La Diputación y el Arzobispado destinan un millón para la rehabilitación de iglesias en Valladolid

El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, y el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, renovaron hoy para los dos próximos años el convenio de colaboración entre ambas instituciones que permitirá el arreglo de diferentes iglesias y ermitas de la provincia que no cuenten con la declaración como BIC. Cada una de ambas instituciones aportará medio millón de euros hasta finales de 2025, mientras que los ayuntamientos donde se acometan actuaciones aportarán otros 200.000 euros, elevando la inversión total hasta los 1,2 millones.

La Comisión de Seguimiento del Convenio, integrada por representantes del Arzobispado y de la Diputación, evaluará los criterios objetivos de valoración de las solicitudes que se presenten y que cumplan los criterios marcados. De esa forma, debe tratarse de obras de recuperación, restauración o sustitución de los elementos estructurales, cerramientos o instalaciones; obras de carácter urgente en atención al estado físico que presenta el inmueble; obras destinadas a remediar daños que impidan que el edificio reúna las mínimas condiciones de funcionalidad; la gravedad de la patología que se pretende reparar para el conjunto del inmueble; o la imposibilidad de dilatar en el tiempo la ejecución de las obras por existir riegos para la seguridad de las personas, informa Ical.

Las actuaciones que pueden ser realizadas se centran en la reparación o consolidación de elementos estructurales como muros, cimientos, bóvedas, estructuras cubiertas y otras análogas; obras de carácter no estructural como sustitución de tejas y retejados, colocación de impermeabilizantes, sustitución de entablados, cornisas, canalones, bajantes y escaleras. Asimismo, ampara obras de acabado interior, como pueden ser la eliminación de humedades y goteras, la reforma de pavimentos o el acondicionamiento de accesos, y a la instalación o sustitución de sistemas de calefacción o electricidad que faciliten o mejoren las condiciones funcionales de los edificios.

Quedan fuera excluidas las actuaciones de acabados interiores y exteriores que no vayan ligadas a obras de consolidación del edificio, las instalaciones eléctricas de carácter ornamental y sustitución de luminarias, las obras de urbanización del entorno de la iglesia o ermita, o la reparación o restauración de retablos. También quedan excluidas las actuaciones en iglesias y ermitas declaradas Bien de Interés Cultural o que hayan iniciado ya el expediente para su declaración.

Para Íscar, este acuerdo afecta a “edificios con un importante valor artístico, cultural y religioso, pero que, además, para los vecinos de nuestros pueblos, son el referente que nos identifica como comunidad y que les hace diferentes al pueblo de al lado”. “Sin estar calificados oficialmente como monumentos protegidos, constituyen una importante parcela del patrimonio arquitectónico, histórico, cultural y sentimental de la provincia”, apuntó antes de garantizar que, mientras él sea presidente de la institución provincial, “se mantendrá esta vía de colaboración, porque es obligación de esta administración trabajar por garantizar la conservación de los edificios más emblemáticos de nuestros pueblos”.

“Queremos garantizar el uso religioso de los edificios con un triple objetivo: conservar los inmuebles, poner en valor la promoción del uso turístico, y facilitar un uso respetuoso de los centros desde lo cultural, respetando siempre lo religioso”, apuntó antes de señalar que, el pasado año, el convenio permitió actuar en 58 inmuebles.

Por su parte, Argüello destacó su “satisfacción” por esta firma porque “gracias a esta importante acción” conjunta “se llega a pequeños municipios que por sí mismos no podrían abordar” estas obras.

Los vecinos de la provincia “valoran mucho sus templos y ermitas” y convenios como este, ha señalado Luis Argüello, ofrecen la comprobación de que con las aportaciones de los fieles, bien a través de colectas, de donaciones o de la casilla de la Iglesia Católica en la declaración de la Renta, se da respuesta a la “obligación” de “conservar” este “rico patrimonio” del que “todo el mundo presume”.

“Tenemos un patrimonio inmenso y eso conlleva un coste”, destacó además de reconocer que la situación de los templos y ermitas de pequeñas localidades en la provincia es, en general, “satisfactoria”. “Ahora tenemos más preocupación por los bienes BIC que por el resto. Este convenio no entra en los denominados BIC, donde la competencia es de la Junta, que atiende a once diócesis en las que hay centenares de bienes de interés cultural, de propiedad eclesial, más otros de otras administraciones o particulares y es difícil atender todos los intereses”, completó.