La Seguridad Social reactiva las obras del centro de Rondilla con tres años de retraso
La Tesorería General licitará las obras pendientes por 5,7 millones después de anular el contrato con la empresa adjudicataria / Los trabajos de la nueva oficina empezaron en enero de 2020 para terminar el primer trimestre de 2021
La historia podía empezar así. Había una vez un colegio llamado San Juan de Cruz en La Rondilla que fue derribado en 2016, pese a la batalla que libraron los vecinos para que el edificio se mantuviera y se destinara a actividades del barrio. El colegio fue demolido y, en su lugar, la Tesorería General de la Seguridad Social planteó la construcción de una oficina digital para realizar trámites telemáticos. Las obras empezaron en enero de 2020, con la previsión de terminarlas en 15 meses, es decir en el primer trimestre de 2021, pero las cosas se torcieron y un embrollo urbanístico-legal con la empresa adjudicataria, Trauxia, llevó a la paralización de los trabajos.
Pasaron tres años con las obras paradas hasta que la Seguridad Social, después de acordar en marzo de 2023 la resolución del contrato con Trauxia, reelaboró el proyecto y ahora volverá a licitar de nuevo los trabajos, por un importe de 5,7 millones, para terminar el edificio . Todavía no se sabe cuándo podrá entonarse el colorín colorado de esta historia, pero de entrada lleva ya tres años de retraso y, casi toda seguridad, se alargará todavía uno más.
Lo último que se sabía de este nuevo culebrón urbanístico -¿hay alguna obra que termine en el plazo previsto?- es que la Seguridad Social tramitaba la resolución del contrato con Trauxia . Son noticias que se remontan a febrero de 2023 y ahora la Tesorería General de la Seguridad Social anuncia que espera licitar las obras pendientes como muy tarde el próximo mes de marzo.
Antes, procedieron a realizar «una actualización del proyecto tanto de carácter económico como técnico, donde se incluyeran los aspectos que puedan ser necesarios dado que la obra ha estado paralizada», señalan desde la Seguridad Social. El nuevo proyecto pasó al área de contratación de obras el 5 de diciembre y el 16 de enero lo aprobó el Órgano de Contratación, a la espera ahora de la licitación de las obras.
En el suelo que ocupó el colegio San Juan de la Cruz, en la calle Cardenal Torquemada, se levanta ahora el esqueleto de lo que será la oficia, tal y como quedaron las obras.
El proyecto para la construcción de la oficina de la Seguridad Social ya empezó mal. Después de la lucha mantenida por la asociación vecinal Rondilla contra el Ayuntamiento, con Javier León de la Riva como alcalde, para reclamar que el viejo colegio se dedicara a actividades del barrio, al final la Seguridad Social decidió abrir una delegación de atención presencial, como las de las calles Sajambre y Boston .
Aunque la parcela del colegio era municipal, el Ayuntamiento y la Tesorería General de la Seguridad Social suscribieron un acuerdo de permuta el 16 de julio de 2014 en el que se contemplaba la construcción de un edificio de nueva planta en el solar de la calle Cardenal Torquemada, la oficina, y, a cambio, el consistorio recibía una parcela en la calle Valle de Arán.
La idea inicial, aprobada en la etapa en la que el vallisoletano Tomás Burgos ocupó la secretaría de Estado de la Seguridad Social, con Mariano Rajoy todavía como presidente de Gobierno, contemplaba la construcción de una delegación similar a las dos ya existentes en Boston y Sajambre.
Pero al llegar el PSOE al Gobierno los planes cambiaron y el proyecto presentado en 2019 en el Ayuntamiento por el entonces director general de la Tesorería de la Seguridad Social, Javier Aíbar, tenía poco que ver con el original. Aibar explicó durante una visita a Valladolid que no era necesaria una oficina integral en La Rondilla y añadió que la ciudad tenía suficiente para prestar este servicio con las dos sedes que ya funcionaban. De hecho, la Seguridad Social no habría hecho nada en el solar del San Juan de la Cruz, pero dado que la tramitación ya estaba avanzada optaron por levantar una oficina digital para enseñar a los usuarios a realizar de forma electrónica sus trámites con la Seguridad Social
La Tesorería General adjudicó el proyecto a la empresa Trauxia en octubre de 2019 por 3,4 millones y los trabajos comenzaron en enero de 2020, con un plazo de ejecución de 15 meses. De haberse cumplido las previsiones, el centro debería estar construido en marzo de 2021. Trauxia presentó la mejor oferta entre las 19 empresas que concurrieron y se llevó el contrato con una rebaja del 20% sobre el presupuesto base, fijado en 4,3 millones.
Pronto empezaron los problemas entre la Seguridad Social y la empresa. Los trabajos acumularon un retraso importante y la Tesorería General impuso tres sanciones a Trauxia que, a su vez, denunció a la Seguridad Social por el impago de varias facturas.
En medio de esta guerra abierta, la Seguridad Social planteó la resolución del contrato, ante lo que Trauxia presentó un escrito en el que rechazaba la medida . El Consejo de Estado, en un informe no vinculante, concluyó que no concurría la causa de «resolución por incumplimiento» del contrato. La Seguridad Social acordó no resolverlo, pero seguía pendiente la cuestión relativa al modificado del proyecto autorizado en marzo de 2021 «por incidencias totalmente imprevisibles», puede leerse en la información facilitada por la Seguridad Social.
El modificado en cuestión contemplaba un nuevo presupuesto, que la empresa rechazó, ante lo cual la Tesorería General inició la tramitación para resolver el contrato, resolución que se acordó en mazo del pasado año.
Resuelta la vinculación con Trauxia, la Seguridad Social encargó la actualización del proyecto después de tanto tiempo paradas las obras y ahora se dispone a licitarlas
Cuando se cumplen siete años desde el derribo del antiguo colegio San Juan de la Cruz, parece que el mal fario rodea todo lo que tiene que ver con el solar en el que se levantaba el centro. Los vecinos pretendían que el edificio se rehabilitara para destinarlo a uso del barrio, incluso se planteó ubicar el Espacio Joven que luego se llevó a la calle Olmo, pero después de una larga batalla en los tribunales fue derribado para construir una sede de la Seguridad Social, que sigue pendiente.