El quiosco de Valladolid con vida propia

El quiosco de la plaza Caño Argales de Valladolid mantiene sus ventanas cerradas y las persianas bajadas desde hace más de un año, en concreto desde abril de 2023. Sin embargo, cada vez está más cerca de volver a cobrar vida. La edificación, muy querida en el barrio por su antigüedad y encanto espera pacientemente a que el programa de actividades que la Asociación vecinal 'Caño Argales' de San Andrés ha confeccionado específicamente para realizar en él llegue a buen puerto. Eso sí, si el Ayuntamiento de Valladolid da su beneplácito al proyecto vecinal.

Desde la Asociación, su presidenta Teresa García Bravo no duda en presumir de ese encanto que tiene el quisoco. "Merece la pena verlo con las ventanas abiertas", asegura. Y es que, aunque todavía no sepan la fecha exacta en la que volverá a atravesar la luz por las cristaleras del templete, además de contar con un programa de actividades ya marcado, cuyos entresijos no desvelan aún, tienen la esperanza de que las puertas del pequeño edificio verde vuelvan a abrirse. "Muy en breve habrá fiesta en Caño Argales", comenta García Bravo. Y es que, desde su "aterrizaje" en la plaza, como lo llama la presidenta, no se ha vuelto a abrir.

"Están planeadas actividades controladas dentro o alrededor del quiosco", afirma la presidenta, y también comenta la posibilidad de que se pueda convertir en un punto de información para el vecindario, e incluso entre las demás asociaciones de vecinos, además de convertirse en un espacio para talleres, exposiciones de pintura o fotografía. Todo ello, puntualiza García Bravo, "en momentos puntuales" ya que la asociación no cuenta con la capacidad para que el quiosco pudiera permanecer abierto todo el año. Eso significaría una cesión total de la edificación por parte de Patrimonio a la asociación, y como afirma García Bravo, "es mucha responsabilidad para nosotros, sería como si fuera nuestro, y necesitaríamos encontrar un voluntariado estable". Por ello, plantean un uso efímero y en contadas ocasiones, de manera que el vecindario pudiera verlo abierto de vez en cuando.

Ya está todo listo, el programa planteado, las actividades organizadas, solo falta "que nos dejen las llaves", afirma García Bravo. Sin embargo, la última palabra la tiene el Ayuntamiento por lo que, para abrir las puertas del templete, los vecinos de Caño Argales deberán esperar a la respuesta del Consistorio. La asociación anticipaba sus intenciones vía 'X', en la que publicaron un mensaje que atendía a que el quiosco y el vecindario vivirían "grandes sorpresas", aunque "poco a poco, despacito y vamos viendo", recordaban en el mismo mensaje.

La presidenta también destaca el apoyo no solo de vecinos, también de usuarios en redes sociales que han querido interesarse por la situación del quiosco. "En la vida hubiéramos tenido tantos me gusta", afirma la presidenta. También añade que, ha sido ese "interés" que la gente ha demostrado por el quiosco lo que "nos empuja a lucharlo". Sin embargo, desvela, le faltan algunos asuntos al templete centenario para que esté completamente operativo, como un punto de luz. Hasta entonces, la plaza Caño Argales seguirá contando con su quiosco cerrado, aunque "a partir de muy pronto", desvela García Bravo, puede que esa situación se cambie.