Premios Goya 2024
Valladolid, ciudad de las estrellas
El desembarco de los grandes nombres del cine español y la presencia de la actriz Sigourney Weaver convierten la capital del Pisuerga en la meca cinematográfica por un día en medio de la expectación de los vallisoletanos
Ni Valladolid es Los Ángeles ni el recinto de la Feria de Muestras el Dolby Theatre, el escenario en el que se entregan los premios Óscar, pero, por una vez, por primera vez, la capital del Pisuerga, la cuna de Concha Velasco , de Lola Herrera , de Emilio Gutiérrez Caba , entre otras actrices y actores que ha dado la ciudad, vivió ayer la noche estelar del cine español. Las estrellas salen de noche y sólo se ven si el cielo está despejado, pero ya a mediodía, en una jornada fría y lluviosa, con el cielo encapotado, propio de Valladolid un mes de febrero, empezó a llegar a la estación Campo Grande la troupe de los Goya: actrices, actores, directores, directoras, unos consagrados, otros en camino y todos miembros de ese olimpo que es el mundo del cine en el que aspiran a brillar. Con el desembarco de lo más granado del país en el mundo del celuloide, Valladolid, una ciudad que ya tiene una estrecha vinculación con el cine, se convirtió ayer en un gran plató.
En varios trenes, los participantes en la gala llegaron en medio de la expectación del público que se arremolinaba para ver las caras de los que sólo acostumbran a ver en la pantalla, aunque el protocolo y las medidas de seguridad daban poco margen para acercarse.
Como en las películas, una persona de la organización que sostenía un cartel dirigía a los recién llegados hasta los autobuses y furgonetas preparados para trasladarlos al hotel. Fue el suyo un paso fugaz, aunque algunos tuvieron más suerte. A la puerta del hotel Valladolid Recoletos, la salida de Juan Antonio Bayona y el equipo de ‘La sociedad de las nieves’, película que contaba con trece nominaciones, causó furor entre el numeroso público congregado. La paciencia tuvo esta vez premio. En otro escenario, frente a la Feria de Muestras, sede de la gala, los 600 elegidos por sorteo para presenciar el paso de los invitados por la alfombra roja, la escena más espera en esta película de hechos reales que son los premios Goya, ya esperaban desde las cinco de la tarde para contemplar el desfile. Pese a tener asegurada su presencia, los madrugadores escogieron los mejores sitios.
Algunos de los asistentes a la 38 edición de los Goya ya estaban en la ciudad y, entre los que se anticiparon, brilló con luz propia la actriz estadounidense Sigourney Weaver, reconocida este año con el Goya Internacional. Su presencia puso el toque ‘hollywoodense’ en una fiesta que premia cada año lo mejor del cine patrio.
Ya desde por la mañana el recinto de la Feria de Muestras permaneció acotado y vigilado a la espera de que las campanadas dieran las diez de la noche, la hora de comienzo de la gala y en la plaza Mayor, la estatua gigante de los Goya fue también, a su modo, una estrella que atrajo durante todo el día a muchos visitantes y curiosos en busca de una foto.
En fin, un día estelar para cinéfilos, fans y admiradores, pero también para Valladolid, centro ayer de atención como ciudad del cine. A las diez de la noche se encendían los focos en la feria de Muestras y empezó la película de los Goya, con final feliz para unos y desencanto para otros.