Puente dice que Sánchez "es el puto amo" pero cree que no va a seguir

Los últimos cinco días se han convertido en una muestra de apoyo constante a Pedro Sánchez desde el PSOE cuando en la tarde del miércoles trasladó a la ciudadanía que se tomaba un tiempo para reflexionar si continúa o no en el cargo. Un plazo dado por el propio Sánchez que ya espira.

Estos cinco días la política nacional española ha girado en torno a esta reflexión del presidente del Gobierno después de que un juzgado de Madrid abriera diligencias a su mujer, Begoña Gómez, por un supuesto delito de tráfico de influencias y corrupción. Un tiempo en el que desde su partido no se ha dejado de mandar mensajes de apoyo y pidiéndole que continúe en el cargo. Uno de los pesos pesados del parido que más ha respaldado a Sánchez en los últimos años ha sido Óscar Puente. Apenas un día antes de que comunique su decisión, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible volvió a arroparle públicamente, aunque cree que no va a seguir. Indicó que «no está fácil» que continúe como presidente del Gobierno porque «está muy tocado» ante el «calvario» que supone que a su mujer le abrán diligencias.

Lo hizo esta vez en un mitin en Galicia donde afirmó que Sánchez «es el puto amo». Durante su intervención el que fuera alcalde de Valladolid sostuvo que la «influencia de España en Europa y en el mundo es incluso mayor que en los tiempos de Felipe González». A continuación esgrimió que el anterior líder socialista tuvo «mucho predicamento en el exterior». «Pero es que Pedro Sánchez no es que tenga predicamento es que es el puto amo. Esa es la realidad. Es el puto amo», reiteró en dos ocasiones.

Tras esta frase explicó los motivos de su rotunda afirmación: «¿Por qué lo es? Porque tiene autonomía, porque tiene discurso, porque se le respeta, porque habla inglés, porque no tiene que estar aislado en una silla cuando la gente habla entre sí», indicó entre aplausos de los socialistas gallegos. Unas declaraciones que realizó durante un acto en Santiago de Compostela donde arropó a José Ramón Gómez Besteiro en la celebración del congreso regional del PSOE gallego que le elige como nuevo líder.

Durante su discurso comparó los conocimientos de inglés Pedro Sánchez con los de Alberto Núñez Feijóo, aunque si nombrarle: «Los hijos de los trabajadores, que somos nosotros, somos los más preparados frente a los que han tenido todas las oportunidades del mundo», sostuvo.

Toda la intervención de Puente fue para repasar la trayectoria histórica de Sánchez y del PSOE pero tanto al inicio como al final se centró explícitamente en la reflexión anunciada por el líder socialista.

«Hay que apoyar mucho a nuestro secretario general. No está fácil porque han tocado su punto débil», dijo Puente en referencia a Begoña Gómez. «Ojalá resuelva esta reflexión haciendo lo que todos esperamos, que es seguir adelante».

Puente expuso ante la militancia gallega que Sánchez «está muy tocado» al «ver a su mujer pasar un calvario» y se mostró convencido de que el presidente del Partido Popular «está detrás de la estrategia para socavar la vida familiar y personal» del ahora presidente del Gobierno.

Ferraz

Las palabras del ministro de Transportes fue la enésima muestra de apoyo que recibió Sánchez del político vallisoletano. El sábado se celebró en Ferraz el Comité Federal del partido que terminó por convertirse en una manifestación de simpatizantes y militantes en apoyo al todavía presidente del Gobierno.

Las intervenciones de algunos de los pesos pesados del partido se retransmitieron (algo que no es habitual) para las 12.500 personas que acudieron a la sede nacional, entre los socialistas que tomaron la palabra se encontró Óscar Puente. Ahí, el ministro se dirigió al presidente del Gobierno: «No puedes rendirte y entregar a la derecha lo que busca, la cabeza del secretario general del Partido Socialista y con ella la justicia social de este país. No puedes permitirlo, Pedro». En esta misma línea, le pidió que continuase en el cargo para «seguir haciendo historia de la buena».

El titular de Transportes esgrimió que él mismo y otros dirigentes socialistas se han preguntado a lo largo de su carrera política si merece la pena seguir en el cargo. Recordó que su abuelo Antonio, quien con 24 años en 1939 fue encarcelado en Valladolid «por rojo» y, tras salvarse «por suerte» de ser fusilado, se pasó tres años en prisión, con palizas diarias y manguerazos de agua fría, y vivió una vida de «miseria» y «privaciones». Su sufrimiento como político, dijo el exalcalde de Valladolid, es «mucho más liviano» que el suyo.

Por ello, Óscar Puente quiso enviarle un mensaje a la derecha: «España no es una finca, y no es suya. Nosotros no somos los cachicanes de su finca». Además, recordó que este país ya no es el de ‘Los santos inocentes’ de Miguel Delibes y añadió que si queda algo de ello es en sus estructuras de poder, por lo que sentenció que los socialistas tienen el mismo derecho que ellos a gobernar y que el presidente no es un «usurpador» ni un «ocupa». «Dejen de enfangar. Dejen de emponzoñar la vida pública cada vez que el pueblo les da la espalda», apostilló. Es por ello que pidió a la militancia socialista que empujara y aupase a Pedro Sánchez para que desde el lunes vuelva a estar con ellos «al pie del cañón», como aseguró que ha hecho estos ocho años, informa Ical.

El ministro, emocionado en algunos momentos ante las encendidas intervenciones de sus compañeros, dejó a un lado el «largo» discurso que llevaba preparado para dirigirse a Pedro Sánchez.

La escena del sábado en Ferraz fue la mayor muestra de apoyo que ha tenido Pedro Sánchez por parte de su partido, pero no la única. Más de 2.500 alcaldes, presidentes de diputaciones provinciales, cabildos y consells pertenecientes al PSOE y otros grupos políticos respaldaron un manifiesto de compromiso, impulsado desde Palencia, con «la concordia y la convivencia democrática». En el texto se señalaba que «la deriva de los discursos, iniciativas y campañas que venimos conociendo en los últimos años por parte de la extrema derecha y derecha extrema son incompatibles con los valores democráticos y suponen un peligro para la convivencia. España se construye sobre la concordia y el diálogo».