El TSJ confirma la condena a 8 años de prisión a un hombre por violar a su mujer en la vivienda familiar de Valladolid

El TSJ de Castilla y León confirma la condena a 8 años de prisión a un hombre por violar a su mujer, aunque aumenta la duración del alejamiento por coacciones leves de seis meses a un año y medio. De esta forma se pronuncia el tribunal castellano y leonés para modificar levemente la pena impuesta por la Audiencia Provincial (AP) de Valladolid tras el juicio celebrado en febrero de este año.

Una vista oral en la que se sentó en el banquillo el acusado, nacido en el año 1981 en Guinea Ecuatorial, y que a fecha de los hechos, junio de 2022, estaba casado con la denunciante y residían en una vivienda de la capital vallisoletana. La pareja tiene una hija, en ese momento menor de edad y residente en su país de origen.

Según los hechos probados, sobre las 10.15 horas del día 28 de junio de 2022 el acusado se personó en la habitación en la que dormía su esposa diciendo que quería mantener relaciones sexuales con ella. Como quiera que ella se negó, él salió de la habitación. Pasados unos minutos entró de nuevo en la estancia, esta vez esgrimiendo un cuchillo de grandes dimensiones diciéndola que tenía dos opciones: o aceptaba a tener relaciones o la mataba y luego se tiraba por la ventana.

Ella inicialmente quiso llamar a la Policía y cogió el móvil para tal fin, pero le le dijo “¿tú no crees que para cuando llegue la policía va a ser tarde?”, la denunciante se puso a llorar y é le decía que lo estaba complicando todo que solo tenía que hacer lo que él la dijera si quería seguir viva, que él no tenía nada que perder. Finalmente, el acusado apartó las sábanas, la quitó el sujetador y las bragas y tocándola por todo el cuerpo, la penetró por la vagina.

Durante la penetración y en cuanto ella insistía en que parase, la mostraba el cuchillo que había dejado encima de la cama, logrando así continuar con su propósito. Cuando terminó, le dijo que podía salir de la habitación.

Ella cogió el móvil y salió de la casa, con intención de pedir ayuda, y cuando efectuaba una llamada al servicio de emergencias, el ahora condenado la sujetó para introducirla en la vivienda y la quitó el teléfono de las manos, no logrando impedir que ella se soltara y llamara a las puertas de un vecino, en concreto del piso de la E, que la socorrió y refugió en el interior de su inmueble, quien dio aviso a la policía, que acudió al lugar, y a quienes la víctima les contó que su marido la había violado y quería matarla. Como consecuencia de estos hechos no sufrió lesión física alguna. Pero sí se generaron para el Sacyl unos gastos por su asistencia sanitaria que ascienden a 377 euros.

Por estos hechos fue condenado por el delito de violación a ocho años de prisión, con la prohibición de aproximación a la víctima, a su domicilio y lugar de trabajo en un radio de 500 metros por un periodo de nueve años, y prohibición de comunicación con la misma por cualquier medio y durante el mismo periodo de tiempo.

Por el delito de coacciones leves fue condenado a prisión de seis meses, con prohibición de acercarse a menos de quinientos metros de María Milagros, acudir a su domicilio y lugar de trabajo, así como la de comunicarse con ella por cualquier medio durante seis meses.

Esta es la única parte de la condena de primera instancia que revisa el TSJ y deja el período de alejamiento en un año y medio, estimando el recurso que elevó el fiscal.