A juicio por explotar trabajadores en Valladolid: 10 horas al día sin descanso, ni contratos y hacinados en pisos con 40 personas
El marroquí captaba a compatriotas, algunos en situación irregular, y los sometía a condiciones de semiesclavitud
Semiesclavitud agravada con usura. El fiscal pide 4 años de prisión por un delito continuado contra los derechos de los trabajadores para el ciudadano marroquí Abdelkarim I., por contratar a compatriotas, algunos en situación irregular en España, para trabajar en su empresa agrícola con un sueldo irrisorio y residiendo en viviendas hacinadas del acusado por las que cobraba 125 euros mensuales de alquiler a cada empleado.
El señalamiento del juicio por estos hechos en la Audiencia de Valladolid está fijado para este lunes, 15 de enero, aunque lo más probable es que no llegue a celebrarse, ya que el acusado ha alcanzado un acuerdo de conformidad con la acusación pública, pacto en el que ha admitido los hechos a cambio de una reducción de la pena de 4 años de cárcel.
El fiscal, en su escrito de conclusiones provisionales, recoge que el acusado Abdelkarim I. actuó en condición de empresario en individual con la mercantil de servicios agrícolas ‘Tagzirt Servicios SL’, sita en la calle Martín Pescador del barrio de Pajarillos de Valladolid. Desde enero de 2021 se dedicó a la captación de personas extranjeras en situación de necesidad “y sin importarle su condición de residentes legales o irregulares en España", para realizar trabajos en el campo en condiciones lamentables, tanto por la inexistencia de contratos, como por el irrisorio salario, la indecente prolongación de la jornada laboral o el cuchitril en el que les hacinaba, cobrando además, y no poco, por los camastros.
Siempre según la calificación del Ministerio Público, en estas condiciones de semiesclavitud, según pudo averiguar la Guardia Civil, se hallaban al menos cuatro compatriotas, dos con estancia legal en España y otros dos en situación irregular, que realizaron trabajos en el campo entre los años 2021 y 2022.
Faenaban de noche
Los citados empleados, todos marroquíes, trabajaban más de diez horas al día, sin contrato, sin nómina real. Faenaban incluso de noche, sin derecho a descanso ni vacaciones, por un salario que, en principio, se pactaba de 6 euros la hora “pero que nunca se cumplió”, recuerda el fiscal. La práctica era que el acusado entregaba a los explotados pequeñas cantidades para que pudieran sobrevivir, de las que descontaba 5 euros diarios por el transporte a las parcelas agrarias. Los que estaban en situación irregular, se llevaban otro ‘castigo’, ya que no fueron dados de alta en la Seguridad Social.
Además, el acusado disponía en alquiler de dos viviendas en la calle Hospital Militar de Valladolid y en la calle Eras de Íscar, por las que pagaban 125 euros al mes y en las que convivían, en la primera con más de 14 personas, y en la segunda con otros 40 ‘inquilinos’ más. Ambas casas carecían de las condiciones mínimas de habitabilidad e higiene.
Por estos hechos el fiscal solicitó 4 años de cárcel por un delito continuado contra los derechos de los trabajadores, así como la indemnización de 5.000 euros a cada uno de los cuatro trabajadores explotados por el daño moral causado, más los intereses generados.