Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo
Sofía, una joven vallisoletana con autismo: "No somos como los personajes de televisión"
La estudiante universitaria busca mostrar la realidad de esta condición más allá de los estereotipos: “Hace falta que la gente vea cómo somos realmente”
“Ni superlistos, ni personas raras, ni aburridos, ni complicados”, Sofía Mediavilla, una joven vallisoletana con autismo de 27 años muestra la realidad de esta condición más allá de los estereotipos. Cada 2 de abril marca el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo un día en el que organizaciones, familias y personas con esta discapacidad ponen en valor la necesidad e importancia de contar un diagnóstico así como luchar contra los prejuicios para “crear un mundo más comprensivo que mejore la calidad de vida de las personas con esta condición”, según manifiestan desde la Federación Autismo Castilla y León.
Su gerente Rosa Luna apunta a que “la discriminación y las barreras sociales son a menudo mayores obstáculos para las personas con autismo que su propia condición. Es cierto que esta discapacidad afecta a la forma en que una persona percibe el mundo y se relaciona con los demás, sin embargo, la falta de comprensión y los falsos mitos que rodean al autismo a menudo contribuyen a la estigmatización y dificulta su participación en la sociedad, con lo que afecta negativamente a su calidad de vida”.
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Sofía, quien no obtuvo su diagnóstico hasta la edad adulta, apunta a que este le "cambió la vida". “Ponerle nombre al autismo ha sido ponerle un nombre a algo que sabía que estaba ahí pero no entendía. Cuando me diagnosticaron estaba en primero de carrera y llevaba muchos años pensando que soy tonta, que soy rara, me costaba seguir el ritmo de estudio, no entendía por qué la gente a veces me rehuía, por qué mis compañeros me trataban diferente. A raíz del diagnóstico tengo las respuestas a todas esas preguntas que me hacía desde pequeña. Ahora sé cuáles son mis puntos flacos y mis puntos fuertes”, relata emocionada.
“Todo esto son cosas que marcan un poco, y no solo a mí, para una madre o un padre es difícil ver que a su hijo le cuesta seguir el ritmo del resto de la gente de su edad. No recuerdo unas fiestas o vacaciones sin un profesor particular en casa, me costaba mucho tener amigos y sentía que el resto de niños me evitaban”, añade.
1.678 personas con autismo en Castilla y León
Actualmente, “se estima que hay más de 450.000 personas con autismo en España y en Castilla y León la red de asociaciones que pertenece a la Federación atiende a más de 1.678 personas con autismo, un dato que ha crecido un 28% en el último año, un 83,4% en los últimos 5 años y casi un 300% en los últimos 10. No es que nazcan más personas con esta condición, sino que se diagnostican mejor y desde edades más tempranas”, comenta Rosa Luna.
“Es importante recalcar que el autismo acompaña a la persona a lo largo de toda su vida. La sociedad es más consciente y sensible hacia los problemas de la infancia, pero no debemos olvidar que los niños crecen y se convertirán en adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos”, añade.
Pero, “no todos somos iguales. Tenemos cosas en común, la que más el aislamiento social y los sentidos hipersensibilizados, pero cada persona con autismo es distinta. La gente tiende a guiarse por estereotipos, por lo que ve en series y películas, pero eso son exageraciones caricaturescas. No es como los personajes de televisión. No somos ni superlistos, ni personas raras, ni aburridos, ni complicados”, asevera Sofía Mediavilla.
"Tener el mismo futuro que tiene todo el mundo"
“Mi día a día es bastante difícil porque me cuesta mucho hacer cosas cuando hay mucho ruido o mucha gente en un sitio, tengo muy mal sentido de la orientación, me cuesta interpretar a la gente, saber si están felices, tristes o enfadados; soy una persona de rutinas y no me gusta el contacto físico. Pero eso no me hace menos capaz. He conseguido superar cosas que no pensaba que iba a superar porque me puede costar más, necesitar más explicaciones o llevarme más tiempo, pero puedo hacer las cosas. Actualmente, estoy en cuarto de la carrera de Historia y, pues sí, me ha llevado más tiempo que a los demás, pero la voy a terminar”, cuenta.
“Lo que hace falta es que la gente vea cómo somos realmente y no como nos muestra el cine o las series que usan muchos estereotipos. Mucha gente cuando le digo que tengo autismo me dice que no lo parece porque no entro en esas ideas preconcebidas. Por eso hay que conocer lo que realmente es el autismo. Dicen mucho que hay que ser tolerantes, pero a la hora de la verdad la gente discrimina por falta de conocimiento. Da igual que la persona tenga un diagnóstico o no -que un factor a tener en cuenta es que muy pocas mujeres y niñas son diagnosticadas, hay una por 4 hombres- se alejan de ella simplemente porque es diferente”, añade.
Con respecto al futuro, le gustaría “tener el mismo futuro que tiene todo el mundo, un trabajo, una casa, una pareja. Pero sé que voy a tener que afrontar muchísimas más dificultades. El 90% de las personas con autismo estamos en paro y dices ¿para eso me he matado a estudiar? Si hemos estudiado algo con mayores o menores dificultades merecemos igualdad de condiciones, igualdad de posibilidades de encontrar trabajo, pero no nos contratan. Podemos hacer el mismo trabajo aunque nos requiera más esfuerzo”, argumenta.
Labor de las organizaciones
En cuanto a la educación, “el alumnado con autismo a menudo experimenta barreras en su educación tanto en la obligatoria como en la no obligatoria. Estas están relacionadas, fundamentalmente, con la falta de apoyos especializados y específicos ajustados a sus necesidades. Además, presentan una gran vulnerabilidad a ser víctimas de acoso escolar y conforman uno de los colectivos con mayores tasas de fracaso y abandono escolar”, explica la gerente de la Federación Autismo Castilla y León.
“Es esencial abordar esas barreras sociales, educativas, laborales… que afectan a las personas con autismo, quienes conforman una parte significativa de la población, actualmente alrededor del 1%. Únicamente a través de un enfoque integral y una mayor conciencia sobre la diversidad y las necesidades específicas de este colectivo, podemos garantizar que tengan igualdad de oportunidades en su desarrollo personal y alcanzar su contribución significativa como miembros de legítimo derecho en nuestra sociedad. Y quiero hacer un llamamiento a un compromiso colectivo que celebre la diversidad y contribuya a promover la inclusión real de todas las personas en nuestra sociedad. Porque el autismo es una parte natural y valiosa de la diversidad humana y está presente, de una forma u otra, en la vida de muchas personas”, apunta.
La misión de la Federación “es contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con autismo y de sus familias en el ámbito regional. Para lograrlo, promovemos y coordinamos acciones de defensa de los derechos del colectivo, sensibilización e investigación, así como iniciativas de participación social, formación y asesoramiento a familias, profesionales y personas con esta condición. Además, estamos trabajando en la sensibilización de toda la comunidad educativa en materia de autismo. Esto implica no solo a los profesores, sino también a los compañeros de clase. Con ello buscamos fomentar la empatía en el entorno escolar y generar fuentes de apoyo informal que mejoren su trayectoria escolar en todos los ámbitos”, concluye.