Nuevas quejas en la residencia de La Seca por atención "indigna" y falta de asistencia sanitaria

Nuevas quejas en la residencia de La Seca. Rubén Alonso, hijo del un usuario de 93 años, denunció ayer una asistencia «indigna» hacia su padre, al que encontró el jueves en su cama, vomitado y febril. Al pedir que lo asearan, descubrió que en lugar de empapador bajo la sábana había una bolsa de basura y que el médico del centro lo había visto dos días antes por una infección de orina, pero que la familia no había sido informada. En ese momento –y ante la negativa de la auxiliar a hacerlo– él mismo telefoneó al centro de salud. Un médico y un enfermero visitaron al paciente e indicaron su ingreso hospitalario después de recordar que el protocolo establece que debe ser personal del geriátrico quien solicite la asistencia, no el familiar.

Fuentes de la dirección reconocen el episodio y explican que han abierto una investigación para aclarar lo sucedido. Aseguran que los residentes están bien atendidos y que este tipo de «fallos» son puntuales y consecuencia de una situación enquistada desde hace años por falta de entendimiento entre algunas trabajadoras, familiares y empresa.

El centro acumula varias quejas. El propio Rubén Alonso cuenta que es la tercera que pone y que las traslada tanto a la residencia (gestionada por una empresa asturiana) como a la gerencia de Servicios Sociales y al ayuntamiento. Cuenta que los episodios de desatención y desinformación son habituales.  «No podemos poner a nuestros ancianos al cuidado de esta gente; no les tratan bien», indica señalando a algunas gerocultoras y reconociendo los esfuerzos por parte de la coordinadora para corregirlo.

Servicios Sociales ha realizado varias visitas al centro este año. Este mismo mes de diciembre realizó una inspección y formuló varios requerimientos a los que la empresa asegura estar «poniendo solución».