Sigourney Weaver, la actriz que acarició tres veces el Oscar

No seguir las indicaciones de la teniente Ellen Ripley conllevó que seis de los siete tripulantes de la nave espacial Nostromo fuesen el alimento de una forma de vida extraterrestre. Bastaba con cumplir el protocolo de seguridad que rondaba sin cesar los pensamientos del personaje que encarnaba la actriz  Sigourney Weaver para conseguir un viaje de vuelta a la Tierra sin interrupciones. El afán de investigar un descubrimiento histórico arrebató su poder de decisión. El destino, y un guion de éxito de Ridley Scott, la convirtió en la única superviviente y a poder rozar con la punta de sus manos el Oscar en la primera nominación de su carrera . Pero lo material no venció a la ficción, nunca mejor dicho, convertida su interpretación en aquel film en una de las más recordadas de la gran pantalla.

Trabajar en el mundo actoral debe ser como montarse diariamente en una atracción de feria. Un día eres el rostro más codiciado del mundo y en un chispazo caes en el olvido. Es la competencia que rige en Hollywood, donde sobrevivir parece una obligación y salirse de las normas de estilo tienen un precio a pagar. Pero como se vivió en el espacio a bordo de Nostromo, Sigourney Weaver rompió el molde , capaz de someter a un indetectable alienígena por pura inteligencia. No faltó la brega, propia de un soldado sudoroso, pero Weaver también acopió esta facultad, mientras los 'machos' del grupo caían uno a uno.

Nadie lo esperaba, pero la actriz estadounidense personificó la imagen de heroína , y sin necesitar una capa o unos músculos definidos. Un papel de verdadero poder femenino que también desempeñaría en la película más taquillera de la historia del cine, Avatar (2009) , donde la doctora Grace Augustine se encargaba de las expediciones en Pandora, el universo creado por David Cameron donde las criaturas fantásticas también tienen su protagonismo y donde ella, en vez de extinguir a un alien, se transformó en uno de ellos, al igual que la secuela de 2022, Avatar: El sentido del agua .

Pero si hablamos de fantasía, entre su filmografía hay que mencionar su participación en Cazafantasmas (1984), donde se convirtió en 'la Guardiana de la puerta' tras ser poseída por un ente sobrenatural. Terror y acción con mezclas de comedia que definen la capacidad de adaptación de Sigourney Weaver, con quien el drama también tuvo cabida y, especialmente, en Gorilas en la niebla  (1988) como Dian Fossey, donde el fin de la caza furtiva reforzó otro papel de carácter y lucha contra las autoridades y los perseguidores del gorila de montaña. Una interpretación de éxito que significó su segunda nominación para los Oscar , pero como en aquel 1987, tuvo que ver cómo la pequeña figura dorada se alejaba de su propiedad. Y por partida doble debido a que también estaba nominada como Mejor actriz de reparto por su trabajo en Armas de mujer (1988), aunque por ambos sí consiguió el Globo de Oro.

Las secuelas de Alien y Cazafantasmas  no pudieron proyectarse sin su rostro, mientras acumulaba proyectos años tras año de todo tipo. Convertida en la reina Isabel I en  1492: la conquista del paraíso  (1993) -con otro guion de Ridley Scott-, con rodajes en Cáceres, Sevilla, Trujillo y Salamanca; en  la esposa de un presidente de Estados Unidos en  Dave, presidente por un día  (1994), donde lució un pelo rapada que fue emblema en Alien 3 (1992); o en víctima durante la dictadura de Pinochet en  La muerte y la doncella  (1994); o en una criminóloga dispuesta a encontrar un asesino en serie en Copycat (1995).

El aroma a Hollywood volvió a volar por momentos desde Los Ángeles hasta España, y concretamente a Salamanca, donde rodó en 2008 la cinta de acción  Vantage Point  (2008) con un papel relacionado con la producción televisiva. Pero sin duda, ese año estaría marcado en su carrera por la película animada  WALL·E , donde prestó la prestó una voz a un ordenador de una nave, una función que seguro le recordó a Madre , la computadora de Nostromo en Alien, el octavo pasajero . Y sería lo más cerca de contar con un Oscar en su vitrina particular, ya que el film de Pixar se impuso como la mejor película de animación en 2009.

Fuera de Oscar, los premios BAFTA y los Globos de Oro sí que pudo volver a sentirlos con su propio tacto gracias a sus interpretaciones en Prayers for Bobby (2009) o  Trayectoria  (2016), mientras los Goya se fijaron en 2016 en su papel en Un monstruo viene a verme  (2016), de Juan Antonio Bayona, donde trascendió como la venerable abuela de Connor. Pero como sintonía habitual de su carrera, el 'cabezón' se le escapó.

Cosas del destino y de la justicia, este 2024 será el de su reencuentro con el éxito. Y no será en Hollywood, al industria del cine mundial, sino en Valladolid, la ciudad del cine, donde recogerá el Goya Internacional 2024  por "su impresionante trayectoria plagada de películas inolvidables e inspirarnos creando personajes femeninos, independientes, complejos y fuertes", justificó en su decisión las instituciones de los Premios Goya. Así, como si del noveno pasajero de la nave Nostromo se tratase, Valladolid acompañará a Sigourney Weaver en un viaje ausente de terror y lleno de emoción.