Zancadas solidarias en Arroyo
Más de 750 participantes suman kilómetros en esta prueba promovida por la ONGD Entreculturas que permitirá impulsar la educación de niños en Ucrania, Colombia y República Centroafricana
Zancadas o pasos solidarios , no había diferencia entre una acción u otra porque todo sumaba para una buena causa. La localidad de Arroyo de la Encomienda en Valladolid acogió con gran éxito de convocatoria, más de 750 participantes en el global de las pruebas, la decimotercera edición de la Carrera Solidaria Entreculturas. Arroyo se codea desde hace una década con grandes ciudades españolas siendo sede de esta multitudinaria prueba desde su segunda edición y que este año corría por la influencia refugiada.
Tras las pruebas de Bilbao y Madrid, León y Arroyo acogían este fin de semana nuevas citas de un circuito que recorrerá hasta mayo otras 10 ciudades españolas. Con la particularidad de ser el núcleo de menos habitantes que acoge el circuito de carreras solidarias en este 2024, la localidad vallisoletana del alfoz siempre responde y así pudo verse en las seis pruebas disputadas que este año contaban con un padrino de excepción, el deportista de natación adaptada, Luis Huerta, un lujo para todos los presentes al poder tener cerca a un teórico candidato a los Juegos Paralímpicos de París 2024 que arrancarán a finales del mes de agosto. Huerta pudo alentar en la salida a todos ellos en una prueba que arrancaba con el punto de inicio en la Casa de la Música y del Teatro en un circuito de 200 metros para los más pequeños, de 3 a 5 años, de 350 para aquellos que tienen de 6 a 8, y así en progresión con un kilómetro de 9 a 11, y luego distancias de 5 kilómetros desde los 12 años y la prueba principal de 10 kilómetros a partir de los 18 años.
Con el popular Jesús María Gómez de speaker se iban produciendo esas salidas en las que lo de menos eran los resultados, sino los rostros de felicidad de todos ellos, con muchos grupos de amigos y familias sumando pasos para el proyecto solidario que este año ha elegido la organización no gubernamental para el desarrollo Entreculturas que es apostar por la defensa del derecho a la educación de los niños y niñas que viven en situación de desplazamiento forzoso o refugio en países como Ucrania, República Centroafricana y Colombia. La caminata y las pruebas de 5 y 10K dejaban una marea multicolor, previa foto de familia, recorriendo esos primeros metros con mucho público en una mañana en la que el tiempo acompañó.
El objetivo del programa en República Centroafricana es la continuidad de las actividades escolares para todos los estudiantes (en los distritos de Kotto y Ouaka) y el fortalecimiento de la resistencia del sistema educativo. En Ucrania , donde hay siete millones de desplazados, además de refugio, alojamiento y alimentación, trabajan para que sigan teniendo acceso a la educación, a esos espacios de seguridad y de paz con más de 6.000 niños beneficiados. Mientras que en Colombia El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) atiende a las personas que sufren movilidad humana forzosa para que puedan acceder a sus derechos (promoviendo su atención en centros de salud o para que sus hijos o hijas tengan la posibilidad de ir a la escuela aunque cambien de localidad) y para que puedan cubrir sus necesidades básicas.
El lema de este proyecto es ‘La escuela es su refugio’ , y el deseo, indicaban desde Entreculturas es que «tengan un espacio seguro en el que poder jugar, formarse y crecer lejos de la violencia». Se estima que más de 43 millones de niños se encuentran en una situación de inseguridad por lo que la escuela es el espacio idóneo para poder crecer y formarse alejados de la injusta situación diaria. Una edición que contaba de nuevo con el apoyo de Diputación Provincial, sumándose el Club Deportivo San José y la asociación local, La Senda de Arroyo . También funcionó bien la posibilidad de regalar un dorsal y sumar fondos dentro de la fila cero, con el mismo fin que la participación presencial de recaudar fondos para Entreculturas y conseguir con cada gesto impulsar la educación de la infancia refugiada en cualquier rincón del planeta independientemente de su situación personal.