El fin del paso de Padre Claret en Valladolid ya se ve

Después de 16 meses de obras, el paso bajo las vías que unirá Padre Claret, una pequeña arteria que da a la plaza Circular, y la calle Andalucía, en el barrio de Delicias, estará terminado a mediados de julio. Es la última fecha que avanza el concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona, para la apertura de un nuevo paso, que ya empezó con retraso en marzo de 2023, tras una compleja tramitación que se prolongó quince meses.

Apenas a unos centenares de metros del túnel de Labradores, el de Padre Claret es el cuarto paso del proyecto de integración ferroviaria que abrirá tras los de Andrómeda, junto al barrio de Belén, el de la plaza de Rafael Cano, en La Pilarica, y el de Panaderos.

Por ahora no hay más paso en obras en una lista que incluye en torno a 17 actuaciones dentro del proyecto de integración del tren en superficie, el que sustituyó al soterramiento, a lo largo del trazado ferroviario para comunicar ambos lados de las vías.

Con una anchura de 10 metros, será un paso para peatones y bicicletas, similar al de la plaza de Rafael Cano, en La Pilarica, y el plazo de ejecución previsto era de un año, un tiempo que se ha superado con amplitud dado que la previsión era abrirlo a principios de año. Por medio, fue necesario realizar un modificado de obra, que encareció en 700.000 euros un proyecto que se licitó por 4,5 millones.

Salvo la apertura de Padre Claret, no hay por ahora en el horizonte nuevos pasos en marcha. El proyecto de integración del tren contempla otro en la Avenida de Irún, también para viandantes y ciclistas, de nueve metros de ancho y 19 metros de largo, con salida a la prolongación peatonal de la calle Guadalajara.

Otro paso peatonal y ciclista está previsto frente a la plaza del Crepúsculo para conectar con la calle Camino de la Esperanza, en el lateral del parque de Las Norias, aunque el principal proyecto en la zona sur es el túnel para vehículos que conectará la calle Hípica con la calle Adolfo Suárez, en la Ciudad de la Comunicación, con diez metros de ancho y 19 de largo. Son actuaciones que estaban previstas, pero que de las que no hay noticias.

El nuevo equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Valladolid rechaza el proyecto de integración, aunque el convenio firmado en 2017, el que sustituyó al soterramiento sigue vigente y, en teoría, la tramitación de los nuevos pasos podría avanzar. La línea que defiende el alcalde, Jesús Julio Carnero, es la acceder a construir aquellos pasos que no obstaculicen un hipotético y futuro soterramiento.

La batalla entre el Ayuntamiento y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif, está ahora en el viaducto del Arco de Ladrillo. Mientras Adif ya presentó el proyecto para derribar el viaducto y construir un paso subterráneo para vehículos, además de otro para peatones, el Ayuntamiento puso en marcha una actuación de urgencia para mejorar la seguridad que se prolongará un año. Adif pidió al Ayuntamiento que realice las mejoras imprescindibles y agilice los trámites para el derribo, aunque parece poco probable que se acerquen posturas.