para ser degustados y una vajilla reluciente se mantienen intactos en Suite 22 como si todo siguiera su normal funcionamiento sin que ninguna tormenta hubiera tenido lugar. Pero esa normalmente se rompe cuando se atisba que en las mesas faltan invitados imprescindibles: los clientes. Entre ellos también se denota la ausencia de los meseros y chefs que ayer se vieron obligados a huir del Palacio del Marqués de Castromonte por una tromba de agua que empezó a inundar este emblemático edificio de Valladolid. "Algo así no lo hemos vivido nunca", recuerda su gerente y chef, Emilio Martín.

Ante lo sucedido, a Martín rápidamente le viene el recuerdo del 17 de septiembre de 2019, cuando la ciudad de Valladolid registró 20 litros por metro cuadrado en tan solo 20 minutos. Si cada punto de Valladolid sufrió desperfectos, su restaurante no iba a ser una excepción, como también ha ocurrido durante la pasada noche. "Fue una tromba de agua muy similar, pero la del 2019 no la sufrimos tanto y la de anoche fue muy heavy", apunta el propietario de Suite 22, que rememora a su vez cómo "el ruido era ensordecedor".

"Empezó a entrar agua por los dos accesos que tenemos e intentamos hacer barricada para taponar el agua", afirma Martín, que, sin funcionar sus métodos, actuó rápidamente para dar la noticia a los 23 clientes que tenía en ese momento en su restaurante. "Me planté ante ellos y les comenté que el restaurante se estaba empezando a inundar, y justo en ese momento es cuando el agua llegó al salón", explica, lo que conllevó que toda la clientela fuese conducida fuera del Suite 22 para evitar cualquier daño personal .

Fuente: E.M.

Mientras "el agua corría como un río" y "remangados los pantalones como si fueran a pescar cangrejos", tanto el chef como sus ocho trabajadores se encargaron de apagar todos los suministros del restaurante para evitar cualquier "chispazo". Una cuestión que priorizaron por las propias características del palacio que alberga Suite 22, donde el cableado va por el suelo y no por las paredes, lo que provoca que a estas horas todavía no sea "seguro" entrar en su interior.

Con todos fuera de peligro, a Emilio Martín le conmovió el altruismo de esos clientes que apenas pudieron disfrutar de su menú de degustación. "Se mostraban comprensivos y querían pagar sus cuentas pese a no haber comido", afirma el gerente de Suite 22, quien desde primera hora se ha encargado de anular todas las reservas pendientes.

Los datos sirven para reflejar que los estragos de la tormenta que sufrió Valladolid son peores que la de hace cuatro años. De aquellos 20 litros en 20 minutos la ciudad llegó a recoger 30,4 litros por metro cuadrado en toda la jornada. Es por ello que Emilio Martín prefiere tomarse con "humor" este episodio, sin aventurarse a decir números de todas las reparaciones que se va a ver obligado a acometer y calificando la imagen de su restaurante como la de "un local fantasma". Pero en un hecho de tal magnitud, lo material pasa a un segundo plano porque lo primordial eran las "cuestiones de seguridad"

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