Diario de Valladolid

Dos de los okupas de Delicias abandonan el edificio y los otros tres se avienen a recibir a los asistentes sociales

El concejal de Urbanismo considera «un sudoku» dar con los propietarios del edificio / Los vecinos de la calle Olmedo temen que el inmueble vuelva a ser un punto de «trapicheo habitual»

Una patrulla de la Policía Municipal hace guardia en el portal del edificio ocupado. E. M.

Una patrulla de la Policía Municipal hacía guardia en el portal del edificio ocupado.E. M.

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Santiago G. del Campo / Raúl Ruano
Valladolid

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Dos de los cinco okupas del número 4 de la calle Olmedo, todos de nacionalidad marroquí, han abandonado el edificio. Los tres que quedan en una de las viviendas del primer piso se han avenido a recibir este miércoles a la trabajadora social de Delicias, previsiblemente acompañada de una mediadora intercultural, para informar a los okupas de las ayudas y recursos sociales que tienen a su disposición. El concejal de Personas Mayores, Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Valladolid, Rodrigo Nieto, confirmó a este periódico que con esa visita se pretende que los ocupantes «abandonen el inmueble de forma voluntaria».

Por otro lado el Concejal de Urbanismo y Vivienda, José Ignacio Zarandona, precisó que el estado de ruina del inmueble es de carácter técnico, no estructural. La ruina técnica se declara cuando los costes de las reparaciones necesarias exceden del valor del inmueble, sin que necesariamente exista el riesgo de hundimiento.

Debido a ese estado de ruina técnica no se ha decretado la obligatoriedad del derribo del edificio. Sin embargo, si el asunto sigue así «habrá que decretarlo», declara el edil. El Consistorio intenta identificar ahora a los dueños del inmueble entre una maraña de titulares ya difuntos en el Registro de la Propiedad y herederos que han renunciado a la herencia. «Es un sudoku imposible de resolver, si finalmente decretamos el derribo tendrá que ser a costa del Ayuntamiento, de forma subsidiaria», declara Zarandona. Después de eso el Consistorio podría interponer una demanda a los propietarios, para obtener el coste de la intervención. Un procedimiento que a todas luces sería muy difícil de resolver.

Preocupación vecinal

Los vecinos de la calle Olmedo también alertan del estado en el que se encuentra el edificio número 4, declarado en ruina y abandonado. Un inmueble en el que, por el momento, viven tres okuopas desde el sábado 25 por la mañana, tras días intentando entrar en la casa. La Policía pudo desarticular cuatro intentos de entrar en este inmueble, pero finalmente consiguieron su objetivo, tras cuatro ‘asaltos’ en diez días.

Un vecino que tiene su vivienda en un edificio contiguo, alerta del deterioro generalizado del inmueble. Afirma que está «apuntalado» y que el bloque de casas «está para tirarlo, hay riesgo de derrumbe». En este sentido, apunta que estos okupas se encuentran en «peligro» ante la situación del edifico: «No quiero que les pase nada, pero se puede caer», alerta sobre el estado de este bloque de viviendas.

A mayores, apunta que la situación entre los residentes de la calle, y en especial de los bloques cercanos, no es la ideal. Temen que se repite la situación que se dio hace unos meses en ese mismo edificio, cuando otros okupas entraron a vivir. En la anterior ocasión, esta calle del Las Delicias se convirtió en un punto de «trapicheo habitual». Coincide con otro vecino de la misma calle: «Llevo año y medio viviendo aquí y la familia que ocupaba la casa era bastante peor, se veían trapicheos, no paraban de hacer ruido y vi alguna navaja. Había mucho malestar en los vecinos», señala y asegura que con «estos okupas no se ha visto ningún problema».

En cambio, sí critica el «ruido durante las noches y las voces» que salen de este inmueble okupado y abandonado. El temor vecinal reside en que se pueda volver a repetir la situación de hace unos meses: «El miedo es que pueda volver a haber malestar, los trapicheos, más que ocupen la casa en sí «, relata que afirma haber visto «luz en dos habitaciones» del primer piso del número cuatro de la calle Olmedo.

Los vecinos del bloque contiguo ya sufrieron fugas de agua con los anteriores okupas que obligó a «Aquavall a cortar el suministro» porque las «tuberías estaban rotas» y el agua llegaba a los trasteros. Esta no es la primera vez que los convecinos de esta zona de Las Delicias tienen que convivir con esta problemática. De hecho, en el último desalojo se tapiaron las ventanas de los bajos y así continúan en la actualidad: tapadas con ladrillos y cemento. Estos nuevos ‘vecinos’ se encuentran en la primera planta, donde hay ventanas y no hay ningún elemento tapiado. «Queremos que se solucione cuanto antes, pero creo que no va a ser fácil», señala una vecina de la zona que cree que esta situación «ya tenía que estar resuelta» porque otra vez, este edificio vuelve a estar habitado por okupas: «Ahora se han metido estos y han tirado la puerta», señala.

Así pues, los vecinos piden que se solucione este problema. Una vez más, vuelven a convivir con okupas en las proximidades de sus viviendas. Temen que el mal estado del edificio pueda provocar una desgracia y que su calle vuelva a ser un punto habitual de tráfico de drogas.

La Policía Local estuvo a las puertas del inmueble durante varias jornadas con el fin de evitar altercados con estos nuevos ‘inquilinos’, una vigilancia que ya ha finalizado y en el entorno solo quedan dos vallas.

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