El PP no se aclara con el nuevo puente de Poniente: presenta un nuevo diseño pero dice que tampoco vale
El nuevo rediseño del paso elimina las mamparas laterales e incorpora unas superiores acristaladas, pero el alcalde insiste que «el proyecto está en supervisión y no es el definitivo», algo que asegura ya habían avisado a los grupos
Se le empieza a atragantar al alcalde de Valladolid la que fue una de sus promesas estrella durante la campaña. La ampliación del puente de Poniente ya tiene un segundo diseño, pero el grupo de gobierno dice que tampoco vale.
Algo que señala ya el propio alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, quien advierte que el diseño del puente entregado a la oposición «no se parece a lo que va a ser». Carnero deja claro, en declaraciones a los medios, que las imágenes se corresponden a una propuesta que se encuentra «en supervisión» por parte del equipo de Gobierno y que, asevera, «nada tienen que ver» con el diseño definitivo que se conocerá próximamente. «El proyecto está en supervisión y no es el definitivo», insiste el regidor vallisoletano, quien aclara que es algo de lo que ya habían avisado a los grupos de la oposición en el momento de enviárselo.
Era el controvertido edil de Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, quien remitía ese nuevo diseño, del que se autora la firma Icidec Ingeniería y Arquitectura, a los grupos de la oposición. El edil socialista Luis Vélez se ha encargado de filtrarlo oportunamente. El controvertido edil de Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, ha remitido un nuevo diseño, del que se autora la firma Icidec Ingeniería y Arquitectura, a los grupos de la oposición. El edil socialista Luis Vélez se ha encargado de filtrarlo oportunamente. El nuevo diseño, el segundo que presenta el PP tras la lluvia de críticas que recibió el primero, ya rueda por las redes sociales, entre arquitectos afines al PSOE y contrarios a la ampliación de puente, que consideran un auténtico despilfarro para la ciudad de cinco millones de euros. Sin embargo, el PP se ha apresurado a decir que ese diseño tampoco vale, pese a que acaba de ser remitido a la oposición hace sólo una semana. Argumentan que no es definitivo. Insólito.
No hay que olvidar que hace un mes, cuando se presentó el proyecto, se anunció en rueda de prensa que durante el año de obras se cortaría el acceso al puente. Apenas unas horas después tuvo que salir el concejal Alberca para rectificar y asegurar que no se interrumpiría el tráfico. Todo es cambiante en este departamento municipal y nada parece seguro a la vista del proceder con el puente de Poniente, que va por el segundo diseño, pero no parece que vaya a ser el definitivo.
Lo más novedoso es que las mamparas iniciales en los laterales, lo más controvertido del primer diseño, se sustituyen por otras superiores acristaladas en forma de tejado, aunque no se sabe bien que función cumplen, porque el asunto de la suciedad no ha pasado desapercibido. Y si es por proteger del sol a los viandantes, es un tanto absurdo, porque en la acera norte no proporcionará sombra alguna. Tendrá que explicarse el edil Gutiérrez Alberca sobre la funcionalidad del diseño o que nuevos cambios han solicitado a la mencionada ingeniería, que no parece acertar con lo que busca el PP.
El primer diseño procedía de la etapa de Javier León de la Riva. La ampliación del puente la rescató Carnero como uno de los baluartes de la campaña que le llevó a la Alcaldía. Pero el puente de Poniente data de 1950, coincidiendo con el inicio de los albores de la expansión de la ciudad al otro lado del Pisuerga. Y en el Plan General de Ordenación Urbana vigente en la actualidad goza de una protección P3, relacionada con la estructura y la tipología. Esos aspectos varían con la ampliación. Habría que modificar el PGOU o explicar cómo se puede sortear la protección. Porque lo que es seguro es que la oposición va a buscar cualquier resquicio judicial para intentar paralizar el proyecto. Y en el PGOU lo puede encontrar, como ya lo encontró en precisamente en el caso PGOU que acabó con la condena del concejal de Urbanismo en la anterior etapa del PP al frente del ejecutivo municipal. El proyecto mantiene los muros de piedra que forman parte de la barandilla actual y con eso es con lo que pretende argumentar "se preserva la tipología y la estructura" del actual puente para sortear a protección del PGOU. Esta es la parte más delicada del proyecto. Y el PP, que no quiere verse en los tribunales con los antecedentes que tiene en materia urbanística, lo sabe.
Lo que parece una verdadera broma es que se acometa una obra de ampliación del puente de cinco millones de euros y la consecuencia sea reducir el actual espacio peatonal. Según el proyecto último remitido a la oposición por el edil de Movilidad, el ancho de las aceras pasa de los 2,3 metros actuales a 1,8 metros en algunos tramos del puente, que es el mínimo permitió en materia de accesibilidad. Por añadidura el carril bici pasa a ser de 2,3 metros, alejado de las recomendaciones del gobierno en materia de movilidad, que lo sitúa en 2,6 metros, según fuentes municipales consultadas por este periódico.
El proyecto estrella para mejorar la movilidad en Valladolid se le está atascando al PP. Cuando se acerca el primer año de mandato, todavía no ha sido capaz de ofrecer un diseño definitivo del puente de Poniente. La última versión, aunque no la definitiva, a juzgar por lo que dice el propio concejal del área, experto en cambios de opinión constantemente, no será la última. Los ciudadanos en redes ya han empezado a calificar esta segunda versión como "un mamotreto en toda regla", en alusión a los aparcabicis que empezó a instalar el gobierno de Puente y que pese a las críticas rotundas de Carnero, el PP ha seguido ampliando por toda la ciudad hasta duplicarlos. Los mamotretos para bicis siguen teniendo una ocupación ridícula y eso que los precios que ahora ofrece AUVASA, una empresa pública en el punto de mira por su despilfarro, son también ridículos comparados con los que empezaron.
Y todo esto llega en medio del caos en las obras, con cuatro proyectos de carril bici paralizados por el preconcurso de la empresa adjudicataria, entre ellos el de Isabel la Católica, que es otra de las estrellas de Carnero para aliviar el tráfico en el centro de la ciudad. Es curioso que se le hayan adjudicado a la misma empresa esas cuatro obras. La salmantina Gecocsa que ya ha dejado empantanados hace casi dos meses los trabajos del carril bici del Camino Viejo de Simancas. De momento no hay solución. El concejal de Urbanismo, José Ignacio Zarandona, de momento no parece capaz de desatascar la paralización, ante las quejas del alcalde de Simancas, el también popular Alberto Plaza, que ha pedido explicaciones por carta a Carnero de la situación. Al estilo de lo que hace Carnero con Óscar Puente en materia de soterramiento. La estrategia epistolar ha hecho mella en los populares. Quienes no han abierto la boca, pese al escándalo de estas paralizaciones son los socialistas, que no parecen dispuestos a ejercer la crítica sobre los desmanes del departamento del edil Zarandona. Aunque es cierto que es posible que tenga que ver con que Luis Vélez presumió de que la obra del Camino Viejo de Simancas la dejó adjudicada Manuel Saravia. Sin embargo, ahora no ha abierto la boca. No es menos el caos en el que vive inmerso el PP del que padece el PSOE, azotado por una guerra latente por hacerse con la sucesión de Puente, tanto en el partido como en la candidatura municipal.