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RESCATE EN CANTABRIA

Castronuevo respira tras el rescate de su vecina Paloma: «Hemos lanzado las campanas al vuelo»

El municpio vallisoletano, hogar de Paloma Bombín, celebra que se encuentre bien tras una jornada en que la preocupación y el nerviosismo se adueñaron de la localidad

La localidad vallisoletana de CastronuevoE. M.

Publicado por
Ricardo García | Raúl Ruano
Valladolid

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El municipio vallisoletano de Castronuevo de Esgueva, a escasos 20 kilómetros de la capital, amanecía este lunes sobrecogido por la noticia de la desaparición de su vecina Paloma Bombín mientras realizaba una ruta espeleológica en una cueva de Cantabria junto al salmantino Alfonso Urrutia. No fue hasta por la tarde cuando esta localidad, en la que Paloma cuenta con varios familiares y amigos, pudo respirar con tranquilidad al confirmarse su hallazgo y de quien la acmpañaba, ambos ilesos e incluso capaces de abandonar la caverna por su propio pie.

En declaraciones a este periódico el alcalde de Castronuevo, Fernando Monge, relataba la felicidad que había inundado la localidad al confirmarse que Paloma se encontraba bien. «Lo hemos celebrado», reconocía Monge, quien se había encontrado con la buena noticia instantes antes de oficiar una boda civil. «Hemos lanzado las campanas al vuelo y hemos respirado más tranquilos», agregaba también.

Esta alegría regresaba a Castronuevo de Esgueva tras varias horas en las que la inquietud y el nerviosismo inundaron las calles de este pequeño municipio del valle del Esgueva vallisoletano, que en verano ronda los 400 vecinos aunque en épocas más frías son bastantes menos, como reconocía alguna vecina.

Además, entre los habitantes de este municipio Paloma Bombín cuenta con varios familiares como sus padres, sus tíos y una abuela. Los primeros, al enterarse de la desaparición, se desplazaron hasta Cantabria para seguir de cerca el dispositivo de búsqueda.

Tanto el alcalde de Castronuevo como algunos de los vecinos que este lunes por la mañana realizaban sus quehaceres diarios por las calles del municipio concidían en declarar a este periódico que Paloma Bombín es una gran apasionada de la naturaleza y especialmente de la espeleología, lo que hace que cuente con una dilatada experiencia en esta disciplina.

Es más, para algunos de sus vecinos este bagage con el que cuenta a sus espaldas les servía para conservar la esperanza de un desenlace amable como el que finalmente se produjo ayer por la tarde.

Un deseo que compartía también uno de los amigos de Paloma, visiblemente afectado por una noticia de la que se había enterado a primera hora de este lunes a través de otra amiga. Era éste quien relataba que la espeleóloga trabaja como profesora de Formación Profesional, si bien «casi todos los fines de semana» se desplaza para hacer alguna incursión de estas características.

Tras varias horas de nerviosismo y preocupación, en la mañana de este lunes se podí apreciar como en las calles de Castronuevo había algo que desentonaba con la rutina en este pequeño municipio. Era la inquietud por el paradero y el estado de salud de Paloma y de su acompañante en la cueva de Garmaciega-Sima del Sombrero de Cantabria, el salmantino Alfonso Urrutia, ya que a pesar de que todo ha quedado en un susto hubo momentos, especialmente cuando ya se había peinado gran parte de la cueva, en los que el equipo de rescate se temía lo peor.

No obstante, a su salida de la cueva los dos castellanos y leoneses explicaron que se desorientaron por la mala señalización en una de las balizas de una grieta, aunque gracias a que tenían «de todo», incluido «agua, comida y un punto caliente», Paloma y Alfonso pudieron esperar a ser rescatados.