Premios Goya 2024
Las caras del drama 'suspiran' por los Goya en Valladolid
Los nominados a mejor interpretación cuentan sus ‘batallas’ para preparar sus papeles en historias reales y ficticias
Son muchos los trabajos que desde pequeños hemos querido conseguir y el paso del tiempo, por más que incida en borrar recuerdos, no perdona no haberlo intentado alguna vez. Uno de ellos, sin duda, es el de actor o actriz, consecuencia de una vida apegada a la televisión, donde las tardes de siesta y las noches de descanso convierten tanto las películas como las series en el pasatiempo favorito de la mayoría de seres humanos. Aunque desde el sofá pueda parecer una tarea sencilla la de actuar frente una cámara, como si de aprenderse un guion fuese suficiente, muy pocos podrían soportar la presión de que, muchas veces, los papeles quedarán desapercibidos y el éxito no termina de llegar. Por ello, para David Verdaguer la «intuición» supone un cualidad que hay que trabajar en la carrera de intérprete para saber cuándo se trata de un buen guion o uno malo . Y en su última decisión acertó, como demuestra su nominación a Mejor Interpretación en la gala de los Goya que se celebrarán en Valladolid el próximo 10 de febrero.
«He hecho truños. Y seguiré haciendo truños» , reconoció el actor que ganó el Goya a Mejor Actor de Reparto en 2018 y que en su última nominación interpreta a Eugenio Jofra para el film de David Trueba , que se enamora de Conchita, papel protagonizado por Carolina Yuste con misma nominación, para formar un dúo musical pero que termina con Eugenio convertido en uno de los humoristas más importantes de España en los años 80 y 90. «Es una tragedia con chistes y una historia de amor muy bonita, además de triste», explicó Verdaguer, que detalló que su preparación se ha basado no en una imitación en sí de Eugenio, sino en «pillar su esencia», como le aconsejó Trueba.
Valladolid
La Academia de Cine rechazará en los Goya en Valladolid su rechazo a los abusos por el caso Vermut
diego-gonzalez
Sobre el director, que con Saben Aquell recibe un total de once nominaciones, ambos protagonistas coincidieron en que es «el mejor», del que Carolina Yuste aseguró al que no se puede rechazar hacer una película. «Cuanto te llama dices ‘claro, voy a donde a sea’», expresó la actriz, que destacó de Trueba la capacidad para «hacer entender que puedes hacer cine desde el amor, desde el placer, desde el ir a rodar sin ego ninguno, sin jerarquía ninguna . Yo sentía todo el rato que era como si fuera con colegas a echar el día y chutaban una cámara».
Aunque Yuste reconoció tener más dificultades para interpretar a Conchita al haber menos información, reseñó que se enamoró «absolutamente» de todo lo que contaban sobre ella , con la conclusión de que tenía «un talento increíble, un corazón enorme, un servicio y una entrega increíble», hasta que renunció a continuar su carrera musical con Eugenio. Por ello, consideró «un acto de justicia» dar a conocer la intrahistoria de «muchas mujeres en la sombra que no conocemos» y «ahora la gente que haya visto la peli, cuando recuerden a Eugenio, también recordará a Conchita».
Una historia real como la que entraña El maestro que prometió el mar , dirigida por Patricia Font y que cuenta la historia de Antoni Benaiges , un joven maestro de Tarragona que antes de la Guerra Civil fue profesor en Burgos, donde impartió clases con un innovador método pedagógico que inspiró a sus alumnos. Entre sus cinco nominaciones destacan las de mejor actor protagonista de Enric Auquer , que reconoció enamorarse «completamente» de la historia, donde también trabaja Laia Costa, que no pudo acudir ayer a la reunión de nominados en el Auditorio Fundos. «Era una película que me llegó con mucha ilusión» , expresó Auquer, que tras leer el guion pensó que interpretar a Benaiges merecía «estudiarlo muchísimo».
De la intuición de la que habló Verdagues y que percibió Auque también habló Malena Alterio , nominada a Mejor Interpretación por su trabajo en Que nadie duerma , una historia basada en la novela de Juan José Millás . «Cuando me apareció el proyecto, yo no tenía guion», aseguró la actriz, que confió en la producción de Pedro Hernández y Miguel Morales para no desaprovechar la oportunidad. «Se fue construyendo poco a poco, con mucha improvisación y desconcierto. Y de hecho, cuando terminé la película, me dije: ‘Esto puede ser la hostia o puede ser una mierda’ », afirmó entre risas, para terminar manifestando que fue un trabajo «peculiar» del que se sintió «muy orgullosa».
Misma sensación que Manolo Soto , nominado en la categoría de mejor actor protagonistas por su papel en Cerrar los ojos , película basada en el misterio sin resolver de un actor, Julio Arenas , desaparecido durante un rodaje. En su caso, consideró un «antes y un después» trabajar con Víctor Erice por el «privilegio», la «inmensa suerte» y «la oportunidad de hacer un personaje con tanto peso y que sea precisamente un mito de nuestra cinematografía» .