Solidaridad y ambiente entusiasta en el festival benéfico taurino de La Flecha

La temporada taurina despegó en la tarde de este sábado con un primer vuelo de la nave espacial a la que semeja la plaza de toros cubierta de La Flecha, en la que se celebró la octava edición del festival taurino benéfico a favor de la asociación de las personas que padecen esclerosis múltiple de Valladolid. Una cita tan social como taurina, con unos tendidos en los que compartieron localidades tanto aficionados a la tauromaquia como personas que han querido aportar su grano de arena solidario.

Una muy buena entrada, casi lleno, que permitirá ofrecer un nuevo apoyo económico para una asociación que cumple un fin social tan reseñable. Hasta la fecha, este festival, organizado por Tauroemoción, lleva aportados cerca de setenta mil euros para su fin benéfico. Con el de hoy la cifra se aproximará a los ochenta mil. Desde amantes del toreo a la jineta, hasta caras conocidas del mundo artístico, pasando por centenares de aficionados, el festejo creó un ambiente abigarrado y de entusiasmo como pistoletazo inicial de una temporada en la que ya se atisba la feria de San Pedro Regalado, que supondrá la celebración de una corrida de toros, una novillada con caballos y un concurso de cortes en el mes de mayo en el coso capitalino.

En la arena el festival resultó dinámico y entretenido, con faenas de gran calado, como la de Diego Urdiales , que toreó de modo armónico a un buen utrero de Castillejo de Huebra, al que se le premió con una póstuma vuelta al ruedo. El diestro paseó dos apéndices ante unos tendidos entregados. Cayetano, en el novillo anterior, desgranó muletazos de bello trazo con la derecha al noble astado de estirpe murubeña. Cosecho también dos orejas. Los mismos trofeos que Manuel Escribano quien, en realidad, tan solo destacó con los rehiteles.

De vacío se fueron del coso galáctico tanto la amazona gala Lea Vicens como el joven diestro Fernando Adrián . Voluntariosos ambos, que también coincidieron en el uso erróneo, de modo múltiple, con los aceros.

El festival lo cerró el joven novillero salmantino Marco Pérez , al que devolvieron su oponente, que mostraba una ostensible cojera. Con su habitual solvencia y desparpajo volvió a impactar entre los aficionados, como ya hizo en la temporada anterior, cuando aún no había debutado con picadores.