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Carnero rechaza suprimir el viaducto de la Avenida de Zamora en Valladolid y recuerda que no está en el convenio de integración

El alcalde asegura que la construcción de un túnel para sustituir al viaducto encarecerá el proyecto y alargará los plazos previstos

Carnero, Santano y Puente durante el consejo de administración.- J.M. LOSTAU

Publicado por
Fernando Martín
Valladolid

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Nueva polémica con el proyecto de integración del tren en Valladolid tras saltar la sorpresa durante el consejo de administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad,  integrada por la Junta, el Ayuntamiento, Adif y Renfe, al conocerse que Adif plantea la supresión del viaducto de la Avenida de Zamora, en el cruce con la carretera de Rueda, para sustituirlo por un túnel que conectará con el polígono de Argales. Ni la supresión del viaducto ni el nuevo túnel figuran en el convenio de integración firmado en 2017 por la Sociedad en sustitución del suscrito en 2003 para el soterramiento, lo cual induce a pensar que al ser una nueva obra, y de envergadura, supondrá un incremento del coste previsto de toda la operación, cifrado en 350 millones, y del plazo estimado para construir los 17 pasos y túneles contemplados en el proyecto, cuyo final se estima en 2030. 

Tras darse a conocer la novedad incorporada, el alcalde, Jesús Julio Carnero, advirtió de entrada este sábado que no figura en el acuerdo suscrito en 2017, pero además rechazó la eliminación del viaducto por entender que "está totalmente integrado en la ciudad" . La directora de proyectos de Adif, Montserrat Rallo, explicó durante el consejo de administración celebrado el viernes las ventajas de la integración frente al soterramiento y mostró una recreación de cómo quedaría el cruce de la Avenida de Zamora con la carretera de Rueda sin el viaducto. La imagen muestra un espacio diáfano, con una gran rotonda, que ya existe ahora, y una boca del túnel a la altura de la residencia de mayores que hay en la carretera de Rueda. Nada se dijo, sin embargo, sobre la repercusión que tendría esta actuación en el conjunto del proyecto. Sería el tercer túnel de la integración y se sumaría al de Panaderos, ya operativo, y al de Arco de Ladrillo, este último con proyecto pero pendiente y de las mismas características que el de la Avenida de Zamora: derribo del viaducto y sustitución por un paso subterráneo bajo la vía para vehículos.

El alcalde de Valladolid tiene claro que el importe del nuevo túnel tendría que sumarse  a  los 350 millones presupuestados para los 17 paso de la integración, con lo que el coste sería "mucho mayor" y recordó que el propio ministro de Transportes, Óscar Puente, admitió que el proyecto en su conjunto “no se abordará en cinco o seis años como aparecía en el PowerPoint, que es lo único que se tiene hasta ahora”.

 Carnero anunció que en la próxima semana dará una rueda de prensa para "hablar largo y tendido de lo que aconteció en el día de ayer en Valladolid”, en alusión al consejo de administración, y añadió que desde el Ayuntamiento se encargará un estudio propio  sobre el soterramiento en el caso que no lo quiera hacer Adif; algo que ya adelantó el ministro. Pese al no rotundo de Puente al soterramiento por su coste, 1.570 millones, y la duración de las obras, dos décadas en el mejor de los casos, Carnero insistió en que lo que quiere "es soterrar las vías del tren y esa es la integración" por la que luchará "junto a los vallisoletanos que apostaron por el proyecto del soterramiento en las últimas elecciones”,

Además de la supresión del viaducto y del túnel, el alcalde dijo  que tampoco estaba en el convenio el nuevo edificio de la estación de trenes, cuyas obras, según anunció la directora de proyectos de Adif, se licitarán a finales de años. Carnero se equivocó dado que la nueva estación de viajeros figura en el punto quinto del convenio, donde se recoge que costará 70 millones y que serán asumidos por Adif.