Diario de Valladolid

Okupación

Los okupas de Delicias rechazan recibir a los asistentes sociales del Ayuntamiento de Valladolid

La trabajadora social de Delicias se persona en el edificio pero los ocupantes no han querido recibirla / Servicios Sociales pretende mediar con las cinco personas que se han instalado en el edificio de la calle Olmedo 4 para informarles sobre las ayudas a su alcance e intentar que lo desalojen voluntariamente

La asistente social del Ayuntamiento de Valladolid, a las puertas de la vivienda okupada en Delicias

La asistente social del Ayuntamiento de Valladolid, a las puertas de la vivienda okupada en DeliciasJ. M. Lostau

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Valladolid

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La trabajadora social de Delicias se ha personado en la mañana de este lunes en el número 4 de la calle Olmedo, en el vallisoletano barrio de Delicias, pero los okupas del edificio no han querido recibirla. Servicios Sociales intenta ahora recabar de la Policía Municipal los datos personales de los ocupantes, para conocer su situación «e intentar otras vías de comunicación», han relatado a este medio fuentes municipales.

El Ayuntamiento de Valladolid intenta un nuevo procedimiento frente a la okupación, que consiste en informar a los okupas de las alternativas disponibles que tienen, dentro del catálogo de prestaciones de los Servicios Sociales municipales. Y todo ello, admiten fuentes del Ayuntamiento, por la insistencia del concejal de Salud y Seguridad, Alberto Cuadrado, que ha implicado en el asunto a otras concejalías. Con este procedimiento, el Consistorio intentará que desalojen voluntariamente el edificio del número 4 de la calle Olmedo. Un edificio declarado en ruina que, tras cuatro intentonas abortadas por la Policía, amaneció el sábado okupado por cinco personas, en dos pisos diferentes de la primera planta.

«Vamos a intentar que los trabajadores sociales de la zona a que pertenece esa vivienda contacten con estas personas para ver a qué recursos pueden optar por parte del Ayuntamiento» explica, en respuesta a este periódico, el concejal de Personas Mayores, Familia y Servicios Sociales, Rodrigo Nieto. «Igual que las prestaciones sociales a las que tiene derecho todo el mundo que se encuentre en determinado riesgo o situación, pero en ningún caso  los trabajadores sociales pueden desalojar el edificio», advierte.

«Otra cosa es que, de manera puntual, porque los trabajadores sociales no pueden ir a todas las viviendas que hay ocupadas en la ciudad, van a intentar ofrecerles eso, y ver en qué situación están. A lo mejor alguna de esas personas ya tiene alguna prestación del Ayuntamiento o del Gobierno y aun así está ocupando la casa», añade el edil. «Vamos a ver si podemos ofrecerles algún tipo de recurso que evite que sigan ocupando ese edificio, pero eso no es garantía de nada, no tenemos capacidad de ofrecerles una vivienda ni nada por el estilo», apostilla.

«Hay que tener en cuenta que los trabajadores sociales tampoco son mediadores», precisa Nieto. Les pueden informar sobre «ayudas de alquiler,  ayudas de alimentación, en circunstancias concretas ayudas para hostales... A ver si en alguno de esos recursos quieren optar a ello. Pero no pueden resolver el conflicto los trabajadores sociales».

En cualquier caso, deben cumplir los requisitos como cualquier otro ciudadano. Por ejemplo, no podrían optar a entrar en el albergue municipal, ya que es necesario estar en situación de vivir en la calle. «Estas personas no están en la calle», precisa el concejal. «Y no sabemos si estas personas tienen otro tipo de recursos como el Ingreso Mínimo Vital, o que ellos mismos tengan una vivienda en otro sitio». De la misma forma, para entrar en un piso de alquiler social del Ayuntamiento, «tendrían que cumplir el procedimiento habitual, porque hay mucha gente que necesita una vivienda en Valladolid».

«Veremos a ver qué fruto da este procedimiento, que no es habitual», señala Nieto. «Lo normal no es que vayan los trabajadores sociales a una vivienda ocupada. En este caso ha insistido el concejal [por Alberto Cuadrado], y vamos a intentar contactar con ellos. También nosotros tenemos que garantizar que nuestros trabajadores sociales no tengan ningún problema», concluye.

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