JUBILACIÓN
La despedida de Alfonso del mítico Don Bacalao de Valladolid
El histórico Alfonso García anuncia que se jubilará en diciembre, "pero otros hosteleros continuarán con el mismo nombre"
Alfonso García, el maestro del bacalao de Valladolid, prepara su adiós. Con 69 años y una trayectoria de más de 40 en el histórico restaurante 'Don Bacalao', anuncia que dejará el local cuando se jubile "a finales de año". Fue en 1984 cuando tomó los mandos bajo el nombre 'El Estragón' y con muchas ganas de innovar. Tras intentar integrar la cocina vasca en la cultura vallisoletana, se vio obligado a cerrar a los dos años de su primera apertura. Tras ese cierre, llegó Don Bacalao, centrándose en el mencionado producto.
"Me quiero jubilar, pero no echar el cierre. Los rumores que corren por redes sociales me perjudican" indica cuando se le pregunta por el posible cierre del local. Y es que una conocida cuenta de X, antes Twitter, anunciaba esta tarde que una web inmobilaria había señalado ya el traspaso del bar.
Pese a que él sí se plantea la jubilación para diciembre, García no tiene prisa por marcharse. Anuncia que traspasará el local y que la intención es "mantener el histórico nombre bajo otras manos a las que ayudará durante los primeros cuatro meses", pero en absoluto es un cierre total o inmediato. De hecho, al consultar el anuncio en la web de la inmobiliaria, este diario ha comprobado que ya no aparece. La publicación de X también ha sido borrada.
Al poco de abrir 'Don Bacalao', acudió a la Escuela de Artxanda en Deusto para aprender de cocineros como Juan Gorrochategui o Ángel Llorente y especializarse en la cocina del bacalao. Hace dos años contó a este diario lo difícil que le resultó acostumbrarse al agua de Valladolid para desalar el pescado. Contó que tuvo que invertir un millón de pesetas en una piscina de 1.000 litros de agua con filtro por ósmosis.
En 2007, fue el primer restaurante de Valladolid que apareció en la guía 'Bib Gourmand', actual Michelin, y años después, su vocación humanitaria le llevó hasta la isla griega de Chios, para dar de comer a 3.000 personas. Asimismo, Alfonso también ha sido uno de los precursores del Concurso Internacional de Pinchos 'Ciudad de Valladolid' y de la Feria de Día. Para traer esta última, viajó junto con cuatro hosteleros a la Feria de Málaga en busca de inspiración. Pronto, lo que empezó como una Feria de Día de unos 40 establecimientos, se convirtieron en 100.
Aunque la especialidad de este restaurante es el bacalao, también trabajan con otros pescados como el bonito, sardinas, boquerones o calamares. En su extensa carta, también hay sitio para las carnes: carrilleras, costillas, solomillo o secreto. En los postres, destaca su tarta de queso al horno, su coulant de chocolate con helado o una torrija de brioche caramelizada.
Una carta, que sin duda se mantendrá cuidada los próximos años bajo la supervisión de Alfonso, ya como jubilado.