Diario de Valladolid

INTEGRACIÓN FERROVIARIA

Adif urge a Carnero a agilizar la demolición de Arco de Ladrillo y evitar un gasto de dos millones

El presidente del organismo público reclama al alcalde que abarate los trabajos de urgencia, rebaje el tiempo para apuntalar el viaducto y que facilite los trámites para iniciar la contratación del nuevo paso

Atascos en Arco de Ladrillo tras el cierre al tráfico de un carril.

Atascos en Arco de Ladrillo tras el cierre al tráfico de un carril.PHOTOGENIC

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Adif urge al alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, a agilizar la demolición de Arco de Ladrillo para evitar un gasto de dos millones de euros, la cantidad que había destinado el Ayuntamiento a las obras de reparación del viaducto. En una carta, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) solicita al primer edil que inicie los trámites para la demolición del paso superior de Arco de Ladrillo, cuyo coste podrá ser resarcido por la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV) al estar incluido en el Anexo V del convenio firmado el 20 de noviembre de 2017.

El escrito del presidente de Adif, Ángel Contreras, deja claro que el consistorio no tendrá que abonar los casi dos millones de euros destinados a las obras de reparación y mantenimiento del viaducto. Dos de los cuatro carriles por los que circulan los vehículos se encuentran cerrados al tráfico y a eso hay que añadir que la velocidad se limita a 30 por hora con el fin de facilitar las obras que comenzaron los operarios tras anunciar el consistorio que era necesario reforzar la estructura.

La carta enviada a Carnero incluye una sugerencia de Adif: «Dada la inminencia de la demolición del Arco de Ladrillo, se sugiere adoptar una solución más económica para las obras de refuerzo, teniendo en cuenta lo limitado de esta actuación en el tiempo, ya que solo comprenderá el necesario para la adopción de las decisiones relativas a la licitación y ejecución de la obra, así como la preparación de los instrumentos jurídicos oportunos».

Adif solicita en la carta «una mayor cooperación entre las administraciones públicas y entidades implicadas» para abordar «de un modo coherente la problemática. El escrito refleja que Adif y Adif-AV «se ponen a disposición del Ayuntamiento para encontrar una alternativa».

Insiste Adif en la carta en la importancia de la cooperación entre las dos partes para agilizar la intervención: «DesdeAdif y Adif-AV entendemos que la cooperación en la ejecución de este proyecto permitiría una mayor agilidad en la intervención, evitaría duplicidades innecesarias, optimizaría los costes y redundaría en el interés de las administraciones y entidades intervinientes y de los propios ciudadanos de Valladolid».

Carnero señaló que el Ayuntamiento se hacía cargo de los trabajos de reparación y conservación de Arco Ladrillo cuando tuvo conocimiento de los informes presentados por los técnicos. A pesar de que el viaducto será demolido, como contempla el proyecto aprobado, el alcalde dijo que lo más importante es la seguridad de los vecinos y vecinas de Valladolid y por esa razón iba a destinar una partida de casi dos millones de euros para ejecutar las obras necesarias en un plazo de 11 meses. El concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca anunció el pasado 30 de mayo en una rueda de prensa convocada de urgencia la realización de los trabajos y señaló que se trataba de una «actuación de emergencia» tras conocer el análisis de la infraestructura presentada por los técnicos municipales. Alberca dijo que los trabajos de reparación iban a comenzar de forma inmediata ante el «grave riesgo de accidente fatal».

Tras el Consejo de Administración de SVAV celebrado el pasado 21 de mayo, el alcalde no dijo nada sobre la necesidad de actuar de urgencia en el viaducto. El panorama cambió cuando los técnicos municipales presentaron un informe que reflejaba el deterioro de parte de la estructura y el riesgo para los conductores y pasajeros de vehículos.

La duración de los trabajos va a complicar mucho el tráfico en Valladolid ya que el túnel de Labradores continúa cerrado en sentido hacia la ciudad y así seguirá hasta noviembre, fecha prevista para la conclusión de las obras, y el paso de Daniel del Olmo no permite la entrada a vehículos pesados, por lo que camiones y autocares deben buscar vías alternativas.

El consistorio vallisoletano tomó la decisión en la Junta de Gobierno del 30 de mayo y los trabajos de señalización y de reparación comenzaron tras colocarse las señales de límite de velocidad y las balizas para cortar los dos carriles situados junto a los bordes.

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