Pingüinos 2024
Pingüinos ruge ‘a bordo’ de la accesibilidad
Carnero anuncia que se ha iniciado el expediente para convertir en Fiesta de Interés Nacional la cita motera que en esta edición alcanza las 17.000 inscripciones y que Navas aspira a extender hasta los 7 días de duración
No hubo cinta de estreno ni una fila de autoridades y responsables de Turismoto que tijera en mano la cortase, pero la antigua Hípica Militar abrió este jueves sus puertas para albergar una nueva edición de Pingüinos , la 41, en la que más allá de los récords de inscripciones uno de los objetivos de este año es cumplir con una mayor labor social, ayudando tanto colegios con dificultades como a aquellas personas con alguna discapacidad puedan acceder al recinto con total normalidad.
Amanecía temprana la primera de las cuatro jornadas oficiales de la concentración motera. Varios miembros del Club Turismoto visitaron el Centro de Educación Especial ubicado en el barrio de Covaresa , donde se realizó una exhibición motera para los alumnos que esperaron expectantes su llegada. Además, les entregaron una moto pequeña de juguete para que continúen transmitiendo su pasión motera por el patio.
Ya lo diría instantes después José Manuel Navas, portavoz de Turismoto, que durante este año Pingüinos se embarca en el sector «social» para ayudar de forma «generosa y gratuita» a aquellos colectivos con dificultades, como demuestra la campaña con una recaudación de fondos destinados a las enfermedades raras.
Y de Covaresa, el protagonismo se trasladó al Pinar de Antequera, donde una larga fila de moteros y moteras no paraba de desfilar para hacerse con uno de los codiciados espacios para instalar sus tiendas de campaña. Como si de una competición se tratase, en parejas o en grupos de varias personas, las chaquetas de cuero se dejaban a un lado para remangarse con el fin de preparar todo un campamento.
Hay quienes fueron precavidos y decidieron combatir el frío para construir su asentamiento entre pinos, como Gabriel , un brasileño afincado en Aldeamayor de San Martín desde 2015 y que presume de haber participado hasta en seis ediciones de Pingüinos. «A mí siempre me gustó el mundo de las motos y en Brasil siempre había ido a concentraciones , así que un día escuché que en Valladolid se realizaba Pingüinos y me atreví con mi hermano a dar el paso. Y la verdad es que nos enamoró el ambiente», explica, pendiente de preparar las primeras brasas para una pequeña barbacoa.
Aunque en las primeras ediciones, solo disfrutó del sábado y del domingo en la concentración, a partir de 2018 decidió acampar en la antigua Hípica Militar para vivir los cuatro días de Pingüinos al completo. Todo un reto para Gabriel, acostumbrado durante toda su vida a calurosos inviernos. «La primera vez lo pasé horrible porque tenía un saco de dormir para verano y hacía bastante frío . Y aunque según van pasando los años la situación mejora, cuando llegan las tres o cuatro de la mañana y hace menos tres grados se sigue sufriendo», comenta entre risas.
Para Gabriel, los espectáculos y conciertos este año pasan a un segundo plano porque su propósito es realizar el Desfile de Antorchas durante el sábado. Un evento que no pueden perderse Paulo y Daniel, que desde el año pasado el fuego sirve para rendir homenaje a ‘Capi’ , un piloto fallecido que llegó a batallar en la guerra de las Malvinas y que conocieron «de casualidad» en la antigua Hípica Militar, donde surgió un grupo entre chilenos, como Paulo, argentinos, asturianos, catalanes y sevillanos, como Daniel, que guarda una pancarta en su garaje como homenaje.
Para ambos es la «hermandad» el gran valor que representa a Pingüinos, pese a ser en su grupo «todos muy diferentes». «Aquí no hay ni color político, ni raza, ni nada. Somos moteros y ya está» , asegura Paulo, que insiste a su vez en mostrar en fotografías cómo luce su campamento cada año, con un surtido de banderas que reflejan unión y donde no falta, entre ellos, una de estampa argentina con el rostro de ‘Capi’.
Pero si el Desfile de Antorchas es siempre uno de los momentos más esperados durante la concentración motera, también lo es la Falla que se prende instantes después en la antigua Hípica Militar, también como homenaje a todos los motoristas fallecidos.
«Es el punto de inflexión de Pingüinos» , expresa Juan Villa , el escultor de la figura de cuatro metros de altura construida con madera que prendé durante varios minutos para iluminar por completo el pinar vallisoletano. Un espectáculo que ya estuvo presente desde las ediciones en Boecillo con el objetivo de sumar «emotividad» al homenaje a los caídos.
Acostumbrado a realizar las exposiciones en ‘El Castillo Encantado de Trigueros del Valle’ o el atrezo del programa televisivo Cuarto Milenio, para Juan Villa colaborar en Pingüinos adquiere una sensación «diferente» porque a partir de la quema de su falla «el éxito está asegurado».
«Lo bonito es el ambiente que hay de pequeños núcleos de gente que se ve solo una vez al año y deciden hacerlo en Pingüinos. Tienen su hoguera y su tienda de campaña con las motos aparcas para volver a convivir entre risas y charlas. Eso es Pingüinos», remarca Villa.
Porque sí, Pingüinos es una concentración única en España y en el mundo, y como tal el alcalde de Valladolid, anunció ayer que empezaron los trámites para declarar como Fiesta de Interés Turístico Nacional. «Es la cita motera invernal más importante en toda Europa y, año a año, los datos que obtenemos así lo atestiguan», afirmó el regidor, que transmitió que antes de la apertura de inscripciones de ayer ya se contabilizaban a través de internet hasta 17.000 inscripciones. «Esto habla muy bien en la pretensión que tiene Turismoto y los vallisoletanos de que esta sea la edición que acoja al mayor número de pingüinos. Valladolid es la ciudad de la moto», continuó, con la confianza de superar los 43.316 inscritos de la última edición .
Por otra parte, José Manuel Navas también se mostró optimista de cara alcanzar una alta participación y más cuando las previsiones meteorológicas acompañan y que «favorecen mucho para que la gente se anime a venir» . A su vez, resaltó que, gracias a la colaboración del Ayuntamiento, la ciudad se vuelve a «entregar» para que todos moteros disfruten de Valladolid durante este fin de semana.
El portavoz de Turismoto también vislumbró con «ilusión» una posible extensión a siete días de Pingüinos , implementando jornadas de visitas a castillos, una ruta de vinos y un día de museos y visionado de películas relacionadas con las dos ruedas. «Pero uno de los objetivos nuestros es que no haya cambios. Lo que hemos hecho un año pues mantenerlo todo o mejorarlo», concluyó Navas, que destacó la mejora de accesibilidad para las personas con movilidad reducida durante este año para hacer de Pingüinos una fiesta para todos.