Diario de Valladolid

Los vecinos de Viana tras la riada : “A ver si la CHD entiende ya que debe limpiar el Cega”

Los afectados exigen al organismo de cuenca que regule y desbroce el río: “Ha sido un calco de la inundación de hace 11 años”

Limpieza de las casas inundadas tras la crecida del Cega. Photogenic/Miguel Ángel Santos.

Limpieza de las casas inundadas tras la crecida del Cega. Photogenic/Miguel Ángel Santos.

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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Un ‘dejà vu’ en toda regla. La diferencia es que el cabreo ya es mayúsculo, con respecto a la inundación de hace once años , ya que los afectados sostienen que no se han tomado medidas para evitarlo. V ecinos de la calle Bajada del Río de Viana de Cega, la 'zona cero' de la inundación , clamaban esta mañana contra la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) por su pasividad en estos dos lustros y pedían que “esta vez” se ponga manos a la obra para limpiar y regular el río.

Este lunes era el día de evaluación y comienzo de reparación de daños después de que el Cega se colara en diez casas de esta calle llegando a una altura de 1,60 metros. En 2013 alcanzó la cota de 1,80. La buena noticia de esta mañana, es que el caudal bajó hasta recogerse en el lecho del río, pero las viviendas seguían sin luz (las primeras en recobrar el suministro lo harán esta tarde) y todas las plantas bajas ya no acumulaban agua pero amanecieron convertidas en un lodazal.

 

Los electrodomésticos de la cocina y los muebles del salón, además de los enseres de las bajeras, se quedaron prácticamente para tirar en todos los casos. El consorcio acabará pagando los daños, pero la normalidad tardará mucho tiempo en llegar, ya que los perjudicados tienen por delante semanas de ventilación (con las ventanas abiertas) para secar paredes y poder recolocar azulejos.

La inundación ha afectado a toda la planta baja de mi vivienda: el salón, la cocina, un baño y el patio . Está todo perdido de suciedad. Todavía no he empezado a limpiar”, indicó Azucena, dueña del adosado número 19 de la Bajada del Río. “Esto es para que ya escarmienten un poco (la CHD) y que tomen las medidas pertinentes. Que hagan la subida del muro y, sobre todo, la limpieza de los cauces del Cega. La otra vez ocurrió porque se soltó una presa natural de troncos. Pero ha vuelto a pasar porque los ojos de los puentes están atascados. Luego, llega un punto en el que revientan y el agua viene de golpe”, indicó esta afectada. “La limpieza de los ríos es vital y no la llevan a cabo en ningún río”, se quejó.

Velitas y linternas

Azucena asegura que ha preferido tomarse con calma la limpieza de su vivienda, aunque ha dormido en las plantas superiores. “Estamos un poco cansados y nos lo tomamos con calma. Esperaremos a que nos ayuden amigos y familiares. Lo peor es que estamos sin luz, sin agua caliente y sin calefacción. Nos iluminamos con velitas y linternas”, resumió Azucena, quien celebró, por contra, que avisaran a tiempo el sábado para retirar los vehículos y subirlos calle arriba, lo que ha permitido que se haya salvado el parque móvil de los 22 vecinos de esta calle.

El mayor perjuicio en 2013 fue el de los coches anegados. La entrada de agua con barro en los motores los dejó inutilizados de forma irreversible. Lo saben bien los del número 23 de la Bajada del Río. En aquella inundación de Jueves Santo, perdieron tres vehículos, entre ellos un mítico Pontiac. Hoy lo recordaban Miguel Ángel Sainz y su hermana Judith, hijos de Miguel Ángel y Clara, propietarios del adosado, que esta vez ha vuelto a quedar anegado en su planta baja.

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