Las 10 mejores obras de arquitectura en Valladolid según el Ministerio de Vivienda

1. Piscinas Municipales de Castromonte

2. Edificio de dos viviendas y dos locales en Medina del Campo

3. Sede de Cortes Metalúrgicas Oviedo

4. Reconversión de una nave industrial en Castronuño

5. Residencia para mayores y Centro de Día de Aldeamayor de San Martín

6. Restauración de la nave industrial TECELEC

7. Plaza Mayor de Traspinedo

8. Museo Nacional de Escultura de Valladolid

9. Bodegas Protos

10. Edificio de viviendas de Puente Colgante

No solo las grandes ciudades Madrid, Roma o París esconden edificios de una brillante calidad arquitectónica. Cualquier lugar, por pequeño que parezca, entraña entre sus rincones algún que otro espacio de la historia reciente de la arquitectura y, especialmente, la de España. Basta con echar un vistazo al listado del Ministerio de Vivienda con algunos de los ejemplos más destacados del país, donde Valladolid se sitúa como la octava provincia con mayor cantidad de obras con un total de 64 , y a continuación se detallan las diez más representativas.

Entre las 10 mejores obras de arquitectura en Valladolid se impone las Piscinas Municipales de Castromonte , obra del estudio del vallisoletano  Óscar Miguel Ares  en 2021 y que opta a ganar el Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea. La imagen de estas piscinas se compone de dos realidades diferentes: por un lado, la tradición en los muros de mampostería de piedra y por otro la realidad tecnológica de los parques eólicos, cuyas palas, han indicado, se pretenden emular con las grandes vigas prefabricadas que cubren los edificios y crean amplias zonas de sombra.

“Con esta intervención se ha tratado de crear un punto de encuentro para los habitantes del lugar, así como un lugar de referencia para recuperar antiguos pobladores que partieron hace años o incluso para atraer nuevos habitantes”, explican los autores de la obra, que se yergue en un núcleo que cada año pierde habitantes.

En Medina del Campo también se hallan obras arquitectónicas de gran calado, como uno de los edificios que se encuentra en el centro del casco histórico, en un solar de la calle Gamazo cuya Ordenanza de aplicación establece una protección de la fachada de la edificación preexistente, permitiendo, no obstante, la ampliación de una planta de altura.

Los arquitectos José Vicente Rodríguez Hernández y Leticia Rodríguez Escudero apostaron en 2020 por utilizar en las viviendas materiales cerámicos, que se distribuyen en celosías, azulejos y suelos con distintos acabados, formas y despieces,  leitmotiv  del proyecto en cuanto a criterios de utilización de materiales tradicionales que se adapten a todos los espacios. La madera sigue presente en el interior de las viviendas en muebles que surgen de las particiones y en los paramentos verticales y horizontales.

La empresa Cortes Metalúrgicos Oviedo, dedicada al corte y transformación de los materiales, estrenó en 2021  una nueva nave industrial en el polígono de San Cristóbal para la ampliación tanto de la estructura empresarial como de mejora en sus procesos productivos . Óscar Miguel Ares volvió a ser el encargado en 2018 de resolver las necesidades de un recinto de mayores dimensiones con iluminación natural para realizar sus trabajos, además de un área de oficina funcional y adaptado a las necesidades actuales de la empresa.

"La luz, como origen del proyecto; como elemento inmaterial principio del orden estructural, de su ritmo y su proporción", señala el arquitecto como eje del proyecto, con el único fin de aprovechar al máximo la iluminación natural y la atmósfera cálida favoreciendo el ahorro energético y la vida laboral, respectivamente. La piel de cristal es transparente en planta baja, protegida por el cuerpo volado de la primera planta, con un muro cortina de 'U' glass y vidrio térmico, mientras el interior de las oficinas, revestidas de acero y cristal,  están consideradas a modo de arquitecturas dentro de otras.

Pese a no ser visitable,  Ara González Cabrera , Noa González Cabrera y Primitivo González reconvirtieron en 2017 una nave industrial situada en una de las mejores obras arquitectónicas de la provincia de Valladolid. En lo más alto de la ladera de Castronuño y con espectaculares vistas al Parque Natural del río Duero, la intervención mantiene el volumen, la estructura y reconfigura los huecos para disfrutar del paisaje.

"La nave se muestra como un volumen abstracto, cerrado sin referencias a su uso. Solo cuando está habitada aparecen las ventanas, dando escala al volumen. Intervenciones como esta pueden ser una opción para que construcciones vacías en el medio rural tengan una nueva oportunidad", explican sobre el proyecto.

Ubicada en la zona limítrofe de un criptohumedal salino, Salgüeros de Aldeamayor, su paisaje, condiciona la implantación de cualquier estructura. Y esta es la misión que persiguió  Óscar Miguel Ares Álvarez en el año 2017 para diseñar la residencia de mayores de la localidad vallisoletana con el objetivo de conferir "entornos amables que fomentasen el contacto con la naturaleza y el sol, pero también que permitiesen la relación próxima".

