La policía baraja un ajuste de cuentas por droga en la reyerta a machetazos de San Pablo en Valladolid
La investigación no descarta que los arrestados, de 16 y 17 años y que hoy pasarán a disposición del juez y el fiscal de menores, pertenezcan a una banda latina
Un ajuste cuentas por tráfico de drogas. Esa es la hipótesis con la que trabaja la investigación de la Policía Nacional tras la reyerta a machetazos en pleno centro de Valladolid, concretamente en el entorno de la plaza San Pablo de Valladolid, que acababa con un joven marroquí de 18 años herido en la cabeza y en una mano y con tres menores de 16 y 17 años, colombiano, venezolano y español de origen cubano, detenidos.
La pelea, en la que tenían que que intervenir agentes de la Policía Local y de Nacional, se producía en torno a las dos de la tarde de este miércoles en la calle Sinagoga, muy próxima a las plazas San Pablo y San Nicolás de la capital vallisoletana, según detallan las fuentes de la Policía Nacional consultadas por este periódico.
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Los menores de 16 y 17 años son de nacionalidad colombiana, venezolana y española de origen cubano según informan fuentes de la investigación policial y está previsto que en la mañana de hoy pasen a disposición del juez y del fiscal de menores, a decir de las mismas fuentes a la que ha tenido acceso este periódico.
Los tres jóvenes se encuentran en las dependencias de la Policía Nacional tras ser detenidos en una rápida intervención y persecución en la plaza de la Trinidad, detallan las mismas fuentes consultadas por este periódico. Además, según indican los testigos de lo sucedido, en el momento en el que los agentes les localizaron «todavía iban con el machete en la mano».
La investigación policial trabaja con la hipótesis del ajuste de cuentas por tráfico de drogas. Además, actualmente están investigando a la banda latina 'Dominican Don't Play', a la que podrían pertenecer los tres menores arrestados, por la reyerta a machetazos.
Con respecto a los momentos después de la agresión, los vecinos de la zona aseguran que sucedió muy rápido.
«Escuché gritos así que me asomé a la calle y vi como tres chicos salían corriendo por la carretera con un machete de la mano», explica uno de los testigos de la reyerta.
Una persona que se encontraba en el bar situado en la calle Sinagoga, informa de que tras la huida de los agresores «a los quince segundos o así, llegó el chico al que habían apuñalado gritando y pidiendo una ambulancia».
El joven «estaba sangrando y se tiró en la esquina del final de la terraza del bar a esperar a que llegaran los médicos» y rápidamente los ocupantes del establecimiento dieron aviso a emergencias de lo sucedido en la céntrica vía.
Por su parte, los operativos que acudieron al lugar de los hechos indicaron a los testigos que, a pesar de las heridas que presentaba, el estado del joven no revestía gravedad y procedieron a vendarle la cabeza y la mano para su posterior traslado.
Hasta el lugar de los hechos, además de varias patrullas y dotaciones de la Policía Nacional y Local, se desplazaba un equipo sanitario con una UVI móvil, que eran los encargados de llevar al herido hasta el Hospital Clínico.
No es la primera vez que se produce una pelea de este tipo en Valladolid. Conviene recordar que, el pasado enero, un hombre de 36 años resultaba herido en un brazo y en el hombro, también por un machete, en un locutorio de la calle Nicolás Salmerón de Valladolid. Los hechos entonces se sucedían en torno a las 0.40 horas en un locutorio de la calle Nicolás Salmerón y provocaba la movilización de patrullas de la Policía Municipal y del CNP, así como de Emergencias Sanitarias de Sacyl. Un ataque que, finalmente, acababa con la detención de cuatro latinos. Habrá que esperar la decisión que toman el juez y el fiscal de menores sobre los tres detenidos, pero toda hace indicar que, salvo sorpresa, serán internado en el infierno centro de menores Zambrana.
Un centro que, según apuntan las fuentes de la investigación a este periódico, ya conoce bien al menos uno de los ahora detenidos por esta nueva reyerta a machetazos en pleno centro de Valladolid.