Juicio Perla Negra
Herrera desconocía la compra de la Perla Negra hasta que Trillo le transmitió «sus inquietudes» sobre la operación
El expresidente de la Junta pone en sede judicial en valor el trabajo del consejo de administración de Gesturcal que acordó «por unanimidad» la adquisición del inmueble y que cuando se prescindió de este consejo llegaron «los errores que se hayan podido cometer»
El que fuera presidente de la Junta de Castilla y León entre 2001 y 2019, Juan Vicente Herrera, reconoció en sede judicial su desconocimiento sobre la compra del edificio de Arroyo de la Encomienda destinado a ser sede de Soluciones Empresariales dentro del juicio del caso ‘Perla Negra’. Herrera afirmó en una comparecencia que se extendió durante 21 minutos en la Audiencia Provincial que fue a través de «una confidencia» de Pablo Trillo, vicepresidente de la Agencia de Inversiones y Servicios e integrante del Consejo de administración de Gesturcal quien le transmitió su «inquietud personal» sobre un proyecto de compra «de un inmueble para los servicios de apoyo a las empresas y empresarios, el sistema ADE, que se estaba produciendo en relación a un edificio que se estaba construyendo en el término de Arroyo».
Herrera, a respuestas del abogado de Rafael Delgado, viceconsejero de Economía por entonces, señalaba que esas «inquietudes y dudas» de Trillo estaban relacionadas «con la fórmula de acceso y uso, la duda estaba entre el alquiler y la compra porque los precios que se estaban barajando eran costosísimos».
El exvicepresidente sí destacó en sede judicial como acierto «en confiar en el consejo de administración de Gesturcal» alabando a sus integrantes y achacó a los posibles «errores que se hayan podido cometer» al haber prescindido «del consejo de administración».
Una operación que a su juicio «tenía sentido» aunque no es quien «para decir si fue un acierto» a la hora de dotar de un inmueble de esas características y unificar las sedes de ADE: «Era coherente con lo que la Junta venía haciendo y agrupando después del proceso de transferencias que había sido desordenado y extendido en el tiempo».
Fue el propio Tomás Villanueva, ex consejero el que le trasladó que el consejo valoraba esa compra «por unanimidad» y que se encargó «una tasación a una empresa profesional», confirmando después su adquisición por parte de un consejo que era una administración «bandera».