A juicio por extorsionar a un consumidor de páginas de contactos sexuales en Valladolid
Está acusado de desplumarle 2.670 euros en un solo día bajo amenazas de presentarse en su domicilio
Unidad de la Policía Nacional especializada en delitos de 'sextorsión'. -E.M.
La Audiencia de Valladolid juzga el próximo 9 de enero a Ismael B.O. , un varón con antecedentes penales por blanqueo de capitales, quien, según el fiscal, logró en este caso desplumar 2.670 euros a un vallisoletano , consumidor de páginas de contactos sexuales, bajo la amenaza de personarse en su domicilio e incluso en su puesto de trabajo.
La acusación pública califica estos hechos de extorsión, delito por el que solicita dos años de prisión, o, alternativamente, de un delito de blanqueo de capitales, castigado con una pena de tres años y seis meses de prisión y multa de 6.000 euros . También interesa que Ismael B.O. indemnice a la víctima en la cantidad supuestamente estafada, más el correspondiente interés legal.
Según el escrito de calificación provisional del Ministerio Público al que ha tenido acceso este diario, los hechos sucedieron en marzo de 2022. La víctima había accedido previamente a una página web de contactos sexuales y el día 15 de ese mes empezó a recibir una cascada de mensajes de Whatsapp y llamadas telefónicas amenazantes , relacionados con el contacto que realizó para servicios sexuales, aunque no llegó a contratar ninguno .
En las llamadas y mensajes, efectuadas desde una línea cuya titularidad correspondía a una identidad ficticia, el ahora acusado le conminaba a efectuar entregas de dinero como pago por los “perjuicios causados por no haber concertado una cita con una mujer” . Y no se quedaba ahí. Le advertía “de manera amenazante” que se iba a personar en su domicilio y lugar de trabajo.
Ante el temor de ser víctima de una agresión, el extorsionado efectuó ese mismo día desde su cuenta bancaria cuatro transferencias por importes de 500, 840, 680 y 650 euros , cada una con una comisión de 1,25 euros, a la cuenta que le indicó el acusado y que llevaba abierta desde hacía menos de un mes.
Ismael B.O., conociendo el origen ilícito de las cantidades transferidas, utilizó su cuenta corriente para la recepción de estas sumas y otras ingresadas en circunstancias similares, que luego reintegraba en metálico o mediante pagos en tarjeta, dificultando así el seguimiento del dinero y la identificación de los responsables de los hechos .