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JUCIO PERLA NEGRA

El funcionario que destapó la Perla Negra vio "barbaridades" que le hicieron actuar

El ex delegado de la empresa pública, Jesús Carlón, destapó el escándalo con su demoledor escrito: “El hundimiento impune de una empresa pública” que acabó en la Fiscalía

Imagen de archivo de Jesús Carlón, que ha declarado por vídeo conferencia

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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La ronda de testigos del juicio de la Perla Negra ha arrancado con la declaración del funcionario que destapó el escándalo de malversación de dinero público en el seno de la Consejería de Economía en los años 2005-2013. Jesús Carlón , ex delegado de la empresa pública Gesturcal en Burgos y Palencia hasta el año 2009, fecha de su jubilación, describió por video conferencia con bastante claridad lo que supuso, a su juicio, la desaparición de Gesturcal en 2007 para renacer en ADE Parques, una entidad, formada “por amigos de los políticos”, “que llevó a la ruina” el trabajo serio que llevaba realizando Gesturcal desde hacía 40 años.

Con 82 años en la actualidad, Carlón recordó que expuso los hechos en 2012, pero no con ánimo de denuncia, si no de dar a conocer lo que había ocurrido con Gesturcal, de la que se marchó en 2009 asqueado de lo que vio en la sociedad pública. “ Era el único funcionario de carrera de la plantilla y no me cortaba al decir las cosas , les enseñaba los dientes. Los demás, a callar, el que manda es el jefe, aunque también vieran lo mismo que yo”, explica.

Y tardó en dar el paso, nada menos que tres años, al ver desde la barrera cómo un ERE en el personal de Gesturcal “se llevó por delante a una veintena de compañeros”. “ Había 27 compañeros y en ADE Parque, 26 . De los primeros se fueron todos a la calle. Eso me indignó y me hizo actuar, aunque estaba ya jubilado”, recordó. Su primer paso fue exponer lo vivido en un artículo titulado “El hundimiento impune de una empresa pública” enviado a medios de comunicación de Castilla y León, pero que no fue recogido por ningún periódico. De ahí pasó a mandar por internet a sus amistades el relato que acabó en manos de la Fiscalía, aunque él asegura que no lo envió al Ministerio Público. El caso es que este fue el inicio de la investigación judicial en 2012 en el Juzgado de Instrucción 2 de Valladolid.

A Carlón le roía por dentro la destrucción de su trabajo. “Gesturcal funcionó 40 años, hasta 2007, con total corrección. Superaba las auditorías y no se enfrentó a un solo caso de malversación. ADE Parque se creó para crear el polígono de Boecillo con 26 trabajadores, todos contratados a dedo, con amigos y familiares de políticos y empresarios”, resumió. El exfuncionario aseguró que ADE Parques realizó “barbaridades irracionales”, como el caso de comprar 350 hectáreas para un macropolígono, “pero no pagaban a los expropiados, si no a empresas intermediarias”, aseguró. Sobre la compra del polígono fantasma de Portillo, por el que la Junta pagó una cuantiosa cantidad y aún sigue como un solar, aseguró que no intervino ningún funcionario de Gesturcal.

Portillo, “un disparate”

Carlón dijo más sobre la compra de parcelas de Portillo para un polígono industrial. Tildó la operación de “disparate” ya que, a su juicio, no tenía ninguna justificación, ni estratégica ni de necesidad de suelo. “Se promovió en una época en la que estaba ofertado el no tan lejano polígono de Cuéllar, más pequeño, con el 50% de superficie aún sin vender y eso que estaba instalado en una localidad de mayor población y mejor ubicación. Portillo, por contra, no era cabecera de comarca ni tampoco un núcleo industrial importante y encima el plan era comprar 150 hectáreas”, resumió, asombrado, el exdirigente de Gesturcal.

Ade Parques –nacida de la fusión en 2008 de Gesturcal y Parques Empresariales de Castilla y León– compró el terreno de Portillo de 145 hectáreas por 28,6 millones de euros , según reconoció en su día el consejero Tomás Villanueva en las Cortes. El testigo Carlón ya declaró ante la Policía en 2013 que la empresa pública Gesturcal entró a partir del año 2007 en un proceso de «pésima gestión» que le arrastró a una deuda de 400 millones de euros, «más que la de Telemadrid», recalcó, y no solo eso, entró en un ERE en el que «solo se salvaron trabajadores afines» a la cúpula de la Consejería de Economía