Más que una residencia, el proyecto pretende la búsqueda de un hogar, "por lo que los factores psicológicos tenían que ser esenciales en el planteamiento del proyecto", señala el arquitecto, que optó por el uso de materiales sencillos y de coste contenido para conseguir un interior "cálido y acogedor protegido del exterior por un límite abstracto y rítmico".

Rehabilitar una vieja y abandonada nave, adaptarla a nuevas máquinas de alta tecnología, operarios y exigencias de más luz, espacio y aire fue el reto que persiguió en 2017 el estudio liderado por Óscar Miguel Ares, que consiguió transformar una anodina nave de un olvidado polígono industrial en una nueva instalación en la que primase la claridad y la luminosidad .

La vieja fachada presentaba problemas de estabilidad por lo que fue sustituida por nuevas pieles; porosas, traslúcidas; la tradicional fachada industrial de panel sándwich y fábrica de ladrillo fue reemplazada por diversas capas de vidrio, policarbonato y chapa de acero perforada que se superponían permitiendo el tamizado paso de la luz en el interior de la nave y de las oficinas; mientras buscaron crear una nueva atmosfera industrial, cimentada sobre luz natural, para facilitar el rendimiento energético y el bienestar de los trabajadores que no están sometidos a la claridad fría y artificial.

La plaza Mayor de este pueblo de Valladolid ha sido el epicentro de las concentraciones mensuales en recuerdo de Esther López , la joven vecina cuya muerte sigue sin resolverse. Un emplazamiento que, entre el sufrimiento y el dolor, atrapa una calidad arquitectónica a partir de la reforma liderada en 2013 por Óscar Miguel Ares, que pretendió recuperar la representatividad y el espacio multifuncional en ofrecimiento de sus habitantes

"Un proyecto que nos atrevemos a definir como naturaleza pétrea, simbólica y poética que parte de la memoria de los ciudadanos de Traspinedo, resuelto en su pequeña plaza Mayor", explicó al respecto el arquitecto, que hizo de la pizarra su principal protagonista.

Enrique Sobejano y Fuensanta Nieto de la Cierva llevaron a cabo en 2009 la ampliación y rehabilitación de este museo perteneciente al Ministerio de Cultura, donde se pueden encontrar obras de gran calado artístico como  Santa Teresa, La Piedad, El bautismo de Cristo, La Magdalena y Cristo yaciente , de  Gregorio Fernández ; Sillería de la Iglesia de San Benito, de  Andrés de Nájera ;  Magdalena penitente , de Pedro de Mena; o Entierro de Cristo y Calvario de la capilla de los Águila , de  Juan de Juni .

El nuevo edificio que proyectaron Graham Stirk, Jan Güell, Lennart Grut, Luis Alonso Calleja, Richard Rogers y  Sergi Balaguer Barbadillo en 2008 buscaba conectar con las antiguas bodegas ubicadas en una serie de largos corredores bajo la montaña del histórico Castillo de Peñafiel, para su conversión en Museo del Vino, a través de un túnel construido bajo el vial separador.

De esta forma, "la base del edificio se entierra para aprovechar la inercia térmica y situar las zonas de elaboración y maduración del vino, interpretando en clave contemporánea la construcción tradicional de las bodegas. Anclada en el terreno, esta base regulariza la topografía creando un soporte para la envolvente ligera que reposa en ella. Dicha cubierta está formada por una estructura de arcos parabólicos de madera laminada, reinterpretando la edificación de bodegas en forma de nave", explican al respecto, mientras su cubierta culmina con una doble piel en la quinta fachada a base de las tradicionales cerámicas inclinadas de Peñafiel que le dan el característico tono marrón rojizo. "Una manera explícita de evidenciar este vínculo con la ciudad" .

Resulta difícil no pararse mientras se pasea ante el número 34 de la calle Puente Colgante , haciendo esquina con la calle Alemania, en la zona sur de la ciudad de Valladolid.  Covadonga Llorente González y José Manuel Martínez Rodríguez dieron forma en el año 2002 a una distinguida obra arquitectónica, cuyo volumen "recortado y abstracto de ladrillo" se compensa con el juego de volúmenes de los áticos retranqueados, que intentan restar presencia la medianera.

La solución formal, así como el material empleado dan como resultado un edificio de viviendas de claro carácter urbano que presente el mayor número de piezas orientadas hacia el sur. Vaciando la esquina mediante el patio abierto a fachada, la vivienda en esquina puede abrir las vistas del salón hacia la calle ancha y la orientación adecuada. "El resto del volumen principal del edificio mantiene un ritmo repetitivo de ventanas que únicamente se interrumpe en el encuentro de las plantas superiores con la medianera del edificio de Puente Colgante (de gran altura), y en la planta segunda, en el encuentro con el patio de fachada", explican los arquitectos.