La mujer detenida por el sabotaje de la bodega Cepa 21 había sido despedida dos días antes
Ana Isabel M., la acusada de derramar 60.000 litros de vino de alta calidad de la bodega de José Moro, se niega a declarar y la juez la deja en libertad al no haber riesgo de fuga
"No tiene explicación ninguna. Es la locura más grande que yo he visto en mi vida, un atentado contra la bodega y los viticultores", asegura José Moro
Detenida y puesta en libertad al no haber riesgo de fuga. Ana Isabel M., la mujer arrestada por el sabotaje de Cepa 21 es una ex trabajadora de 38 años que llevada un año trabajando en la bodega y había sido despedida dos días antes, según detallan desde la investigación. "Tras un minucioso análisis y con los indicios obtenidos, los investigadores llegaron a la conclusión de que la autoría correspondería a una persona que había sido despedida de la empresa, concretamente su contrato expiró dos días antes de los hechos, aunque el despido se le había comunicado quince días antes, lo que pudiera haber sido fundamental para la planificación del hecho a la postre cometido", detalla el comunicado remitido por la Subdelegación del Gobierno.
Todo para acabar con su detención este jueves día 27 de junio y proceder al registro en su domicilio en la localidad de burgaslesa de Villaescusa de Roa Burgos
Además, en la misma nota se detalla que también se procedía a la investigación de su pareja sentimental por su posible relación con los mismos hechos. Pareja que, finalmente, era puesta en libertad el mismo día de su detención.
Libertad que también decretaba el Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid para la sospechosa, quien se negaba a realizar declaración alguna, ni a la Guardia Civil, ni a la magistrada.
Los hechos que desembocaban en la operación de la Guardia Civil 'Malapriba', que acaba con la detención de la ex trabajadora, se produjeron a las 03.30 horas del 18 de febrero, cuando una persona entraba en las instalaciones de la bodega haciendo uso de una llave de la puerta de la sala de bombas, detalla la investigación de la Guardia Civil.
Una vez en el interior, la autora introducía de modo certero la clave para el desarme de la alarma, pero desconociendo que se encontraba desconectada, procedía al armado de la misma, por lo que apresuradamente procedía a la apertura del grifo de cinco depósitos de fermentación, de los cuales tres contenían género en su interior y los otros dos se encontraban vacíos, desperdiciando un total de 60.000 litros. En el hecho se derramó vino que la propia bodega valoara en 2.535.385 euros, tratándose de la pérdida de parte de la cosecha de tres de los vinos más comercializados, de una excelente calidad.
La Guardia Civil de Valladolid, según la Subdelegación, desde un primer momento se trabajaba con la hipótesis de que "la autoría del delito correspondería a una mujer y más concretamente una persona perfectamente conocedora de las instalaciones y muy familiarizada con la maquinaria utilizada en el proceso de obtención del vino", siendo muy probable que se tratara de una trabajadora o ex trabajadora, si bien por parte de los instructores de las diligencias, se agotaban todas y cada una de las vías de investigación.
La ex trabajadora era una empleada de temporada, de las muchas que se contratan en las bodegas para la vendimia y la campaña de Navidad. Durante el año que estuvo en la bodega trabajando se dedicaba al embotellado y el etiquetado.
Mientras el presidente de Cepa 21, José Moro, no sale de su perplejidad. "No tiene explicación ninguna. Es la locura más grande que yo he visto en mi vida, un atentado contra la bodega y los viticultores", asegura José Moro, quien deja claro que se personarán en la causa contra la ex empleada, pero también quiere pasar página de "este desagradable incidente". "Queremos olvidar este episodio y dedicarnos a trabajar y seguir para adelante con una marca cada vez más fuerte", puntualiza el presidente de Cepa 21.