Sanidad cerrará en verano un centenar de camas hospitalarias en Valladolid

Infinitas largas de espera, la falta de personal y ahora, con el verano a la vuelta de la esquina y las vacaciones que ello implica, las camas cerrarán en los hospitales de Valladolid durante la época estival. Como mínimo, serán un total de 102 las que dejarán de estar habilitadas entre los meses de junio y septiembre, como ocurrirá en León, Salamanca, Burgos, Palencia, Soria y Segovia, que elevan la cifra de camas inhabilitadas en Castilla y León hasta más de 300.

El cierre de camas, realmente, es un procedimiento habitual que lleva a cabo la Consejería de Sanidad durante la época estival con el fin de cubrir las vacaciones de los profesionales sanitarios sin obviar el seguir brindando una atención de calidad. Ello se verá beneficiado con una reducción de la demanda a nivel hospitalaria y con una reorganización de recursos que, sin embargo, no será tan positiva para médicos y enfermeros que se verán obligados a reubicarse en otro hospitales para cubrir los descansos de sus compañeros.

«Sabemos que la población habitual disminuye en verano, pero no es así en las zonas rurales ya que es allí donde la gente se suele desplazar. Esto implica que haya a bastante personal sanitario se le vaya a reubicar en estas demarcaciones para cubrir bajas sin avisar», explica Enrique Vega, presidente del sector de Sanidad de CSIF Castilla y León, quien se ha reunido durante las últimas semanas con las gerencias de los complejos de la Comunidad para analizar cómo podrá afectar el cierre de camas a los pacientes y sanitarios de la región. Con los datos proporcionados a través de las juntas de personal, Vega asegura que próximamente se difundirá un informe completo con el escenario regional y nacional, del cual además tienen constancia tanto el Ministerio como la Consejería de Sanidad.

Desde la perspectiva sindical la situación sigue siendo alarmante, pese a que durante este próximo las previsiones mejoran a las épocas estivales anteriores al pasar de 466 que se cerraron en el verano de 2022 y de 335 en el de 2023 a las 300 camas que están previstas que se cierren en la Comunidad en los tres próximos meses.

«Va a ser la misma realidad de todos los años», expone Vega, que refleja a su vez que la situación mejora por los contratos «jugosos» que se están haciendo a enfermeros que acaban de terminar la carrera con el fin de evitar que se vayan a otras comunidades, lo que conlleva que las bolsas de empleo estén agotadas. «Pero en el caso de médicos, ni siquiera se pueden cubrir sus plazas», lamenta, lo que provocará que Sanidad pueda volver a contratar durante este verano a médicos sin la especialidad en Atención Primaria, donde asegura que las coberturas «van a ser mínimas».

Desde el Sindicato de Enfermería (SATSE), donde no se comparte la medida de cerrar camas, señalan que el problema de encontrar facultativos en verano que permita cubrir vacaciones sin problema se debe también a las «bolsas de empleo desactualizadas». «Hace que Castilla y León no sea atrayente y los jóvenes opten por contratos en otras regiones», afirma Patricia San Martín, secretaria de Acción Sindical de SATSE Castilla y León. «Y no solo en verano, a lo largo de todo el año estamos presionando para que se dé una solución a la situación de las bolsas de empleo en Sacyl», añade, exigiendo para ello «un sistema ágil que permita una actualización anual real de las diferentes bolsas de empleo para tener suficientes profesionales para cubrir las necesidades asistenciales y que se implanten mejoras tanto laborales como económicas».

Tanto SATSE como CSIF coinciden en que la presión asistencial será la misma entre junio y septiembre en comparación con la etapa invernal, pero las zonas rurales se verán «saturadas» ya que Castilla y León recibirá más población que en el resto del año al pasar de residir en las ciudades a los pueblos. «Además, hay que tener en cuenta los cambios de patologías ya que las enfermedades no son las mismas en invierno que en verano», asegura Patricia San Martín.

Pero en caso de no contar con patologías urgentes, la ausencia de los médicos y enfermeros habituales puede conllevar que los pacientes decidan por posponer una prueba diagnóstica, lo que implica no poder mejorar las listas de espera quirúrgica, cuya situación en Castilla y León no es la idónea al contar con una demora media de 114 días, pese a estar por debajo de la media nacional. Pero en el desequilibrio entre hospitales reside el problema, con Salamanca, León y El Bierzo con datos superiores a las 128 jornadas, y que se reducen hasta 47 en el caso del Hospital Clínico Universitario de Valladolid.

Ávila

Es uno de los dos hospitales que todavía no ha presentado datos sobre cierre de camas en verano. Una situación que contrasta con la vivida en los pasados meses estivales, cuando se redujeron de 428 a 377.

Burgos

Al margen de consultas, el Hospital Universitario de Burgos también decide cerrar camas entre junio y septiembre. Serán, al menos, un total de 35 de las 677 que tiene disponibles. Un número que, no obstante, se queda lejos de las 93 plazas que quedaron inhabilitados durante el último verano.

León

El centro con mayor cantidad de camas en toda la región, el Complejo Asistencial Universitario de León, no es el que más camas echará al cierre hasta septiembre. De hecho, seguirá sumando el millar de camas disponibles al únicamente reducirse de 1.055 a 1.016, es decir, 39 menos. Una cifra que, sin embargo, no es fija y que es menos al recorte de dotación en el pasado verano, cuando hubo 42 menos. En el reverso, el Hospital del Bierzo todavía no ha informado de estos datos, si bien trasladan a CSIF que existe la posibilidad de cerrar camas durante la época estival, pese a que el año pasado no se llevó a cabo.

Palencia

Tras el Clínico de Valladolid, es el segundo que tendrá más camas cerradas durante el próximo verano, con mínimo 64 y que suponen 29 más que en el de 2022. Así, el Complejo Asistencial de Palencia contará 336 camas hasta septiembre.

Salamanca

Otro de los grandes hospitales de la región se permite el ‘privilegio’ de cerrar camas, como también diversas consultas y quirófanos. Así, pasará de tener disponibles 863 a 851, lo que supone 12 menos. Una cifra muy mejorada respecto al verano pasado, cuando se cerraron hasta 74.

Segovia

Uno de los complejos más pequeños de toda la Comunidad no rehúye de cerrar camas y, de hecho, lo hace de una planta entera con 20 camas. Sin ellas, se quedarán con 355 hasta septiembre.

Soria

La situación se repite en el Complejo Asistencial de Soria, que pasará de tener 271 antes de junio a 244, lo que supone 27 menos.

Valladolid

Es la provincia que más camas cerrará a partir del mes de junio, y sin tener en cuenta que el Hospital Universitario Río Hortega no tiene previsto someterse a esta medida, pese a que Enrique Vega asegura que «todos los años lo hacen», como fue en el verano de 2023 con 23 camas menos. Al contrario, será el Área Este de Valladolid el que se vea afectado, con la clausura temporal de dos plantas en el Clínico que conllevará el cierre de hasta 74 camas, la mayor cantidad de Castilla y León y 42 más que el año pasado; mientras que en Medina del Campo la cifra se reducirá hasta 28, aunque en su caso no tienen fecha de reapertura.

Zamora

Junto al Río Hortega de Valladolid, el Complejo Asistencial de Zamora el otro que no tiene previsto cerrar ninguna cama entre junio y septiembre. Con ello, tendrá disponibles un total de 349 camas.