El jardín vertical del antiguo El Corte Inglés, un año almacenado en una nave municipal y sin destino

Los más de 350 metros cuadrados de jardín vertical que el anterior equipo de Gobierno, el de Óscar Puente , instaló en la fachada del antiguo El Corte Inglés de la calle Constitución, esperan un nuevo ‘padrino’, almacenados en una nave municipal desde hace un año. El pasado 2 de marzo se cumplió el primer aniversario desde que lo desmontaron de ese emblemático edificio, que continúa en obras . Pero puede ser que le quede poco tiempo en el sueño de los justos: el Ayuntamiento mantiene negociaciones avanzadas con una empresa para que dentro de poco tiempo pueda volver a lucir en el exterior de una edificación singular.

Han sido varios los postores que se han postulado para alojar este equipamiento verde en sus instalaciones, pero no es fácil cumplir con todos los requisitos que requiere el desafío. En primer lugar, la empresa que quiera acomodarlo debe contar con una fachada lo suficientemente grande y sólida para soportar el jardín , que pesa más de una tonelada. Por otro lado, para cumplir con los requisitos del proyecto de la Unión Europea que puso en su día parte de los fondos, la empresa debe hacerse cargo de los costes de instalación y del posterior mantenimiento .

Desde que el equipo de Óscar Puente metió en el almacén el soporte del jardín, el Ayuntamiento ha tenido contacto con varias entidades y ahora una se perfila para asumir el reto, si bien el Consistorio aún no ha comunicado el nombre de la candidata. «Las negociaciones están avanzadas, pero no podemos decir que ya lo tenemos hecho , porque falta firmar el convenio», asegura, en respuesta a este periódico, la concejala de Modernización Administrativa, Silvia Tomillo .

«El proyecto es una colaboración público-privada y tenemos que instalarla una fachada con unas características técnicas muy concretas, por el peso y la tipología de la vegetación», explica la edil. «Seguimos en trámites. Nos queda rematar unos flecos para cerrarlo definitivamente , esperamos que a lo largo de este mes». El Ayuntamiento baraja también otras posibilidades como ‘plan B’ que pudieran encajar para dar salida al jardín vertical en el plazo más breve posible, aunque «no es una ubicación sencilla», reconoce Tomillo.

Fue el 5 de julio de 2020 cuando se inauguró el flamante jardín vertical más grande de Valladolid, en la fachada del desaparecido centro comercial. Se hizo en el marco del proyecto de Puente por favorecer este tipo de instalaciones. Por aquel entonces nadie sabía que iba a permanecer allí menos de tres años. El desmantelamiento definitivo tiene fecha del 2 de marzo de 2023.

Ciudad pionera

El Corte Inglés de la calle Constitución convirtió a la ciudad en primera de España en contar con una fachada vegetal en un establecimiento comercial, en el marco del proyecto europeo Urban Green Up . La estrategia de la UE permitió al Ayuntamiento licitar la construcción por unos 215.000 euros, de los que la Unión Europea aportó 130.000. Esa subvención es la que vincula ahora a ese equipamiento, cuyo destino final debe cumplir con lo estipulado en el Urban Green Up.

Pero no fue el único coste a tener en cuenta para que la ‘fachada verde’ fuera una realidad, ya que El Corte Inglés se hizo cargo de los costes de instalación en su fachada, por unos 60.000 euros, además de los costes de mantenimiento posteriores.

Cuando llegó su desmantelamiento, hace ya un año, el equipo de Gobierno del PSOE y VTLP comandado por el hoy ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, admitió a este periódico que no tenía idea de qué hacer con el artefacto . La entonces concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio, Charo Chávez , declaraba: «Estamos estudiando varias opciones», sin especificar cuáles. Terminado el mandato socialista, no se tenía ningún destino pensado, pese a que la venta del edificio de El Corte Inglés de Constitución se conocía varios meses antes de su desmantelamiento.

El problema, heredado por el equipo de Jesús Julio Carnero , está cerca de encontrar una solución si las negociaciones que ultima la Concejalía de Modernización Administrativa llegan a buen puerto. En su día, las 14.000 plantas que echaron raíces en aquella primera ‘fachada verde’ contribuyeron a evitar el efecto ‘isla de calor’ que se produce en las zonas urbanas que experimentan temperaturas más altas que las zonas circundantes, como ocurre en el centro urbano.

Si todo sigue su curso, el mismo jardín vertical, con la misma o con otra configuración adaptada, podrá dar un aire fresco a otra zona de la ciudad, para dar un respiro a los peatones, especialmente en los días más calurosos del verano.