Argüello califica de "sentido común" la propuesta para regularizar inmigrantes

La labor de Cáritas y la importancia de sentirse escuchado. La organización solidaria de la Iglesia ha presentado esta mañana la memoria de 2023, unos datos para hacernos a la idea del alcance que tiene su trabajo social. Unas 10.000 personas fueron atendidas en Valladolid durante el pasado año y unas 14.000 fueron beneficiadas por las ayudas económicas, sociales y laborales. El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, junto con el delegado episcopal de Cáritas, José Colinas y el director de la organización, Guenther Eduardo Boelhoff han expuesto un desglose de las labores de la pasada campaña.

Luis Argüello ha iniciado la presentación poniendo en contexto el significado etimológico de Cáritas, que es la traducción latina de la palabra griega ágape, la nueva forma de amor incondicional que implantó Jesús a través de la eucaristía. Un amor que promueve y pide justicia y bajo el que se amparan "todos los corazones de cualquier persona que reconoce el valor del amor de Jesús". Personas entre las que se incluyen aquellas que viven en situación irregular y por las que se ha propuesto la Iniciativa Legislativa Popular para regularizarlas a la espera de las directivas europeas. Al hilo de ello, el arzobispo de Valladolid ha señalado que "la propuesta de regularización es una propuesta de sentido común" en la que Cáritas, junto con otras organizaciones, han participado en la recogida de firmas. Esta regularización, añade, "supone que esas personas van a incorporarse a todos los derechos y deberes que tiene cualquier ciudadano", por lo que incide en que todas las instituciones tienen que contribuir en su integración.

En cuanto a los datos de la memoria, el director de Cáritas, Guenther Eduardo Boelhoff, ha puntualizado que un total de 10.025 personas de toda la provincia han sido atendidas por la organización, y ese acompañamiento ha repercutido en 4.371 personas más, por lo que un total de 14.401 personas se han beneficiado de las ayudas. 

La actuación se ha desarrollado a través de 137 proyectos específicos con 14 programas: el Programa de Empleo y Economía Solidaria (2.108 personas), el Programa de Mayores (254 personas), el Programa Mujer (372 personas), el Programa de Infancia, Juventud y Familia (517 personas), el Programa de Adicciones y Prisión (227 personas), el Programa de Personas sin Hogar (623 personas), el Programa de Acogida y Atención Primaria (5.502 personas), el acompañamiento psicológico (408 personas) y el Programa de Vivienda (14 familias).

Para llevar a cabo estos programas, ha sido necesaria la colaboración de 826 socios, 534 voluntarios, 890 donantes y 71 trabajadores, gracias a un capital de recursos de más de 3,5 millones de euros provenientes de fuentes privadas (un 65,2%) y de fuentes públicas (un 34,8%).

El perfil de las personas que se han beneficiado de las ayudas ha sido el siguiente: un 56% mujeres, un 24% menores de edad, un 7% personas mayores de 66 años, un 51% personas extranjeras, un 57% de hogares con niños, un 18% de personas que habitaban en viviendas compartidas sin tener parentesco entre sí y un 12% de personas que vivían solas. 

Boelhoff ha destacado la importancia de poner rostro y dar voz a estas personas "para que sean sujetos de derechos, deberes y que puedan desarrollar un vida digna". Asimismo, ha relatado el testimonio de Ana, una residente, voluntaria y alumna en prácticas de Cáritas el año pasado que, con su trabajo, se ha convertido en una persona modelo de humildad y humanidad.

Por su parte, José Colinas, delegado episcopal, ha hecho hincapié en los problemas más comunes a los que intentan poner fin: la soledad y la transmisión intergeneracional de la pobreza. "Vivimos en un constante ascensor social que no funciona casi nunca desde las plantas más bajas", ha indicado. Por ello, en 2023 pusieron en marcha tres iniciativas nuevas: un programa de formación digital en toda la provincia que ha permitido el aprendizaje a 367 personas, un programa de inserción laboral desarrollado a nivel nacional (Emplea-Lab) y sesiones informativas para personas migrantes con talleres pre-laborales.

Un total de 8.253 personas se han beneficiado de la atención y ayudas recibidas en las parroquias colaboradoras con Cáritas y en el Programa de Atención Primaria. Además, se han gestionado 2.300 ayudas a través de tarjetas de supermercado y tarjetas de crédito. El apartado que ha necesitado mayor inversión de la partida presupuestaria han sido los hogares de las personas: pago de alquileres, habitaciones y suministros. En cuanto a las ayudas para cubrir las necesidades básicas, predominaron las de alimentación e higiene, salud (farmacia y ortopedia), educación (material escolar) y transporte y documentación.

En el aspecto de inserción laboral, un total de 2.108 personas fueron atendidas desde el Programa de Empleo y Economía Solidaria, en el que han pasado por un itinerario de servicio de orientación laboral, otro de formación y un último de intermediación laboral. 

Finalmente, en los hogares de las personas vulnerables, el Programa de Atención Residencial ha beneficiado a 41 personas pertenecientes a 14 familias distribuidas en 9 viviendas. También se ha destacado el incremento de participantes en el Programa de Apoyo Psicológico, con un alcance de 408 personas, de las que un 90% fueron derivadas desde otros programas de la entidad. 

A la espera de la publicación de la memoria de ámbito regional, José Colinas indica que los datos de 2023 son muy similares a los del año anterior y que resulta difícil cuantificar el alcance por los servicios diocesanos y las parroquias. Dificultad que aumenta en el mundo rural, porque la gente pasa más desapercibida. Sin embargo, han destacado el aumento de personas que viven en una situación irregular. "Es una realidad, y no podemos vivir dándole la espalda".