El ‘okupado’ Marqués de la Ensenada será un hotel con más habitaciones

El ‘okupado’ durante cinco años hotel Marqués de la Ensenada de la avenida de Salamanca, reabrirá en unos meses, de nuevo, como establecimiento de hospedaje y con más habitaciones, según informaron a este diario fuentes cercanas a la operación. Este uso hotelero lo tuvo entre 2009 y 2017 con la categoría de cinco estrellas, justo antes de que el movimiento social ‘La Molinera’ lo tomara como base de operaciones.

La intención de aumentar las habitaciones supondría sobrepasar las 29 ‘personalizadas’ con las que contaba en el período entre 2009 y el 2 de enero de 2017, cuando cerró con apremio de embargo de la Seguridad Social. Lo hizo con la categoría de 5 estrellas, el único de la capital vallisoletana, ya que el Hotel AC Santa Ana está enclavado a efectos oficiales en Arroyo de la Encomienda.

Tan firme es el nuevo proyecto, que el dueño del edificio, el empresario zamorano Rodrigo Cobreros, aseguró a este diario que la presentación por todo lo alto del proyecto se celebrará la próxima semana, previsiblemente el 5 o el 6 de junio, con la asistencia de la propiedad (la sociedad Zángano) y de la empresa que ejecutará la renovación del edificio.

«Tenemos previsto hacer un acto en Valladolid con la definición del edificio y con la empresa que nos va a acompañar en el proyecto. Ahí vamos a dar todos los datos y aclararlo todo, con los plazos, y todo lo que necesiten los medios», aseguró el codirector (junto a su hermano José Ubaldo) de Lácteas Cobreros de la localidad zamorana de Castrogonzalo, una firma puntera con casi un centenar de empleados y que elabora 4.000 toneladas de queso al año, con el rulo de cabra como buque insignia de su producción.

Sobre el destino del edificio como hotel, Rodrigo Cobreros ni confirmó, ni desmintió. «Como no hay nada firmado aún, no vamos a dar ningún dato. Este inmueble ha tenido muchas opciones, hemos realizado múltiples estudios sobre el negocio idóneo para el edificio, y ahora que lo tenemos centrado, queremos sacarlo de una manera homogénea y acorde para que todos los medios tengan esa información. No quiero ser benévolo con ningún medio, porque no lo he hecho, ni no voy a hacer», recalcó.

Desde que el edificio quedó desalojado de forma definitiva en la madrugada del 18 de abril de 2023, por orden del Juzgado de Instrucción 1 de Valladolid, los nuevos destinos del hotel que se han sopesado han sido varios. De hecho, la sociedad ‘Zángano Inversiones’, filial del Grupo Cobreros Gil de los hermanos Rodrigo y José, ha barajado hasta tres negocios y todos ellos distintos al de hospedaje. Así, meditaron crear un centro de personas mayores, un complejo médico y más recientemente un centro de salud mental.

«Ésta posibilidad se maduró muy seriamente hasta finales de 2023, ya que los dueños ya habían cerrado con una prestigiosa clínica de salud mental de Madrid, que ésta colaborara en un proyecto, que además iba a completarse con un centro de día con especialidades muy avanzadas», señalaron las fuentes.

Lo que sí está claro es que una reapertura como hotel ayudará a agilizar los trámites, ya que partiría de una licencia concedida, a la que habría que introducir «ajustes», una ventaja importante con respecto a si se hubiese apostado por un geriátrico, por ejemplo. De momento, para ganar tiempo, la sociedad, Zángano ya ha solicitado al Ayuntamiento de Valladolid la Declaración responsable de obras y usos (DROU), un trámite que permite al promotor la realización de obras de modificación, reforma o rehabilitación no integral de construcciones e instalaciones existentes. Todo ello con vistas al desescombro de efectos y mobiliario que han quedado tras el paso de ‘La Molinera’.

vigilancia de 24 horas

Los nuevos dueños trasladaron a este diario, nada más consumarse el desalojo, que estaban con la clara intención de dotar de actividad al viejo hotel a la mayor brevedad. «No hace falta explicar lo que supone un edificio cerrado sin uso, porque todo son gastos. Pero si todavía esta no es una razón de peso, la situación nos está obligando a una vigilancia de 24 horas con personal de seguridad privada, además de la instalación de cámaras y otros equipos», manifestó Rodrigo Cobreros, para ilustrar su interés en reabrir el inmueble cuanto antes.

112 años de historia

Este histórico edificio nació en 1912 como la histórica harinera ‘La Perla’, y lo hizo sobre las cenizas de la harinera original levantada en 1841 en el mismo enclave de la confluencia de la avenida de Salamanca, con la avenida de Gijón. Asentado sobre la desembocadura del Canal de Castilla, está declarado como Bien de Interés Cultural y su interior incluye como decoración maquinaria del viejo molino. En el año 2009, de la mano de constructora vallisoletana Francisco Capellán, se convirtió en el hotel Marqués de la Ensenada, el único espacio hotelero con categoría de cinco estrellas de la capital. Un singular edificio en la desembocadura del Canal de Castilla con el río Pisuerga y con una decoración que simulaba la del siglo XIX. Íntegramente tematizado en la Ilustración española y sus personajes más relevantes, que aportaban una estética particular a sus 29 estancias.

En 2015 empezó su declive con la venta del dueño original a una empresa levantina. Sometido a un bucle de caída de ventas y de impago de nóminas, el 2 de enero de 2017 su dueño, el alicantino Rafael Martínez, abandonó el inmueble dándose a la fuga y dejando a toda su plantilla en la calle. La propiedad (Alba Patrimonial) llegó a vender el mobiliario de mala manera. En 2018 el colectivo social ‘La Molinera’ okupó el hotel y fueron desalojados los activistas en dos ocasiones (la primera en marzo de 2022) y la segunda y definitiva el 18 de abril de 2023.