Diario de Valladolid

FIESTAS TAURINAS

El coste de los festejos taurinos se dispara en Valladolid por los seguros y el precio de los toros

Los alcaldes aseguran que el precio de un encierro tradicional pasa de los 40.000 euros a los más de 70.000 actuales, mientras los seguros se elevan por encima de los 30.000 euros frente a los 15.000 de hace apenas un año

Uno de los numerosos encierros que se celebran en Castilla yLeón, en una imagen de archivo.

Uno de los numerosos encierros que se celebran en Castilla y León, en una imagen de archivo.ICAL

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Daniel M. Arranz

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Inflación o reduflación. Es el debate que han vivido los ayuntamientos de Castilla y León que celebran festejos taurinos de cara a organizar las fiestas que desde este fin de semana hasta primeros de octubre cuentan con un marcado componente taurino. Inflación porque los costes se han disparado, principalmente de reses y seguros, o reduflación porque algunos, pocos, han optado por aminorar los espectáculos para ajustar costes.

El pasado año en Castilla y León hubo 1.987 festejos autorizados, una cifra ligeramente superior a la del 2019, año previo a la pandemia donde hubo 1.891. En el caso de Valladolid ya recuperó el nivel también respecto a ese año, pasando de 561 a los 570, y este año es una incógnita debido al incremento de los gastos tanto en las reses, seguros como en asistencia sanitaria. Fue la provincia con más número de eventos seguida de Salamanca, con 462 y Segovia con 305. Dentro de la tipología de cada espectáculo los encierros copan 300 solicitudes, siendo 220 urbanos, 32 de campo y 48 de carácter mixto. Mientras que las vaquillas, con 129, capeas con 56, 39 concursos de cortes copan los espectáculos. Solo hubo siete corridas, una mixta, un espectáculo mixto, un festival con picadores y cinco sin picadores, novilladas hubo 13, 10 con picadores, mientras que festival de rejones hubo 9, además de otros eventos calificados como tradicionales. En total fueron 85 municipios los que organizaron al menos un festejo, siendo Íscar y Medina del Campo superando la veintena los que encabezan la estadística.

Pero el debate abierto invita a pensar en dos cosas: aumento de costes, o reajuste de eventos. Por lo primero han optado ayuntamientos como el de Medina del Campo que reconoce una «subida del 25% en las reses y del 50% en los seguros, es decir un 75%», afirma Guzmán Gómez su alcalde que decidió «aumentar el presupuesto para mantener la actividad y la tradición porque no se entendería realizar eventos a la baja» ante el componente taurino de la villa de las Ferias. La escasez de reses debido a la pandemia redujo la cabaña ganadera, principalmente el de vacas reproductoras lo que ha propiciado un déficit de toro de lidia, lo que repercute en un incremento de costes entre el 20 y el 30%, dependiendo de la ganadería y del momento de la compra. Los consistorios han buscado adelantar las compras, aunque el año que viene todavía padecerán en mayor medida esta consecuencia. No solo son las reses lo que sube, el pienso subió un 40%, el forraje un 150%, el gasóleo para su traslado por encima del 40%, y esto afecta directamente a los organizadores de festejos.

En líneas generales un encierro que tuviera un coste de unos 40.000 euros se eleva hasta los 70.000, incluyendo reses, seguros, personal sanitario y demás gastos que conlleva la organización. El de los seguros puede elevarse al doble, de 15 a 30.000 euros.

En Tordesillas la subida para el presupuesto de fiestas ronda entre el 30 y el 40%. «Lo tenemos cerrado desde hace tiempo. Cerramos el mismo número de festejos, con los encierros tradicionales, el Toro de la Vega, y el resto, pero nos ha costado encontrar toros de calidad», esgrime Miguel Ángel Oliveira, el regidor de la Villa del Tratado. Una localidad que persigue el título de Fiesta de Interés Turístico Internacional para sus encierros. Una localidad que albergará el VII Campeonato de Cortes de Castilla y León, una modalidad que gusta y que está dentro de los espectáculos más celebrados. En Peñafiel también han tenido que dotar de más presupuesto a sus festejos: «Tenemos poco margen, el componente tradicional es grande», señala Roberto Díez, alcalde de la localidad que defiende «el incremento de los precios de las capeas, el mismo número de encierros y de actividades taurinas».

