Piden diez años de cárcel para la policía de Huerta del Rey de Valladolid por tráfico de drogas

De ser condenada, puede ser el caso de mayor corrupción del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en Valladolid, por dedicarse al narcotráfico y utilizar las bases de datos de la Policía para sortear a sus compañeros con información privilegiada.

La Audiencia Provincial (AP) de Valladolid juzga el próximo lunes 24 de junio a una agente del CNP, Orfelia R.G. y a su pareja (no es policía) Carlos Alfonso G.G., acusados de los delitos de tráfico de drogas y ella además por descubrimiento y revelación de secretos.

El fiscal, provisionalmente, pide para Orfelia una pena global de de 10 años y meses de cárcel: siete años y seis meses por tráfico de drogas, y tres años y tres meses más por revelación se secretos, además de 17.300 euros de multa.

Para su pareja la acusación pública interesa una condena de cuatro años y medio de cárcel y 6.000 euros de multa. La funcionaria trabaja en dependencias policiales de Madrid, pero residía en la calle Mieses del barrio de Huerta del Rey de Valladolid, donde sus compañeros de Asuntos Internos centraron su investigación, por ser, según en fiscal, el domicilio donde giraba la actividad presuntamente delictiva.

Vigilancia en torno a la vivienda

La lupa de los agentes anticorrupción del CNP se posó sobre los dos acusados a finales de 2022, tras los sucesivos avisos que recibieron sobre la presunta actividad delictiva de la pareja. A finales de enero de 2023 pasaron a la acción los agentes de la Unidad 50 de Asuntos Internos ante la probabilidad de que la agente Orfelia R.G., con destinado en la Unidad Central de Protecciones de la Brigada de Apoyo Operativo y Control perteneciente a la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, se estuviera dedicando al tráfico de drogas en su domicilio e inmediaciones.

Y llegaron más tarde a levantar actas de aprehensión de pequeñas dosis de cocaína a consumidores que salían del domicilio de los acusados.

Bolsas de basura al contenedor 

Las pesquisas se pusieron de cara a los investigadores, cuando Orfefia, el 3 de mayo de 2023, a las 19.30 horas, salió de su casa con dos bolsas de basura que arrojó a un contenedor cercano situado en la avenida de los Recreos. Ella no lo sabía, pero la Unidad 50 la estaba siguiendo y recogió las bolsas. Tras analizar su contenido, descubrieron que contenía un film de plástico que dio positivo a cocaína. Otro tanto ocurrió con otro depósito de bolsas de basura el 10 de mayo con bolsas y recortes circulares con restos de cocaína y otro más el 26 de mayo.

Con estas evidencias, más el seguimiento a los móviles de Orfelia y Carlos Alfonso, el Juzgado de Instrucción 3 de Valladolid dio autorización para el registro de la vivienda de los acusados, entrada que se produjo el 7 de junio de 2023 y que se saldó con la intervención de cocaína valorada en 3.031 euros, la cantidad de 1.130 euros en billetes y básculas de precisión, entre otros efectos para elaborar los ‘pollos’ de cocaína.

Consultas en las bases de datos

La investigación también se extendió al uso que hizo Orfelia de las bases de datos del CNP y descubrió que utilizó “para fines particulares” información que era “de carácter restringido o reservado sin estar debidamente autorizada para ello”, sostiene el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales.

Así lo hizo en las aplicaciones policiales ‘Objetos’ en mayo de 2021, y abril y noviembre de 2022, en las que efectuó consultas sobre su vehículo Audi A3. Otro tanto llevó a cabo en la aplicación ‘Personas’ con consultas sobre su pareja en mayo de 2022. También accedió en marzo de 2023 a las bases de datos ‘Aroos’, ‘Personas’ y ‘Sidenpol’ sobre uno de los consumidores que acudían regularmente a su domicilio. Entre la información que pudo obtener estaban sus buscas judiciales, reseñas policiales y documentación de carácter médico.

Los dos acusados ingresaron en prisión provisional el 9 de junio de 2023, situación en la que permanece Orfelia, en tanto que Carlos Alfonso fue puesto en libertad en septiembre de 2023.