Terrazas que invaden las aceras
Sillas y mesas se adueñan de más de un 60% de la zona de paso para los peatones en varias calles y plazas y algunas de ellas exceden los metros del espacio que les corresponde, ocupando toda la acera
Algunas terrazas en Valladolid se están convirtiendo en un problema para el tránsito corriente de los ciudadanos. La invasión de las aceras complica el normal discurrir de los vallisoletanos por algunos puntos de la ciudad. Un problema que no tendrá solución en un plazo cercano y se retrotae a la época del Covid, cuando las restricciones estaban presentes y se permitió a los hosteleros ampliar el número de mesas en las terrazas y utilizar hasta los estacionamientos, ahora ya recuperados, para montar terrazas si el local en cuestión no tenía otro espacio habilitado.
Una vez pasada la pandemia, el problema sigue patente, las mesas y sillas, en algunos puntos de la ciudad, cobran protagonismo al aire libre. A principios del año 2022 fue cuando estos permisos se retiraron, pero todavía queda tiempo para que el Ayuntamiento apruebe una nueva ordenanza que regule esta normativa. La previsión del Consistorio es que el plan director de las terrazas entre en funcionamiento el próximo año. Por lo que a lo largo de este 2024 esta situación se mantendrá en las calles vallisoletanas, tal y como lo confirmó el concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca.
Pese a que la normativa municipal lo permite, hay algunos puntos de la ciudad donde las mesas del exterior ocupan mayor porcentaje de espacio que el resto de la acera. En emplazamientos como paseo Zorrilla esta situación es muy notable. Hay terrazas que ocupan el 60% de la calzada, dejando el 40% restante para los peatones. Unos porcentajes que se repiten en establecimientos de Villa de Prado, con calles mucho más estrechas que paseo Zorrilla.
Especialmente particular es la zona que rodea a la catedral de Valladolid. Unas de las partes más antiguas de la ciudad y, por lo tanto, con un trazado irregular con sus pequeñas y estrechas calles. Dos aspectos de relevancia a la hora de colocar mesas y sillas en el exterior. En varios puntos el tránsito de ciudadanos se complica porque las terrazas dominan la mayor parte de las aceras. En una de estas calles, las mesas y sillas gozan de más espacio que los peatones. En algunos puntos alcanzan el 52% y el 57% del total de la acera, en un espacio mucho más reducido que en otros puntos de la ciudad, como puede ser el paseo Zorrilla. Las aglomeraciones de personas suelen ser habituales en los días festivos y el espacio que ocupan las aceras impide un tránsito fluido.
Por el momento, hay bares y restaurantes que ‘aprovechan’ de más el espacio que, según su autorización, tienen asignado. Un aumento de espacio para sus terrazas que se resta al espacio que debería haber en la calzada.
Esta última cuestión sucede en un establecimiento del barrio de Villa de Prado. Su terraza, según aparece recogido en el croquis de la autorización municipal, debería tener un espacio que permita pasar a los peatones entre el soportal y su fila de mesas. Pues bien, este hecho no se da. El bar en cuestión no respeta este espacio de la vía pública y coloca una segunda fila de mesas. Una acción que imposibilita el tránsito por la acera e incumple la normativa del ayuntamiento puesto que debe dejar un espacio entre el soportal y su propia terraza. Una situación que se incumple y obliga a los peatones a transitar por el soportal. Esto obliga a realizar un recorrido entre las columnas, sin poder continuar por la acera, con las molestias que ello conlleva a personas con movilidad reducida, en silla de ruedas o aquellas que tengan que llevar un carrito de bebé, de la compra o similar.
Sin salir del barrio de Villa de Prado, la terraza de otro establecimiento también supone un problema para los usuarios. En esta ocasión la cuestión es distinta, y los afectados no son los peatones, sino aquellos que aparquen su vehículo en los estacionamientos de la vía pública próximos a dicha terraza. Aquellos que se sienten en el lado derecho del vehículo podrán salir del estacionamiento sin dificultades, pero sucederá todo lo contrario en el lado opuesto del coche. El conductor del turismo y el pasajero que se siente detrás de él, no podrán salir porque la propia puerta del coche golpea la estructura de la terraza. Cualquier persona de a pie tendrá problemas para acceder a la acera en esa situación, ni que decir de gente en silla de ruedas o con dificultades de movilidad.
Fuera de las calles de Villa de Prado también se repite una situación similar en la ciudad de Valladolid. En una céntrica plaza, existen complicaciones para el corriente tránsito de las personas. Con apenas una única hilera de mesas, se ocupa más espacio del que se tiene asignado. A esta terraza en cuestión le deberían separar 1,90 metros de la acera, pero la distancia no llega al 1,70. Una diferencia de poco más de 20 centímetros que en espacios tan reducidos se nota y más aún cuando los clientes del bar ocupan más espacio del que la terraza tiene asignado.
Plan director
Pese a los problemas que suponen las terrazas de algunos establecimientos, la situación permanecerá similar en el futuro cercano. La ordenanza actual data del 2015, pero a raíz de la crisis de la pandemia se permitió ampliar estas instalaciones para desahogar a los hosteleros ante las restricciones en el interior de los establecimientos. Unos permisos extraordinarios que a principios de 2022 tocaron a su fin. Ahora, el Ayuntamiento de Valladolid trabaja en una nueva normativa de terrazas. El concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, explica que el Consistorio «ha comenzado y contratado un plan director para reordenar las terrazas con criterios homogéneos». El plazo que traslada el edil para la conclusión de este trabajo es de un año, para el 2025.
El concejal indica que hay más de 1.000 terrazas en Valladolid y por ello apuesta por «homogeneizar los criterios» de regulación. En este sentido, detallarán aquellos criterios como «la capacidad o los servicios» para establecer un marco regulatorio en la ciudad. Pese a que en algunos casos pueda parecer que el espacio que ocupa la terraza es excesivo o muy grande, Alberca reconoce que no pueden hacer nada por el momento: «Se permitió el aumento de mesas (durante la pandemia), no podemos revertirlo», indica el edil de Tráfico y Movilidad.
Por otro lado, el anterior concejal de Espacio Urbano y Movilidad, Luis Vélez, explica que esta situación de las terrazas viene de la época en la que el PSOE estaba al frente del Ayuntamiento de Valladolid. «Se permitió ampliar las terrazas durante la época de las restricciones», indica, pero a la vez explica que a principios del 2022 se retiró esta situación de excepcionalidad. Ahora, el actual equipo de Gobierno de PP y VOX planea hacer una nueva ordenanza, de cara al próximo año, para solucionar esta situación en las calles vallisoletanas.
De esta forma, las terrazas se expandieron durante la trágica pandemia del coronavirus. Estas instalaciones sirvieron de balón de oxígeno a una hostelería asfixiada por las restricciones que imposibilitaban el desarrollo normal de su negocio en el interior.
Ahora, en pleno 2024, la problemática continúa. Pese a haber dejado atrás al coronavirus, las terrazas de Valladolid siguen disfrutando de más espacio del que deberían, restando espacio de la acera a los peatones, que ven reducido el tamaño de las calles y en ocasiones ni siquiera pueden continuar su camino por la calzada o acceder a ella.