La Mesa del Soterramiento de Valladolid no se fía de Adif y apoya otro estudio sobre el proyecto
El alcalde se muestra convencido de que el coste es bastante inferior a los 2.766 millones anunciados por el Ministerio de Transportes / Carnero se encomienda a una victoria de Feijóo para sacar adelante el proyecto
La petición de un nuevo estudio sobre el soterramiento, alternativo al presentado el pasado viernes por Adif, se da ya por seguro. El alcalde, Jesús Julio Carnero, lo había anunciado como una posibilidad, pero tras la reunión celebrada ayer por la Mesa del Soterramiento parece claro que será uno de los pasos que dará en su afán por recuperar el proyecto para suprimir el tren en superficie. Carnero ya había dicho que no se cree los datos dados a conocer por Adif sobre el coste de la operación y para la Mesa del Soterramiento, el órgano creado por el regidor en el que están representados colectivos, asociaciones vecinales, sindicatos y entidades del tejido social y económico de la ciudad que apoyan el proyecto, en consonancia con el alcalde, tampoco tienen credibilidad.
La decisión está tomada, o casi, pero otra cosa es cuándo se pedirá el estudio y si lo hará sólo el Ayuntamiento o también se sumará la Junta . Carnero explicó que primero esperarán a recibir el estudio en el que se basan los datos presentados por el ministro de Transportes, Óscar Puente, y Adif el pasado viernes y, una vez conocido, pedirán el suyo. Tanto desconfían de Adif, y por añadidura de Puente, que el alcalde desveló que, además del estudio, han pedido también el nombre de los diez ingenieros, «los mayores expertos de España en túneles», según señaló el ministro, y los diez arquitectos que participaron en la elaboración. Hasta ese extremo llega la desconfianza de Carnero hacia su antecesor.
Pero ¿qué espera Carnero del estudio que solicita con tanto ahínco? Por fin ayer lo explicó. El alcalde está convencido de que los datos presentados por Adif, que fijan el coste del soterramiento en 2.766 millones y 20 años para ejecutarlo, «son cifras de máximos» dentro de una horquilla y está seguro de que el estudio de marras recoge que «el soterramiento cuesta mucho menos».
Convencido de que tras la nueva reunión de la Mesa del Soterramiento su apuesta, nunca mejor dicho, por recuperar el proyecto sale reforzada, Carnero dijo que si «el estudio era una segunda opinión» tras el encuentro de ayer «es una necesidad». E l alcalde dejó abierta la puerta a realizarlo con la Junta de Castilla y León y admitió que el Ayuntamiento no tiene «capacidad técnica» para elaborar un estudio de esta envergadura. De optar por hacerlo solos se sacaría a concurso y ya avanzó que será «profundo» y tardará meses en estar terminado.
Carnero es consciente de que se ha metido en una carrera de fondo de resultado incierto, aunque bromeó durante la rueda de prensa y se mostró confiado en que algunos de los presentes «todavía sean jóvenes» cuando el proyecto esté en marcha.
Dado que también sabe que Puente ya ha cerrado la puerta al soterramiento -ya la había cerrado mucho antes de ser ministro- y que no hay nada que hacer mientras el PSOE esté en el Gobierno, el alcalde se encomendó a una victoria de Alberto Núñez Feijóo en las próximas elecciones generales, a ser posible cuanto antes . «El partido del señor Feijóo está a favor del soterramiento», dijo en alusión a su partido, y luego dio una pequeña clase de primero de democracia para recordar que «el Gobierno no está en una posición inamovible» porque «cada cuatro años cambia y varía», o no.
Ya metido en harina política, Carnero, que compagina su cargo de alcalde con el de senador, algo que le reprocha la oposición cada pleno, añadió que desea que «esto acabe cuanto antes», en referencia al Gobierno que preside Pedro Sánchez, y matizó que no sólo por el soterramiento, sino, sobre todo, «por la situación desde el punto de vista institucional, la situación deplorable de la división de poderes...».
El alcalde insistió en que su voluntad es intentar que el Ministerio de Transportes y Movilidad cambie de opinión y frene la integración que está en marcha, pero dado que no parece probable reiteró que «puede haber gobiernos futuros que estén en a favor del soterramiento». Es ahí donde el alcalde, quien prometió que si no conseguía el soterramiento se marcharía, tiene depositadas sus esperanzas, aunque todo apunta a que en este mandato no habrá muchos avances.
Nada se habló en la reunión de la Mesa del Soterramiento, o al menos el alcalde no se refirió a ello durante su intervención posterior, sobre el ultimátum dado por Puente al Ayuntamiento para que «deje de marear la perdiz» y decida si continúa con la integración en superficie o prefiere disolver la Sociedad Valladolid Alta Velocidad.
Carnero ya descartó de forma tajante abandonar la Sociedad y ayer reiteró su posición, ya conocida, sobre la integración. El alcalde dijo que no pondrá obstáculos a que se construyan nuevos pasos bajo la vía siempre y cuando no interfieran en un futuro soterramiento, un planteamiento general que no concreta nada. De momento, el Ayuntamiento ha pedido que se rectifique el proyecto presentado por Adif para derribar el Arco de Ladrillo y construir en su lugar un túnel, uno de los pasos claves de la integración.
También Carnero rechaza derribar el viaducto de la Avenida de Zamora, en el cruce con la carretera de Rueda, con un coste de 32 millones; una actuación nueva que no figuraba en el convenido firmado en el año 2017 e incorporada por sorpresa por Adif.
Carnero: "Esto no es el túnel de Pajares"
La tercera reunión de la Mesa del Soterramiento no alumbró mayores novedades. Más de lo mismo. El resumen podría ser que el soterramiento es posible y que puede hacerse, en contra de lo que dicen los técnicos de Adif, de lo que dice el ministro de Transportes y Movilidad, Óscar Puente , y de lo que pueda decir el ‘sunsurcorda’.
El nuevo encuentro convocado por el alcalde tenía por objeto analizar el estudio presentado por Puente el pasado viernes -«el power point», insistió Carnero, que no da credibilidad a los datos expuestos- para explicar que la complejidad técnica de la operación y el elevado coste, 2.766 millones, hacen inviable la operación.
«Fue un día triste para la ciudad porque un ministro socialista le dio la espalda al mayor proyecto social (de la ciudad)», dijo el alcalde, que tiene una visión diametralmente opuesta. L as complejidades técnicas y el coste económico del soterramiento, los dos grandes argumentos en los que basó Puente la inviabilidad del proyecto, son «resistencias», palabra de utilizó el alcalde, salvables, a juicio de Carnero . El principal y único escollo según, según Carnero, es la tercera «resistencia»: la política.
Pese a admitir las dificultades técnicas del soterramiento, «¿qué no es complejo en la vida?», tiró de filosofía, recordó que el subsuelo de Valladolid ni es el que se encontraron para excavar el túnel de Pajares ni albergan los restos de las termas del emperador romano Caracalla. «¿ Acaso tenemos una roca como en Pajares o unas filtraciones como en Pajares»?, preguntó el alcalde para abundar en su tesis de que los datos sobre el coste del soterramiento están engordados dado que, según señaló, el doble túnel construido para comunicar la meseta con Asturias tiene 50 kilómetros, y costó 4.000 millones, con lo que el kilómetro salió a 80 millones. El regidor insistió en que el kilómetros oscila entre 105 millones y 200 «y que casualidad», dijo con ironía, «en Valladolid cuesta 200». En realidad 194 millones el kilómetros, según Adif.