Diario de Valladolid

Un coche eléctrico ‘patrullará’ la Zona de Bajas Emisiones de Valladolid para medir la contaminación

El Ayuntamiento va a comprar un vehículo y varios instrumentos de análisis de la calidad del aire para el área restringida / La inversión asciende a 127.450 euros y espera que los dispositivos funcionen tras el verano

La nueva Zona de Bajas Emisiones reducida al mínimo de 1,1 kilómetros cuadrados da un nuevo paso.-PHOTOGENIC

Vehículos en la futura Zona de Bajas Emisiones. PHOTOGENIC

Publicado por
Laura G. Estrada
Valladolid

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Un vehículo eléctrico, equipado con la tecnología necesaria para evaluar la calidad del aire, patrullará la Zona de Bajas Emisiones de Valladolid con el objetivo de analizar las partículas y comprobar su evolución en el área restringida al tráfico de vehículos. Es la «novedosa» fórmula por la que ha apostado el Ayuntamiento de la capital, siguiendo la estela de otras ciudades, como París, después de los «buenos resultados» obtenidos tras una reciente experiencia piloto, explicaron fuentes municipales.     

La propuesta de esta unidad móvil, en lugar de instalar una estación fija en el perímetro delimitado, permitirá no sólo comprobar en tiempo real los niveles de contaminación atmosférica en el entorno, sino también estudiar las «tendencias» de tráfico para saber cuáles son las vías con más tránsito , a fin de realizar posibles «ajustes» en la ordenanza de regulación que actualmente se está tramitando, añadieron. 

En todo caso, desde el servicio de Medio Ambiente matizaron que los datos que se recopilen a partir de las ‘rutas’ que realice el vehículo eléctrico se complementarán con la instalación de otro tipo de instrumentos que realizarán mediciones oficiales , puesto que los obtenidos sobre ruedas se centran sobre todo en la monitorización. Para ello, se ha dispuesto la compra de varios lotes de dispositivos, entre ellos, analizadores de partículas y sonómetros. 

En total, la partida prevista por el Consistorio, y sufragada a través de los fondos Next Generation de la Unión Europea, asciende a 127.451 euros , a la espera de que a finales de este mes finalice el procedimiento de adquisición y se conozca si hay una rebaja respecto al precio de licitación. 

Para justificar su adquisición, el Ayuntamiento recuerda que está trabajando en la normativa por la que se regirá la Zona de Bajas Emisiones de Valladolid y que resulta necesario evaluar diferentes parámetros, como la concentración de dióxido de nitrógeno y las partículas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera. 

De ahí que vaya a adquirir «varios componentes para realizar la monitorización y seguimiento» en el área, «de forma que permita realizar mediciones de contaminantes y de ruido en tiempo real en las diferentes calles que la conforman», subrayan. 

Así, además del furgón eléctrico, la partida económica incluye un analizador de partículas en suspensión de diferentes tamaños que, en un primer momento, se colocará en la estación de Valladolid Sur –cerca de El Peral–, con intención de trasladarlo después a la Zona de Bajas Emisiones. 

Además, el Consistorio prevé tres sonómetros con micrófono incorporado para medir el ruido ambiente, con capacidad para transmitir los datos de manera telemática. Dos de esos dispositivos se colocarán a cuatro metros del suelo, en ubicaciones aún por concretar, y el tercero también quieren que sea móvil. En este caso, barajan instalarlo en el propio vehículo que recorrerá la ZBE, o bien en cualquier otro coche municipal que tenga capacidad para acoplarlo en un remolque. 

Según las previsiones del área de Medio Ambiente, toda la tecnología que están en vías de adquisición estará disponible después de verano, en torno a los meses de septiembre u octubre, con el objetivo de realizar mediciones antes de que el 1 enero de 2025 empiecen las primeras restricciones de circulación en el perímetro. Con este margen previo quieren comprobar cuál es el estado de la calidad ambiental antes de que entre en vigor la ordenanza de la ZBE, y cuál será después.

Cabe recordar que, con carácter general, a partir de la mencionada fecha se restringirá la circulación a los vehículos que no tienen etiqueta ambiental de la DGT dentro del cerco de 1,1 kilómetros diseñado por el Ayuntamiento. Afectará a los diesel matriculados antes de 2006 y gasolina antes de 2001.

Un año después, el 1 de enero de 206, se sumarán a las restricciones a los vehículos con etiqueta B –diesel matriculados entre 2006 y 2015 y gasolina de entre 2001 y 2006–y, a partir del 1 de enero de 2023 se limitaría a los que cuenten con la etiqueta C. 

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