Argüello compromete un "diálogo fluido" con las víctimas de pederastia
El presidente de la Conferencia Episcopal muestra su preocupación por la “pobreza de corazón” y por la pobreza “monetaria”
Los nuevos presidente y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el arzobispo de Valladolid Luis Argüello, y el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, respectivamente, se comprometieron este martes a tener “un diálogo fluido” con las víctimas de pederastia en el seno de la Iglesia. En un gesto cargado de simbolismo, salieron a las puertas de la sede eclesiástica para saludar y abrazar a víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia que desde ayer se manifiestan frente a la institución. Así arrancó el inicio de un mandato que les tendrá en sus cargos durante los cuatro próximos años, tal y como decidieron los obispos unos minutos antes. “Hemos querido recoger la protesta. Nos hemos esforzado, y estamos en ello, en la transparencia y poniendo en el centro a cada víctima de estos hechos. Seguiremos quedando con todas las asociaciones de víctimas en los próximos meses porque es nuestro trabajo y lo que debemos seguir haciendo”, apuntó Cobo sobre este inesperado saludo.
“La Conferencia Episcopal es una organización al servicio de la comunión entre los obispos y en la Conferencia tenemos una especial responsabilidad: cuidar ese ejercicio de colegialidad de los obispos de España, su vinculación con el obispo de Roma y alentar a que todo el pueblo de Dios camine unido”. Esas fueron las primeras palabras de Argüello como presidente de la Conferencia Episcopal ante los medios, en el tradicional saludo a la prensa que se realiza tras la elección, informa Ical.
A continuación, el arzobispo de Valladolid, llamó a los obispos a hacer “un ejercicio de escucha” para dar respuesta a los ciudadanos, y puso el foco en dos problemas de la sociedad: la pobreza del corazón, “de falta de sentido, de pobreza afectiva, de soledad”; y la pobreza monetaria. En este punto mencionó expresamente a “tantos jóvenes” que tienen dificultades para “obtener trabajo, para contraer matrimonio y para poner en marcha una familia por las condiciones laborales y de vivienda”. “Y qué decir de la realidad de aquellos que están viniendo de otras partes del mundo buscando un futuro. Nos preocupan esos migrantes que deambulan por nuestras calles”, subrayó Argüello, que sucede al frente de los obispos al cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, tras haber elegido en primera votación por un total de 48 votos.
El presidente de los obispos españoles reconoció que afrontan “muchos desafíos” en esta nueva etapa, y lo harán desde las “fuentes” que tienen, “como la dignidad sagrada de toda vida humana, y la llamada al ejercicio del bien común”. Uno de esos desafíos es la relación con los Gobiernos, tanto con el central como regionales y locales. En este sentido, confió en mantener “una relación respetuosa, leal y crítica” para colaborar en la búsqueda “del bien común” de toda la sociedad española.
“El deseo de estar presentes en la sociedad y en sus decisiones está ligado a la Iglesia”, apuntó Argüello. Una idea en la que también insistió Cobo: “Tenemos que ver dónde está la luz y dónde podemos aportar la luz. Esa es nuestra tarea y la acogemos con vocación de servicio”. “Nos incorporamos a un tren en marcha”, resaltó el arzobispo de Madrid, que fue elegido como vicepresidente para sustituir al cardenal arzobispo emérito de Madrid, Carlos Osoro, con 39 votos.
“Sin bandos”
Argüello y Cobo eran los dos grandes favoritos en esta Asamblea Plenaria, representando cada uno a una corriente distinta dentro de la Iglesia. El arzobispo de Valladolid siempre ha mostrado una línea más conservadora, mientras que el líder de la Iglesia madrileña estaba considerando como un hombre renovador y de perfil más progresista. Sin embargo, Argüello dejó claro en su primera intervención como presidente de la Conferencia Episcopal que ambos son “del mismo bando”. “Del único bando posible, aunque a veces nuestra torpeza al expresarnos nos hace parecer que estamos enfrentados”.
Según Argüello en esta nueva etapa de la institución cada cual, presidente y vicepresidente aportará su realidad y su visión de la sociedad: “Don José es arzobispo de una megalópolis, y yo soy arzobispo de una diócesis media que está muy unida a lo rural”. “No tenemos más programa que lo que la comunión de los obispos vaya diciendo”, subrayó.
En la tarde de ayer, cuando arrancó esta Asamblea Plenaria, Argüello ya había sido el prelado más respaldado en el sondeo preliminar, que no es vinculante, con un 32 votos. El de Meneses de Campos (Palencia) ya conoce la entidad que ahora presidirá, ya que fue su secretario general y portavoz desde 2018 a 2022, cuando se vio obligado a retirarse (le quedaba un año de mandato) al nombrarle el Papa Francisco como nuevo arzobispo de Valladolid.
En cuanto a sí mismo, el nuevo líder de los obispo españoles ha recordado que sus pasiones son "el fútbol y leer”. “Así que puedo ofrecer la forofez de un apasionado por el Evangelio y la iluminación de quien le gusta leer novelas y ensayos", concluyó.