Semana Santa Valladolid 2024
La Piedad 'suspira' por el indulto de dos reclusas de Villanubla
La hermandad encadena siete años sin conseguir el perdón para ninguna de sus propuestas
Como cada año, la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad de Valladolid ha solicitado al Gobierno el indulto para dos reclusos. Esta vez, dos presas de Villanubla son la propuesta que la cofradía realiza al Ministerio del Interior, “las dos en el tercer grado”, como confirma Ángel Herrero, Hermano Mayor de la cofradía, y añade que “ya está propuesto desde noviembre”. Si ambos indultos son concedidos, las reas procesionarán el día de Jueves Santo junto con los demás cofrades de la hermandad.
Herrero asegura que “siempre son los mismos requisitos”, y las propuestas de la cofradía “siempre los cumplen”, refiriéndose a las peticiones mandadas al Gobierno. Sin embargo, la cofradía suspira por conseguir la concesión ya que, si no se conceden ninguno de los dos indultos propuestos, se cumplirán siete años sin liberaciones. Además, Herrero aclara que “como no sea en el consejo del martes”, desde la cofradía dudan que se conceda al final los indultos.
En el contexto de la Semana Santa, es tradición indultar a un preso. De hecho, los reos indultados deberán procesionar en señal de agradecimiento al perdón recibido. En el caso de la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad, esa procesión, que es la de Penitencia, se celebra el Jueves Santo. Durante la misma, se realiza una parada en la Audiencia Provincial donde se hace efectiva la liberación del preso.
Estas liberaciones están reservadas a aquellos presos que tengan ya penas reducidas o que se encuentren en la recta final de su condena. Además, para ser candidatos viables a la hora de la concesión del indulto, los reos no deben haber cometido delitos de sangre o de violencia de género, es decir, deben haber cometido delitos considerados menores.
En toda Castilla y León, según el BOE publicado el pasado miércoles 20 de marzo, se han indultado ya a dos personas, una en León y otra en Salamanca. En el caso del indulto en León, se trata de una presa condenada en 2022 que cumplía una pena de tres años de prisión por delitos contra la salud pública. En el caso del indulto de Salamanca, es un hombre que fue condenado en 2018 por un delito de alzamiento de bienes por el que tendría que haber cumplido dos años y seis meses de cárcel. Todos los presos perdonados, incluidos ambos pertenecientes a Castilla y León, tenían penas de menos de cuatro años y se encontraban en segundo o tercer grado de clasificación penitenciaria, por lo que fueron aptos a ojos del Gobierno.