Puente llama a los votantes a no confundirse: "Al loro, que no pase como en Valladolid, que se votó a un medio alcalde y medio senador"

"Al turrón que somos cinco (para hablar)". Así empezó su intervención este sábado el ministro de Transportes y exalcalde de Valladolid, Óscar Puente, durante el mitin del PSOE en el que intervinieron también la cabeza de lista al Parlamento Europeo, Teresa Ribera, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, además de Iratxe García y Luis Tudanca.  Puente, que regresaba a un acto público a la ciudad que dejó hace apenas un año para ser ministro, fue rápido al turrón, del duro, para repartir y cargar en tromba contra su sucesor en la alcaldía, Jesús Julio Carnero, un regidor, dijo, que "no quiere" a la ciudad y "sólo la utiliza para estar tres días en el Senado". 

El exalcalde empezó por felicitar a los representantes del Grupo Municipal Socialista, presentes en el acto celebrado en la Feria de Valladolid, por el "trabajo sensacional" que realizan en el Ayuntamiento, aunque a renglón seguido rebajó la euforia al señalar que "muy difícil no se lo están poniendo" y añadir que "así se las ponían a Fernando VII", en referencia a la gestión de Carnero. Puente empezó en tono pedagógico para advertir de que el 9 de junio "hay que saber lo que se vota". Frente a los que "quieren confundir", el ministro animó a estar "al loro y votar con la cabeza, no con las vísceras y el bajo vientre" para evitar, continuó, que pase lo que sucedió "en Valladolid, que se iba a elegir alcalde y se eligió medio alcalde y medio senador", en alusión a Carnero.

Repartidos los papeles entre los intervinientes, Puente centró su discurso en la gestión del alcalde 'popular' en el primer año de mandato: "¡Vaya añito en Valladolid, vaya cambiazo!", dijo, a peor, se entiende. De entrada, recordó que uno de los argumentos reiterados del PP en la oposición era que la ciudad estaba sucia y se prometió un plan de choque de limpieza, todavía sin presentar. Aunque sin citarlo por su nombre, recordó "al concejal de Vox que dijo que Valladolid era una pocilga" -el edil Alberto García Cuadrado, responsable de Salud y Medio Ambiente- que ahora sí la ciudad "lleva camino de convertirse" en aquello que denunciaba. 

En su balance de la gestión de Carnero, lamentó también "las cosas que se han perdido" y aquí acusó al alcalde de "cargarse" el pádel de la plaza Mayor, al tiempo que aseguró "no entender" lo que pretende hacer en el puente del Poniente. "Hemos pasado de ser una referencia en toda España a serlo por el ridículo", dijo Puente entre los aplausos de los asistentes al mitin de la Feria de Muestras.  A Carnero se dirigió para conminarle " a bajar el diez por ciento del IBI", uno de sus compromisos electorales, "y deje de hacer las burradas que está haciendo", todo ello, dijo "por llevar la contraria" cuando "no pasa nada por rectificar". 

Puente admitió "estar dolido" tras su salida de la alcaldía, pero aclaró que no por él dado que, y lo enfatizó, ha pasado a "formar parte del mejor gobierno de la democracia en este país", sino "por la ciudad", su ciudad, recordó, gobernada, continuó, por quienes "no la quieren y sólo la utilizan". Aseguró que está "disfrutando muchísimo" pero le "duele" su ciudad y lanzó otro dardo a Carnero, de quien dijo que anunció que iba a marcarle a él en el Senado, pero al final el regidor no asistió a su comparecencia el pasado lunes, "pese a cambiarla de fecha cuatro veces", porque estaba celebrando el ascenso del Valladolid, de donde concluyó que "no se puede ser senador y alcalde". 

Tras dedicar el grueso de su intervención a criticar a Carnero, al final de su discurso volvió al punto de partida para insistir en no dejarse "confundir" y recordar que el 9 de junio "se vota al Parlamento  Europeo". Y puestos a elegir, prosiguió, "entre Teresa Ribera y Monserrat Monserrat (Dolors Monserrat, candidata del PP) no hay color", dijo, lo que provocó los aplausos de los asistentes.

Puente tuvo también un pullazo para la presidenta de la Comunidad de Madrid cuando señaló que lo que se vota el día 9 "lo entiende hasta Ayuso: o motosierra o solidaridad". La disyuntiva, según el ministro, está entre votar a una Europa de la solidaridad que representa la candidata socialista, Teresa Ribera, "o a los que van a ir para hacerla retroceder (Europa), así de fácil es". Aprovechó el último minuto para insistir en el mensaje y pedir que se acuda a votar "sin confundirse, que no den gato por liebre" y lo remató con un ejemplo gráfico y advertir contra el riesgo de  "cambiar un Ferrari por un Twingo".