También destaca la subida «del tema médico, seguros, toros y también los traslados». En su caso ya han puesto «en licitación los seguros, traslados sanitarios y médicos, y la participación de las ganaderías lo cerraremos ahora. Se suele cerrar en julio, pero nos ha tocado hacerlo antes», explica Díez. Tudela de Duero, otra localidad junto a Íscar y Olmedo con larga tradición también ha tenido que engrosar el presupuesto taurino para poder mantener el nivel de sus festejos. Al igual que Traspinedo tanto para Santa Isabel, ahora en julio como San Martín en noviembre: «Nos ha tocado invertir 5.000 euros más para mantener la calidad y los festejos. Nos gustan los toros con trapío», incide Javier Fernández, el regidor de este municipio que delega la contratación en una empresa, a través de una licitación pública. Este año como novedad lo han gestionado a través de un mismo pliego.

Detrás de la subida de los seguros están las pólizas ilimitadas de responsabilidad civil. A la hora de solicitar un festejo taurino los ayuntamientos deben remitir a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, a la Agencia de Protección Civil, una certificación de seguro de responsabilidad civil, con una cobertura de los asegurados por daños personales y/o materiales, y sus perjuicios consecuenciales, ocasionados a terceros ajenos a la celebración de espectáculos taurinos populares que resulten afectados por su desarrollo (a estos efectos, también se considerarán terceros ajenos los participantes si concurre culpa o negligencia de los asegurados), que tengan su causa y origen en acciones y omisiones del organizador y de las personas encargadas de la organización y desarrollo de los espectáculos, en tanto se encuentren actuando al servicio de dicha organización. El límite por víctima debe tener una cuantía mínima de al menos 100.000 euros. Mientras que el seguro colectivo de accidentes y de asistencia médica y hospitalaria también eleva las cuantías por gastos de asistencia hasta los 1.800 euros, por invalidez hasta los 125.000 euros y por cubrir el fallecimiento hasta los 115.000 euros. Las aseguradoras buscan cubrirse las espaldas ante la elevada siniestralidad. Si hasta ahora se podía pagar una media de unos 6.000 euros por cuatro o cinco días de fiesta, ahora las cuantías se duplican por póliza.

En Castilla y León cuentan con larga tradición los festejos taurinos en Soria, siendo La Saca el principal reflejo de esa tradición, y este año el ayuntamiento ha tenido que incrementar un 20% la ayuda al colectivo organizador, a la Asociación Amigos de La Saca, que ha recibido 48.000 euros. Crecimiento que va directamente ligado a las reses. Algo similar sucede en la villa segoviana de Cuéllar, que presume de los encierros más antiguos de España, y declarados de Interés Turístico Internacional. En su caso cuenta con cinco encierros por el campo en agosto y otro en San Miguel, siendo este último con novillos para reducir gastos, aunque el cómputo general será similar al de años anteriores. El pasado año celebraron según detallaba el alcalde, Carlos Fraile, hasta 25 festejos en los ciclos de agosto y San Miguel. «Las reses han subido, los gastos médicos también, transporte profesional taurino en la misma línea. En nuestro caso tenemos una propuesta más barata de seguros por un ajuste que se ha hecho en San Miguel. Estamos a la espera del reglamento que va a encarecer en el futuro los seguros», remarca el regidor.

Un reglamento de espectáculos taurinos y escuelas taurinas que está en fase de alegaciones, y con un horizonte temporal de poder aprobarse en el primer trimestre del 2025, lo que afectaría directamente a la siguiente temporada de festejos. Los ayuntamientos no van a realizar este año adaptación a esa normativa, al haber presentado alegaciones varias al estar en disconformidad con el proyecto y ayuntamientos como el de Tordesillas confían en que se «suavicen algunas medidas como la duración de los festejos, la anchura de los espacios y calles», aunque en su caso llevan años con un dispositivo sanitario y de seguridad por encima de lo solicitado, «al estar muy vigilados» sus espectáculos, especialmente el Toro de la Vega. La duración de encierros urbanos y capeas, limitado a 30 minutos, también preocupa a Peñafiel porque según indica Roberto Díez «soltamos dos novillos a la vez uno por dentro y otro por fuera, nos podría complicar la gestión de las capeas».

Una norma que aseguran «podría menoscabar la tradición popular del festejo». La nueva normativa se asienta en cinco pilares, que pretenden conjugar y equilibrar los variados intereses legítimos que coexisten alrededor del mundo del espectáculo taurino. Uno de estos pilares es el de la simplificación y reducción de cargas. El segundo pilar es el de la seguridad de los intervinientes, incrementando la misma con diferentes medidas, tanto desde el punto de vista de los equipos médico-sanitarios, como desde el punto de vista del desarrollo de los espectáculos. la afición constituiría el tercer pilar; El bienestar animal se erige como cuarto pilar, con medidas de protección de las reses, potenciando las funciones del equipo veterinario como garante de dicho bienestar animal. Completa el quinto pilar, referido a la formación taurina, potenciando la misma para los futuros profesionales.

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