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MEDIO AMBIENTE

El CTR de Valladolid elevará su capacidad de reciclado un 89% tras su ampliación

Las obras de la planta que dará servicio a toda la provincia se encuentra al 35% y estará operativa a principios de 2025 / Carnero hace un llamamiento a la población para la correcta separación de los residuos en origen

Centro de Tratamiento de Residuos de Valladolid.E.M.

Publicado por
José Javier Álamo
Valladolid

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El Centro de Tratamiento de Residuos de Valladolid (CTR) elevará su capacidad de reciclado un 89% tras su ampliación. El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, resaltó este viernes en su visita a las instalaciones el buen ritmo de las obras de mejora y ampliación que está llevando a cabo el Ayuntamiento, con un coste de ejecución material de 43 millones de euros. El primer edil estuvo acompañado por el concejal de Medio Ambiente, Alejandro García Pellitero, y por los responsables de las empresas FCC Medio Ambiente y la compañía local Construcciones Zarzuela, que integran la Unión Temporal de Empresas adjudicataria del contrato, que lleva aparejada la explotación del CTR durante un plazo de 9 años y medio y dará servicio de tratamiento a toda la provincia de Valladolid.

El proyecto fue aprobado en Junta de Gobierno el 26 de septiembre del pasado año y las obras que se están ejecutando «avanzan a buen ritmo», señaló el alcalde. A día de hoy, se ha ejecutado, aproximadamente, un 35% de la obra civil, aunque el grueso de la misma tiene que ver con los equipos, que suponen casi un 80% de la inversión, y cuya instalación está condicionada a las edificaciones previas.

Respecto a los plazos, la actuación se encuentra a pleno rendimiento, con 70 personas trabajando, y recuperando los retrasos sufridos por las lluvias que coincidieron con los movimientos de tierras principalmente. La inercia que tiene la obra en este momento permitirá un gran avance durante el periodo estival.

Con esta actuación se solventarán diversas carencias que están condicionando el tratamiento provincial de los residuos domésticos. Por un lado, los equipos de proceso han llegado al final de su vida útil tras prestar servicio durante 22 años y haber procesado más de tres millones de toneladas de residuos. La renovación permitirá el cumplimiento de la legislación vigente y de los exigentes hitos que la Unión Europea plantea en el tratamiento de los residuos domésticos.

El alcalde aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento a los ciudadanos a la hora de la recogida de los residuos. «Tenemos que concienciar a los vecinos para ser selectivos en la recogida de basuras y residuos y enseñar a los pequeños a hacerlo. La colaboración de la ciudadanía en sus hogares y del sector de la hostelería y del comercio es esencial para facilitar la capacidad de separación de estas instalaciones y hacer factible el cumplimiento de los objetivos ambientales que, con respecto a residuos domésticos, plantea la legislación vigente. La obra mejorará la vigencia tecnológica del tratamiento, que redundará en mayores recuperaciones de materiales y menor uso del depósito en vertedero».

Carnero agradeció a los trabajadores y a la concesionaria el trabajo que vienen realizando desde que comenzaron las obras, lo que ha permitido alcanzar este 35% ejecutado. «Las obras del CTR avanzan de forma rápida y diligente. Entre febrero y marzo de 2025 el centro estará en actividad», señaló.

La actuación de mejora del Centro utiliza la mayor parte de las actuales naves e incorpora diversas ampliaciones, incrementándose así la superficie de cubiertas. En cuanto a los nuevos equipos, se contempla una renovación integral del tratamiento primario con la incorporación de separadores automáticos y plantea un aumento de la capacidad de compostaje con un nuevo reactor. Por exigencia contractual, toda la energía que se utilice en el centro deberá ser producida en el propio proceso mediante el aprovechamiento del biogás producido.

La Planta de Tratamiento estará dotada de sistemas de automatización, será capaz de mejorar los porcentajes de recuperación y de cumplir varios objetivos: Elaborar un compost diferenciado y de mayor calidad procedente de la fracción orgánica, aumentar la recuperación de materiales, reducir el rechazo y el uso del vertedero, minimizar la producción de lixiviados y mejorar su gestión, eliminar los malos olores que se producen en el entorno y producir el 100% de la energía necesaria para el proceso de tratamiento.

Respecto a la mejora del tratamiento de olores en el entorno, el Ayuntamiento de Valladolid plantea diversas medidas como la mejora del actual biofiltro que se cubre, se le dota de una chimenea y se mejora con una torre de lavado de ácido de gases, un lecho de carbón activo y una renovación del material filtrante para asegurar la eliminación de los olores, así como la instalación de dos chimeneas con medición de emisiones en continuo. Además, incorpora una tecnología innovadora con un tratamiento de olores por medio de oxidación avanzada o reactor ultravioleta, así como un sistema de esclusas en los fosos de descarga.

El proyecto contempla la creación de un centro de I+D+i y un Observatorio de residuos y economía circular de Valladolid, que se desarrollará mediante convenios con universidades, centros tecnológicos y empresas. Además, la compañía adjudicataria ha ofertado destinar 325.000 euros anuales a campañas de concienciación orientadas a que la ciudadanía sea responsable en la menor producción de residuos y su correcta segregación en los hogares.

Calidad de los procesos

Son destacables también las mejoras en el edificio de personal. Los trabajadores contarán con una amplia instalación de bienestar que servirá de vestuario, comedor y sala social. Asimismo, se va a mejorar la capacidad de recibir visitantes mediante un aula ambiental con vistas panorámicas y una pasarela de visitas. Todo esto permitirá mejorar la calidad de los procesos de educación y concienciación de escolares y diversos colectivos que visitan la instalación.

En cuanto al vertedero, se va a modificar la forma de explotación, mediante sistemas de embalado de residuos y de cobertura de los frentes de vertido. De esta manera, quedarán eliminados los malos olores y otras afecciones al entorno que se venían produciendo.