La lluvia suspende la procesión del Encuentro

Madre e hijo no recorrerán la ciudad rodeados de fieles para encontrarse. La tensión era máxima y hasta los últimos minutos las cofradías participantes en la procesión del Encuentro, la de Las Angustias y Real Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, no perdían la esperanza. Pero finalmente la lluvia impide una de las máximas expresiones de la Semana Santa vallisoletana y una de las procesiones más emblemáticas.

La borrasca Nelson, que dejó lluvia y en algunos momentos hasta nieve, amenazaba la Semana de Pasión pucelana y finalmente los peores augurios se cumplieron. Ahora los cofrades temen que esta situación se repita con más desfiles procesionales, dadas las previsiones meteorológicas que auguran precipitaciones. 

La propia cofradía de Las Angustias publicó en la red social X la mala noticia para tantos y tantos cofrades: «Lamentablemente debido a las condiciones meteorológicas no se celebrará la procesión del Encuentro. La Virgen saldrá a la calle para cantar la Salve Popular», escribían. La Virgen de las Angustias sólo pudo salir cuando amainó para dar una vuelta al Teatro Calderón antes de que los presentes entonaran una salve popular. En San Andrés también se cambiaron los planes y hubo un encuentro en el interior del templo entre Cristo Camino del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura.

Desde la cuenta de X de Valladolid Cofrade señalan que "la procesión del Encuentro se viene celebrando desde el año 1947", e informan de que "de las 75 ocasiones programadas, se ha realizado 67 ocasiones (89%). Se ha suspendido en 6 ocasiones y ha salido con incidencia 2 veces". Desde 2013 no se cancelaba la procesión del Encuentro en Valladolid.

El desfile procesional, de haberse celebrado, habría salido a las ocho y media de la tarde de la Iglesia de San Andrés, donde después de un acto penitencial, el paso Cristo Camino del Calvario se habría dirigido, escoltado y portado por los cofrades del Santísimo Cristo Despojado, hasta la plaza de Santa Cruz. Quince minutos después, La Virgen de las Angustias (una talla de Juan de Juni) tendría que haber dejado su templo para, también portada a hombros, dirigirse a la plaza de Santa Cruz. Allí, frente al palacio, ahora cubierto con un trampantojo por obras, encontrarse ambos rodeados de multitud de fieles. Pero esta tradicional imagen no se repitió este martes. Tan sólo se vivió un encuentro íntimo entre dos tallas de la cofradía del Santísimo Cristo Despojado, mientras la Virgen de las Angustias no pudo procesionar más que por las inmediaciones de su iglesia.