Diario de Valladolid

Cuatro nuevas agresiones en el Zambrana ante la pasividad de la Junta: "Si tuviera un cuchillo os lo hundía en el cuello"

Los nuevos altercados obligan a reducir y llevar a aislamiento a uno de los menores que amenazó al personal de seguridad

Imagen de la puerta de entrada a las instalaciones del centro de menores Zambrana.

Imagen de la puerta de entrada a las instalaciones del centro de menores Zambrana.E. M.

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Felipe Ramos / Alicia Calvo
Valladolid

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Un infierno que no cesa. Eso es lo que vienen denunciando los trabajadores del centro de menores Zambrana de Valladolid, la grave situación que viven, prácticamente a diario. Insultos, vejaciones y agresiones a las que se ven sometidos por los internos del centro, tal y como denunciaban hace unas semanas en este periódico. Un infierno que, lejos de controlarse, va a más.

Y para muestra la de los últimos días, en los que se producían cuatro nuevas agresiones en el centro, tal y como relatan los trabajadores y figura en los partes a los que ha tenido acceso este periódico, ante la pasividad de la Consejería de Familia de la Junta de Castilla y León, que sigue escudándose en que se está trabajando en el nuevo pliego del contrato, que conllevará un aumento de plantilla y que ahora ya se ha aumentado el número de vigilantes de seguridad.

La más grave de estas cuatro últimas agresiones tenía lugar en el turno de tarde del viernes día 12 en el área de reforma del centro y obligaba a reducir al interno aplicándole una sujeción en las muñecas «con equipos homologados».

La respuesta del menor era «muy agresiva, intentando resistirse a la sujeción». Es más, en un momento del altercado, según señalan las fuentes a las que ha tenido acceso este periódico y consta en los partes, el interno llegaba a arrebatarle la defensa reglamentaria a uno de los vigilantes de seguridad y «golpearle en la cabeza». A otro le golpeaba en el pecho, «escupiendo mientras continúa con las amenazas y revolviéndose en el suelo lanzando patadas», detalla el parte del incidente del Zambrana.

En ese instante, el resto de internos también se revelaban y comenzaban a golpear las puertas de las habitaciones, lo que hace que tome la decisión de trasladar al menor «a la unidad de separación como medida de aislamiento provisional». Todo ello, «para evitar un incidente mayor».

Las amenazas del menor van a más en el traslado al aislamiento provisional, con continuos insultos: «Me cago en vuestra puta madre». Insultos que van a más: «Me cago en tu puta madre, hija de puta, he visto mil incidentes y no tengo que estar aquí».

El personal de seguridad, según se indica en el parte, intenta tranquilizarlo, pero lejos de eso, el interno los amenaza: «Si tuviera un cuchillo os lo hundo en el cuello».

Ese mismo día 12, pero en el turno de mañana, en concreto a las 13.37 horas cuando se está poniendo la mesa se produce una pelea entre dos menores. Una de las trabajadoras intenta separarlas y una de ellas coge un plato «y le da un golpe en la cara con él». El personal de seguridad tiene que aplicarle medidas de sujeción de seguridad en las muñecas y se la saca del comedor para el pasillo.

Un día antes, el jueves 11 a las 19.30 horas y también en el módulo de reforma, tenía lugar otro incidente, con una menor que tras discutir y pelearse a puñetazos con su compañera de habitación agrede «arañando en el cuello a un vigilante de seguridad», lo que hace que también deba ser reducida con sujeciones de seguridad.

El último de los incidentes tenía lugar este lunes, cuando uno de los menores se niega a ir a la habitación, se revuelve y agrede golpeando en el torso al vigilante de seguridad. Esto hace que se lleve a la unidad de separación, lo mismo que se había hecho con el interno del viernes día 12, donde lo mantienen hasta las 22.30 que lo suben de nuevo a la unidad.

Altercados, insultos y agresiones que, según señalan los trabajadores consultados por este periódico, se producen a diario. «La situación está siendo cada vez más complicada», aseveran.

Concentraciones

Ante la falta de soluciones y de respuesta, el personal trabaja ya en un calendario de movilizaciones, que comenzarán el próximo viernes día 19 con una concentración delante de la Consejería de Familia de Isabel Blanco, para exigirle respuestas ante esta «grave situación», recalcan. Protestas que no se van a parar ahí, ya que tienen previsto concentrarse delante de las Cortes un día de pleno aún por definir, aunque barajan el de presupuestos, que será el 29 y el 30 de este mes de abril.

Mientras, desde el Partido Socialista de Castilla y León, que este lunes se reunía con el comité, exigirán a la consejera Isabel Blanco que «reaccione y dé respuesta a esta situación», afirma el procurador Pedro González. Y que lo haga sin esperar al pleno de sesión de control, que se irá a finales de mayo.

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