Denuncian el acoso a una niña de 11 años en un colegio de Valladolid con burlas y un chat de WhatsApp de compañeros

Sólo está en sexto de Primaria y su vida parece un calvario. La madre de una niña de once años denuncia que su hija sufre acoso por sus compañeros en un colegio concertado de Valladolid capital de muchas y terribles maneras, pero también con un chat de alumnos que «lleva su nombre con el prefijo ‘anti’» dedicado a «insultarla y burlarse» de ella. Un chat que ya se habría eliminado tras tener conocimiento de él la dirección del centro. El Procurador del Común insta a Educación y al centro a actuar con rapidez respecto al protocolo iniciado. Pide a la Consejería que "impulse, con la mayor celeridad posible, las actuaciones correspondientes al protocolo abierto ante el supuesto de posible acoso para restituir los derechos de la alumna afectada" tras la queja de esta mujer.

Los hechos denunciados por la progenitora de la niña se remontan al curso pasado, el 2022-2023, cuando sostiene que "comenzó a ser aislada del grupo de clase por otra compañera y a ser maltratada por una de sus amigas". Cuenta que puso en conocimiento de la tutora estos hechos, pero que esta  "no le dio importancia".  Y denuncia que sucedió lo que tanto temía, que se agravó la situación. En el inicio del presente curso, "la alumna empezó a manifestar dolores de cabeza en clase y tenía que ser recogida por su madre, burlándose de ello sus compañeras" , relata.

El 21 de octubre de 2023,  con el curso actual recién empezado, "la escolar sufrió u na crisis de ansiedad", que relacionan "con lo publicado por un compañero en un chat del colegio". Fue entonces cuando a la madre de esta niña la progenitora de otra compañera le contó que "existía un grupo de chat del colegio con el nombre de la alumna y el prefijo 'anti'". En ese instante todavía se estaba lejos de iniciar el protocolo de acoso escolar, que según expone la madre, el centro era "reticente" a abrir. "La dirección del centro llevó a cabo ciertas actuaciones con los alumnos responsables del suceso, aunque sin procederse a la apertura del protocolo", describe el Procurador.  Es más, en la queja presentada ante esta institución "se hace hincapié en la situación de aislamiento, burlas, agresiones, etc. se ha seguido produciendo sin que se hayan adoptado medidas eficaces para revertir la situación". 

Además de las burlas y los insultos, llegó un capítulo especialmente duro el último día de clase antes de las vacaciones navideñas. En el festival de Navidad , el 22 de diciembre de 2023, "la alumna fue objeto de otra agresión de sus compañeros, que echaron un producto pegajoso en su pelo , siguiendo lo que ya habían anunciado a través de una nota manuscrita que fue encontrada". 

Refiere que el acoso que había comenzado en el curso anterior se incrementó cuando comenzó este, pero no fue hasta principios de febrero de este 2024 cuando se abrió el "protocolo de actuación ante el supuesto acoso", según relata el Defensor del Pueblo, Tomás Quintana , en su resolución. En ella recoge que la Consejería de Educación le remitió un informe en el que reconoce que el protocolo "está fechado en el 6 de febrero" de 2024: " Un lapso de tiempo en el que debería haberse concretado ya la valoración de los hechos denunciados de cara a adoptar las medidas que resultaran oportunas", refleja.

El informe de Educación que reproduce el Defensor detalla que ya el 31 de octubre de 2023 "los alumnos reconocen que habitualmente crean grupos de WhatsApp , si bien también se pone de manifiesto que [la niña] ha participado activamente en la creación de estos grupos de chats con el resto de compañeros de clase" y "se comprueba que el grupo ya no existe y se eliminan el resto de los grupos que hay formados de la clase". "El coordinador de sección comprueba que es verdad que hubo un grupo denominado así [con el nombre de la niña con el prefijo 'anti'] que ya se ha eliminado" .

En noviembre de 2023, el día 3, la madre se reúne con la directora, la tutora y el coordinador de sección para que le expliquen las actuaciones llevadas a cabo hasta el momento, que no pasaban por activar el protocolo aún. " La madre insiste en que su hija no está bien  y la niña, que se incorpora a la reunión, manifiesta [tal y como recoge el escrito de Educación remitido al Común] que a ella no le ocurre nada , que tiene amigas y que está contenta en el centro educativo". 

Un mes después, se reúnen con la progenitora la asistente social del Ayuntamiento, del grupo de intervención familiar y la tutora, "con el objetivo de ver su evolución y si fuese necesario cómo ayudar y qué medidas adoptar para su bienestar" y "se acuerda mantener reuniones periódicas". 

El Procurador indica que "desde el inicio del curso las denuncias sobre el supuesto acoso escolar han dado lugar a diversas actuaciones, entre las que se encuentra una mediación entre los alumnos implicados , medidas en el marco del Plan de convivencia del centro y su seguimiento, y actuaciones en las que ha llegado a intervenir el servicio de asistencia social del Ayuntamiento". Una mediación que en casos de acoso escolar desde la Federación Nacional de Asociaciones Contra el Acoso Escolar, presidida por la salmantina Carmen Guillén , no recomiendan. "Está bien y es muy buena en sus inicios para casos incipientes, pero los hechos comenzaron el curso pasado. La mediación aquí vulnera los principios de la propia mediación , como el que las dos personas deben estar en igualdad de condiciones, y una víctima de acoso no está en igualdad". "Además del de neutralidad pues está llevándose a cabo en el propio centro", añade.

Tras estudiar todas las aristas del caso, Tomás Quintana concluye con dos peticiones. La primera pasa por que "deben impulsarse, con la mayor celeridad posible, las actuaciones correspondientes al protocolo abierto ante el supuesto de posible acoso escolar al que ha dado lugar la queja que hemos recibido, para garantizar, en su caso, el desarrollo de un plan de actuación que restituya los derechos de la alumna afectada".

Formula el Procurador del Común también otra conclusión que consiste en que "la Inspección educativa debe hacer un específico seguimiento de la atención educativa prestada a la alumna supuestamente acosada, con especial consideración, a efectos de mantener la debida coordinación, de la intervención que puedan estar teniendo los servicios sociales en beneficio del interés preponderante de la alumna, y garantizando que todos los miembros de la comunidad educativa ejercen sus derechos y cumplen con sus obligaciones de modo que las actividades académicas puedan desarrollarse en un contexto de total normalidad". 

La Consejería de Educación declina explicar a este diario sus actuaciones en este caso y se limita a asegurar que "los centros trabajan constantemente, coordinados por la Consejería, por la convivencia escolar" . "Se trabaja mucho en la prevención y la protección de los menores. De hecho, tanto el informe PISA como el informe que acaba de publicar el observatorio de la convivencia escolar, nos indican que los trabajos están dando resultados. Ha descendido el número de acoso confirmado en las aulas de Castilla y León, respecto al curso anterior".

"Habría que haberlo parado antes de que llegara a este punto tan grave"

Carmen Guillén, presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones contra el Acoso Escolar y también de la Asociación salmantina contra el bullying, critica y lamenta la tardanza en reaccionar. "Es muy grave que cuando la madre pone en conocimiento de la tutora ya el curso 2022-2023, ella no le dé ninguna importancia . Igual que es grave la resistencia a abrir el protocolo que tendría que haberse abierto el curso anterior", opina. A su juicio, "habría que haberlo parado antes de que llegara a este punto" porque "tanto tiempo para la víctima es mucho". "A la vista de estas situaciones deberían darle a las cosas la importancia que tiene y no hacer juicios rápidos. No son cosas de niños", subraya Guillén.